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"LA FABULA Y
EL TEDIO" DE CRISTIAN CRUZ:
...................... POEMAS PARA BANDIDOS
Y SOLITARIOS
Por Jaime Luis
Huenún
Cristián Cruz ( Putaendo,1973) es un poeta prolífico
para su edad. Ha publicado, hasta la fecha, los libros Antología
Clepsidra ( 1997), Pequeño País ( 2000),
Fervor del Regreso (2002) , Papeles en el Claroscuro ( crónicas literarias, 2003) y La Fábula y el Tedio,
ganador del premio Alerce de Poesía versión 2003 otorgado
por la Sociedad de Escritores de Chile.
Por su tonalidad y atmósfera , la poesía de Cruz se
instala como una posada más en las provincias señaladas
y habitadas por Rolando Cárdenas, Jorge Teillier, Enrique Volpe,
Luis Vulliamy, Alfonso Alcalde, entre los chilenos y Georg Trakl,
Lubizs Milozs, Cesare Pavese, entre otros poetas del mundo.
En "La Fábula y el Tedio",por ejemplo, Cruz
ofrece al lector un lenguaje poético decantado por la contención
del ritmo y las imágenes, una escritura en general limpia y
mesurada , carente de excesos verbales y casi totalmente despojada
de gratuidades líricas al paso.
El texto (dividido en las secciones "Fábula del Bandolero",
"Canta la Tarde" y "El Tedio") se adentra en las
leyendas y correrías ya casi olvidadas del bandidaje de la
zona central -situado en este caso en los paisajes pedregosos pero
todavía sorprendentes de las serranías aconcagüinas
- y en las reflexiones sobre los posible sentidos y sinsentidos de
la práctica poética.
El asunto fabuloso del salteador rural -perseguido, emboscado, cercado
y condenado a la intemperie, la soledad y la muerte - no es sino la
otra cara del poeta que debe lidiar con la realidad, el lenguaje y
la memoria. Ambas figuras - más el lector - están en
estos poemas "encarando la muerte en una misma hoja"
y "lejos de los banqueros y los fariseos que acumulan hasta
la modestia".
En este libro, Cruz le hace además el quite a la grandilocuencia
y al pintoresquismo criollista que la figura del "bandolero"
-de larga tradición en la narrativa nacional- pudiera suscitar,
enfatizando más bien en la descomposición de un mundo,
unos personajes y unas voces que a estas alturas sólo pueden
sobrevivir en la sosegada melancolía que emana de las tardes
provincianas.
Por otra parte - como una velada prueba de los afanes lectores de
Cruz- varios de los poemas aquí incluidos entregan acertadas
estampas de paisajes y del oficio poético que recuerdan el
delicado y fino fulgor de la poesía china y japonesa clásicas
: "Mis pupilas no alcanzan a llegar hasta ti / morada de las
montañas azules. / Siempre miran a los oscuros embarcaderos
del poema."
Poeta en crecimiento tenaz, Cruz consigue en "La Fábula
y el Tedio" avanzar lúcidamente en su experiencia poética,
aportando a la novísima poesía chilena una escritura
atenta y vigilante tanto de sus logros, hallazgos y limitaciones,
como del contexto cultural y literario desde el cual surge y en el
que se sitúa.
La tarde busca florecer al fin.
Sus rayos quiebran el arroyo
y la hierba parece extenderse hacia ellos.
Pequeñas crías balan entre el rebaño.
Al este retrocede el imperio de la nieve.
( El Imperio de la Nieve)