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Cristián Cruz

Por Ernesto González Barnert

Cristián Cruz (Putaendo, 1973) es un poeta que libro a libro ha ido afiatando la propia voz -su propia estación- dentro de la sintonía amplia del Lar. Sin perjuicio, de ser también una obra en permanente diálogo y cruce con otros modos. Pero es indudable que el lar -esa cava- es el que principalmente ha ido modelando su poética llena de versos luminosos y poesías formidables. Obra que se suma a la de gran impulsor cultural y de "Poesía" desde la tierra del Aconcagua. Un Poeta, entre pocos, que logra sobresalir y distanciarse al influjo imitativo, sin perder la admiración y el cariño y los lazos con poetas de la talla de un Jorge Teillier y Efraín Barquero -principalmente- y otros como Cárdenas, Volpe, Luis Vulliamy, Alfonso Alcalde, etc. Y autores clásicos y cercanos a la idea de Lar del resto del mundo para el medio local (Milosz, Rilke, Trakl, etc). Aunque se extraña un poco más de novedad en sus planteamientos y una profundización en la visión general. Y en esto, aprehender las lecciones de poetas como Ernst Jünger, Seamus Heaney o Dereck Walcott por citar a autores reconocidos y que se me ocurren ahorita. En fin, un poeta en plan de excelencia permanente y de cara sensibilidad personal apostando valiente desde lo rural en días oscuros al canto, al encuentro del hombre con sus raíces, a la bullente vida interior frente a una masa de hombres que sólo vive para estar comprando o vendiendo.

- ¿Cómo llegaste a la Poesía?
-
De forma inusual, creo que jamás he tenido noción clara de como me acerqué a esto. Siempre me pregunto cuál es la razón. Eso si, me gustaba salir solo por lugares bucólicos que abundaban en torno a la casa, la casa misma correspondía a un lugar nostálgico. Era la estación del ferrocarril que la familia compró una vez cerrado el ramal entre San Felipe y Putaendo. Entonces solía dialogar de manera íntima con ciertas situaciones. Lo cierto es que en casa no existían nexos con la palabra escrita, lo mas cercano a algo referido a versos eran los cuadernillos del mes de María que reposaban en los bancos de la iglesia. De hay a ser escritor ni luces. Es decir que siempre cuando lees la historia de escritores, las situaciones literarias, quiero decir que los libros abundaron en sus casas. Tuvieron una formación académica precoz. Yo empecé a leer concientemente poesía a los veinte años. Antes me recostaba a leer los signos naturales del paisaje, es que de verdad vivía en una aldea, entonces mi iniciación interpretativa de la escritura es naciente de eso. Fue muy natural leer a algunos autores que se unieron de inmediato a mi modo de ver el mundo, entonces dije, esto es mío, aquí me quedo.

- ¿Qué ha significado para ti la Poesía?
-
Siguiendo lo anterior, creo que me ha dado la oportunidad de dejar de ser un parea de la sociedad. Demasiada sensibilidad en la juventud no correspondía al prototipo masculino. Entonces una vez encontrado el camino sumado a un par de amigos bebedores y creyentes en la poesía, te lanzas con la confianza del iniciado. Eso te entrega un motivo para manejar he interpretar las acciones de vida que se vienen. Es decir si la poesía te hace ser mejor persona entonces eso está bien. Luego aparecen relaciones por medio de la escritura, que cultivas y te hermanas u poco más con la sociedad escritural, creas filiaciones de amistad y punto. También te ganas negaciones de personas que también escriben, comienzan a decir que eres un refrito de este o de este otro, en fin te quieren ningunear, eso pasa en este mundo. Entonces tratas de explicar tu nexo con ciertas formas de escritura, pierdes el tiempo tratando de acercar posiciones y para nada. Entiendes en definitiva que para un grupo estás obsoleto, que una parte de la poesía que tu admiras se encuentra fuera de órbita, entonces te vas hacia dentro. Cultivas a la manera de los chinos tu poesía, la compartes con amigos, algunos lectores, y te duermes cada día pensando en un lago, en el bote, te aíslas del mudillo.

- ¿Para quién escribes?
- Para un tiempo sin cabida, es decir para un tiempo que ni yo entiendo que exista, en general un tiempo sin lectores comprometidos, lectores que también escriben por lo cual no leen con un fin de rescate. Escribo para leerme después y decir, mira antes era un poco más lúcido, mas vivo, atento a las cosas.

- ¿Cuándo escribes necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
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No, antes lo hacía, ahora escribo de manera libre, suelta, no recuerdo hacer nada para escribir, solo escribir en donde esté, generalmente en las páginas en blanco de otros libros, a manera de declarar mi inspiración por esos escritos leídos.

- ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
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Me he colocado exigente. Me gusta el ritmo que puede tomar un poema, la pronunciación que le puedes dar a ese poema. Busco eso, un canto, una sonoridad silente, es decir una lectura agradable. Temáticamente me quedo en ideas un tanto más profundas, es decir no tengo problemas con mi identidad, no me considero híbrido socialmente, creo que lo citadino hace patente ese problema.

- ¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
-
Ciertamente, creo en un compromiso personal. Sin ser militante ejemplar. Lo que sucede es que vemos una constante caricatura del poeta militante y asociado al gremio Sech. La verdad es que es bastante patético ese tipo de escritor, que existe por lo demás y en abundancia. Ese escritor no me gusta pero existe. Pero también existe un escritor que puede aportar desde su experiencia, desde su trabajo, y lo podemos encontrar dando charlas en lugares para que la gente se acerque a la poesía, asiste a colegios y escuelas y lee allí sus escritos. Ese escritor está aportando, está comprometido.

- ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
-
Poetas como Jorge Teillier, Rolando Cárdenas, Baquero, Pound, los poetas ingleses, chinos. Provienen esas voces que me aportan vitalidad. Creo en la poesía chilena, me da confianza, al leerla pareciera que uno lee al mundo, mira no mas las traducciones de Augusto D`halmar sobre Milosz, a Armando Roa, a Cid, las prosas de Lihn o el mismo Teillier.

- ¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y dentro de ella a tu promoción?
-
En franca decadencia, de auto bombo exagerado. Hay que bajar a tierra. La poesía de escritores jóvenes viene en picada hace rato. El hecho de que los jóvenes se tomen el derecho de patalear, acusa una desesperación por la calidad. Mira no mas, se escribe, se critica, se publica, se exportan y todo desde un mismo grupo. Eso no tiene mucha calidad, es decir que se ve una máquina para que suceda eso de exitismo. Hay que aterrizar un tanto esto de la poesía.

- ¿Qué opinión te merece los talleres literarios?
-
Son buenos para quien necesita una voz distinta a su voz poética. El que no quiera acudir a ellos esta bien.

- ¿De tu obra si tuvieses que elegir un poema o fragmento...cuál?


Mira las ciudades

Mira las luces de la ciudad
¡Oh¡ si, mira las entrelazadas llamaradas de la ciudad,
como asteroides avanzan
como los espejos se reflejan a sí mismas
Las orgullosas, impenitentes ciudades.


- ¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
-
Ninguno, le doy un espacio a cada libro, si en ese espacio no sigo la lectura considero que el autor no escribía pesando en mi, por lo cual estoy en todo el derecho de decir que leo lo que estaba escrito para mi. Entonces no le atribuyo a ese libro otro carecer que de ajeno, distante. En todo caso que me perdone Héctor H. pero sus libros me parecen distantemente ajenos a mí.

- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
-
Los libros de crónica de Teofilo Cid " Hasta el Mapocho no más" o las crónicas de Ricardo Latchman los santiaguinos no leen mucho este tipo de libros.

- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
- Versos robados de Oscar Hahn.

- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
-
"this be the verse" 26 poetas de lengua inglesa, es una traducción de Roa, Riseco, Diana D.

- ¿Cómo ves hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?
-
No veo problema en las editoriales, pues en vedad, jamás han estado al servicio de los poetas, es casi un favor que una editorial te publique, así lo piensan ellos. Eso siempre ha sido así, entonces el estado no tiene políticas de publicación para los poetas, lo que hace es entusiasmar con unos cuantos fondos, luego gana el amigo de siempre. En lo personal te podría decir que he tenido suerte en el ámbito de publicar, he editado mis trabajos sin muchos problemas. Pero si alguien acusa problemas con la industria privada, es porque es una industria privada, no te respetan. Es harina de otro costal, las editoriales pertenecen a un mundo extraño, a la tierra de nadie. Rescato a los amigos del Temple, Calabaza del Diablo porque me publicaron.

- ¿Qué piensas de los Premios literarios?
-
Son buenos cuando los ganas, son inútiles cuando los gana el amigo del jurado, son para comprar una cocina, un sillón, una tele blanco y negro, una radio, un montón de libros. Son para mandarse a cambiar una noche con amigos que agradecen que existan premios literarios y que se los gane un amigo.

- ¿Quién te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
- Barquero.

- ¿Qué te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
- No hay política para la poesía, hay política para los amigos poetas. Descarta la idea de un estado que aporta, existe un gobierno que siempre le dará de comer a los militantes solapados. Mira tú, el otro día leía que la ministra de cultura se juntó con unos poetas que patalearon por las becas literarias. Entonces se decían llamar representantes de los escritores chilenos( dónde está el registro electoral para votar por estos representantes) . Qué crees, que si no hubieran sido ESOS escritores la ministra los hubiera recibido. A la mierda. Esto es una tontera. El próximo año les verás ganar la beca sin problemas. Creo que esta idea la escribí en una carta que se publicó en letras. mysite.com.

- ¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
- Que no lea las cartas escritas por reclamo de las becas literarias. Que lea la sensibilidad de su corazón con el corazón de las cosas.

- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas leer?
-
Los cantos de Pound, El Gran Meulnes, Los dominios perdidos, a Milocs, El Apocalipsis de las palabras la dicha de enmudecer de Armando Roa, Delirium tremens de Ricardo Herrera, a Elicura y su sueño azul, poemas para quien con migo va, Restauran Chile, Contradiccionario, Defensa de la tierra de Luis Oyarzún. El circo en llamas, prosas de Teillier, Responso para un bandolero de Volpe. Lean a mis amigos.

- ¿Qué opinas de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas , sobre literatura?
-
Está bien, para quien quiera difundir su poesía, esto mismo, su soporte no es otro que la tecnología. Pero no hay que abusar.

- ¿Qué cosa últimamente te quita el sueño?
- Hacer bien mi pega, es decir tratar de que cada día me guste trabajar en lo que me toco trabajar, como profesor rural creo que he logrado pasar a semifinales.

- ¿Qué te escandaliza?
-
Las becas literarias, es mucha plata por unos cuantos poemas, hay que bajar la cuota, existe gente que gana el mínimo. No digo que no postulo esas becas, porque están ahí, pero uno peca por lo que dice y no dice y en este caso está claro que existe una desproporción en la entrega de fondos con la realidad del trabajador obrero.

- ¿Me gustaría que a ti mismo te hicieses una pregunta - que nadie más te ha hecho- y te la respondieras. Una que nadie ha tenido la gentileza de hacerla.

- Si acaso soy feliz

- Y por último ¿A qué le tienes miedo?
-
A volverme hacia la pedantería con la escritura. A creerme superior al tipo de la calle.

 

 

- Selección de textos inéditos -

El contento

Al contento he venido
al anaranjado atardecer sobre el torrente,
los pescadores adormecidos tiritan en las barcas.
Mi corazón se presenta a la noche
como un espejo que tañe la carroña.

Tu casa, la gran casa
respira y tartamudea allá lejos,
he venido al contento despertando al cazador y su guarida,

¿En qué planeta rechina una estación y canta el pájaro cotidiano?
Traedme un madero un terrón
y mi corazón se alzará en él como encabezando el regreso,
Traedme una ventana
Y el canto mío se recostará en ella
A mirar las estaciones.

 

 

Mira las ciudades

Mira las luces de la ciudad
¡Oh¡ si, mira las entrelazadas llamaradas de la ciudad,
como asteroides avanzan
como los espejos se reflejan a si mismas
Las orgullosas, impenitentes ciudades.

 

 

El mundo me ha dejado respirar

Es cierto que amé la tarde y su luz
y consternado sepulté a mis padres
bajo la canción ponzoñosa y beoda.

A las arañas les temo retorcidamente
y también la eterna primavera me traía
.. . . .. . .. .. .. .. .. .. .. /los suicidas de mi aldea.
Ante la ventana canturrea la mañana
"Está caro el aceite"
verso de un poeta futbolista que no se equivocó en 1987
porque todavía sigue caro el aceite.

La cicuta bordea los caminos con su voz azulosa
Mientras el mundo me deja respirar,
La embriaguez insiste en botar los cercos
Y el mundo me deja respirar.

Aún sigue desganchándose la noche
se pudre el anaquel literatoso de Chile
y el mundo me deja respirar.

Ahora me veo como antaño cargando una cesta,
la multitud de la niñez inclinando la balanza
ante el corazón recostado de los parques.

Yo me entrego a esa campana llenándose de noche,
Al respirar agonizante de los árboles,
a la esperanza de encontrar entre los escombros
El álbum familiar y sonoro de tierra.

 

 

Al suelo de la iglesia

Al suelo de la iglesia
como la madre extiende su manto y titubea,
la mañana arroja de súbito
los harapos del muerto que defecaron en la vida descuidadamente.

De tanto en tanto crece en la loza el tumulto
y la carencia chapotea en la pilastra.

Golpea la tarde en los portones
husmea el silencio en las ventanas
es sacado el muerto y traspasado por la luz falsa del vitral.

Se ha limpiado de los despojos
El suelo de la iglesia.

 

 

Nota del regreso

Al entrar en los frutales y luces de antaño
vengo por la oscura noche,
y esta manera de escribir, de tragar saliva
. . .. . .. .. .. .. .. .. .. / sangrienta,
Creyendo estar "Cocido a una estrella"
pero estar cocido en verdad, a los pozos o drenajes
. . .. . .. .. .. .. .. .. .. / de las cocinerías.

Es horrible regresar al paraíso
cuando se dejó todo en la guerra
y a la familia en un rincón de la foto.

Sólo yo y el paisaje,
Me entroniza la muerte y canta tiernamente,
a probarla he venido, como a la puerta de la novia
después de la lluvia
Avisa su amor el adolescente.

 

 

 



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Por Ernesto González Barnert.