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Instrucciones para ser feliz, de María José Navia: Suele ocurrir
Sudaquia Editores, 2015
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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Situaciones que parecen triviales. Hechos que, al parecer, podrían ocurrir en cualquier parte. Historias de hombres y mujeres en búsqueda de algo. La necesidad constante de restituir la memoria para que no quede ningún cabo suelto. La madurez y los rumbos que se deben tomar al escoger un camino. De estos y otros tópicos más se nutre el volumen de cuentos “Instrucciones para ser feliz” de María José Navia (1982). En el libro, compuesto por 12 breves relatos, se traza un imaginario en donde los personajes se aferran a esperanzas mezquinas. Los actantes en su mayoría son seres atormentados que se enfrascan en búsquedas que en su generalidad no llegan a feliz puerto. Hablamos de individuos fracturados que buscan la felicidad pero que para alcanzarla además deben lidiar con duelos y pérdidas. “Instrucciones para ser feliz” es un libro breve, donde cada cuento está escrito de manera concisa pero directa. Aquí su autora demuestra un llamativo uso de los tiempo, donde el pasado y futuro se presentan muchas veces como un espacio incierto. El mundo interior y la sicología de los personajes se ligan estrechamente con el desarraigo y con la cercanía que se conjugan para dar vida a relaciones entre personas aparentemente distintas pero que guardan más similitudes de las que se reconocen. Cada relato puede leerse bajo la mirada de que los personajes creen que van a ser felices pero finalmente la inseguridad y la incertidumbre es la que predomina. Al leer estos cuentos, queda la sensación de que la felicidad se cimienta a partir de detalles, algunos insignificantes y otros trascendentales, son estas características las que predominan a lo largo del libro. En este sentido la felicidad se relaciona estrechamente con la flexibilidad. La idea concebida como felicidad cambia según las circunstancias. De sucesos desafortunados surgen cosas muy felices si se presta la debida atención. En definitiva “Instrucciones para ser feliz” es un texto pulcramente escrito, con relatos envolventes y personajes bien construidos. Otra característica llamativa es la imagen de portada, en ella aparecen algodones de azúcar embolsados, lo que a primeras da la sensación de que hablamos de un libro de autoayuda pero que finalmente funciona como una analogía artificial de la felicidad, característica que está presente en cada relato y que hacen de este libro un texto inquietante y que invita a la reflexión sobre temas trascendentales pero aparentemente comunes y corrientes.
