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Dolores o la inutilidad de todo: una delincuente entrañable
Dolores o la inutilidad de todo, Ignacio Borel.
Emergencia Narrativa, 2015
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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El leitmotiv de esta novela es la planificación de un asalto a un banco. Tras el acto delictivo se une un grupo de personajes a los que les caracteriza sus vidas miserables y sin mayores anhelos que el de escapar, tanto de la aburrida cotidianeidad como de sus estancadas existencias. Así se nos presentan sujetos como Luca Cordero, quien quema las horas atendiendo una armería después de haber mordido varios fracasos y penurias. Es en este punto en donde aparece uno de los personajes centrales de la trama; Ambrocio Bachman, un alemán inescrupuloso que manipulará a Luca para hacerlo parte de su gran plan, el de conseguir un jugoso botín con el asalto al Banco Central, una de las principales casas bancarias en donde anteriormente trabajó. Pronto aparecerán en escena otros personajes como Romano, el hermano extraviado de Luca, y Wilson Equis, un perdedor que ve en este robo la escapatoria a su mísera vida. En esta, la primera novela del serenense Ignacio Borel (1978), la existencia de Dolores Dávila se hace presente como el eje por el que circundan los sucesos. Dolores es una mujer intrigante y atractiva que oprime la conciencia de los demás componentes de la banda. El gran acierto de la obra es la manera utilizada por su autor para trazar y guiar la narración y así exponer la sicología de los personajes, todos muy bien descritos y diferenciados. El sabor de la derrota se comporta como la gran nube que tiñe de gris la existencia de los actantes que en la mayoría de las ocasiones se comportan como niños desamparados y extraviados. Se trata de seres que luchan por escapar de la miseria pero que lo intentan desorientada e infantilmente. Es esta puerilidad la que entrega gran relevancia a Dolores que, a fin de cuentas, parece ser la luz del faro que les indica la forma en que se debe actuar. El libro se construye a partir de nueve capítulos fechados que abarcan los años 1989 al 2001. Hablamos de una novela coral cuyas múltiples voces le otorgan vigor al texto para exponer diversos puntos de vista. Con “Dolores o la inutilidad de todo” Ignacio Borel transita entre lo que podría considerarse a primera leída como una obra perteneciente a la novela negra o policial, donde su polifonía resalta por sobre todo la sicología de los personajes cuya única esperanza se centraliza en el poder y el dinero. Borel escribe una llamativa y bien urdida novela instalando su nombre entre los nuevos narradores chilenos con mayor proyección.
