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Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle: El nuevo policial chleno
Ignacio Fritz & Pablo Rumel Espinoza. Contracorriente, 2018
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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El género negro o policial en Chile no es muy desarrollado a pesar de contar con una extensa tradición. Sin embargo, aún existen autores que siguen esta corriente, entre los que se encuentran una serie de escritores jóvenes que continúan desarrollándolo entusiastamente. En “Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle” se reúne una serie de relatos escritos en su mayoría por jóvenes plumas chilenas. Dividido en cinco secciones: Crímenes oníricos, Crímenes del siglo XX, Crímenes sangrientos, Crímenes del futuro y Crímenes literarios, nos encontramos con relatos donde si bien las tramas varían, el centro del asunto es el mismo, un crimen y un sujeto que busca dilucidar el misterio de éste. Es así como nos encontramos con un cuento donde un tipo pierde la cordura, en un estado de delirio finalmente descubre que es su cabeza la que fue ajusticiada. En otro relato un policía retirado se entera que han asesinado a su hija y decide hacer justicia con sus propias manos. Busca al homicida que finalmente pertenece a la DINA. Durante el enfrentamiento sufre un infarto, pero sobrevive y con sus últimas fuerzas logra librarse y así matar al Corvo, el rufián asesino. En otro texto un delincuente conocido como “El poroto” es hospitalizado. El hombre vende drogas y está preso siempre ante la mirada de los gendarmes. Se trata de un delincuente que sólo negocia con la clase alta. Entonces amenaza sutilmente al anestesiólogo antes de su trasplante de riñón dejando su vida en sus manos. En otro un tipo cesante va cada día a un café. Se sienta con una libreta y toma notas de lo que ve. Un día llega un tipo que llama su atención. Logra encontrárselo y le ofrece una habitación de su departamento para alojar. Van al lugar que termina siendo una horrible escena de un crimen. En definitiva, estamos frente a un libro que abre una puerta al nuevo policial y que pone justicia ante un género un tanto olvidado, pero con muchos seguidores.
