El libro fue presentado el miércoles 22 de enero de 2014 en el salón central de la Sociedad de Escritores de Chile por los poetas Jorge Montealegre y César Millahueique, acto en el que este último leyó lo siguiente:
El siguiente trabajo nos lleva por un territorio cuyo mapa está tallado en la piel de los protagonistas.
La densidad del texto es de tal envergadura, de tal dimensión, que el autor debió obligadamente ser protagonista, estar en los primeros planos, en la delgada línea roja, en la arista, en los bordes de aquel espanto donde se juega a la vida y a la muerte. Por eso llora en los baños del penal a sus amigos asesinados.
Aquel dolor que cala hasta el ADN y que pretende husmear en nuestro imaginario con el propósito de atormentar los días venideros; sin embargo, como dice la canción que más de alguna vez masculló el poeta: "la derrota del hombre siempre es breve".
Entonces, en medio de la paradoja surgen esos nombres, los amigos que ya no están y que nadie sabe dónde
los dejaron, en noches irrepetibles, y que hoy son los insumos para la épica necesaria que se requiere en esto de ser un sobreviviente. Ni derrotado, ni victorioso, simplemente un sobreviviente, no más que eso; pero, ojo, nunca menos que eso.
El poeta Cottet insiste, insta y asedia a su propia memoria con el fin de que los otros perduren, que el amor y la ternura de los otros se trasvasije a la neurona de este continente.
En el marasmo, en medio de este naufragio, en lo terrible, en lo abyecto de la dictadura militar, en esos golpes de pura obscenidad que nos brindaran las fuerzas armadas de Chile, el poeta insiste en lanzarse a la vida y pronunciar el nombre de sus amigos, de sus hijos, la íntima conversación con la madre, el nombre de aquellos que cayeron combatiendo como los hermanos Vergara, de los atormentados, como la muchacha que fue enterrada viva con la cabeza afuera para patearla en un regimiento de Arica.
En estos hechos indescriptibles, los insumos literarios universales emergen para darle un respiro al rol de sobreviviente que va y viene insistentemente como el poeta que es, como el novelista que es, como el editor que es, como el antropólogo que es.
En esto de alimentar la memoria se cruzan estímulos poéticos como si Julius Fucik, Walt Whitman, César Vallejo y los cientos de militantes que ha conocido en su vida escribieran a manos juntas aglomeradas en un puñado este inicio de la vida.
INICIO DE LA VIDA
El enorme infante guerrero que yo era
Erguido como planeta
Reconoció la altura de los montes
Destelló de ira tras la rama seca
Y alcanzó un beso sin futuro que ofertarle
A sus muertos
Inauguró así la vida de sólo mirar
Instauró la fruta del destierro
Y hasta un trozo de olvido de sólo tocar
Dijo algunas palabras que nadie comprendía
Pero echó a correr
Tras lo desconocido de siempre
Y erguido como planeta como bestia
Roca manchada de sangre
reconoció la altura de los montes.
El libro "Políticamente Incorrecto" es un texto que se nutre desde la realidad más dura, junto con enfrentamos a nuestras propias contradicciones, como aquella que los estudiantes denuncian a los encapuchados, paradoja reciente, instalada en la TV hasta el living de nuestras casas. Paradojas permanentes en la post dictadura, en la post modernidad de las redes sociales.
Y aquí estamos a la velocidad de la memoria siendo homenajeados por el poeta, por el sobreviviente que insiste en seguir queriendo a la humanidad.
Y aquí estamos con algo de la poética de Chile, que se construye en la mezcla del espanto y la majadera suma de derrotas, donde una diminuta esperanza en la pupila de los que dan sentido a nuestras vidas se nos ofrece.
El poeta Cottet se niega a murmurar y prefiere hablar en voz alta, se niega a mascullar en solitario e invita a esos anónimos y los sienta en la barra de la memoria.
NOTA A PIE DE PAGINA
Estoy mirando aquella foto que no existe
Estoy sentado frente a la muchacha que amaba
No tengo miedo de saber de este fracaso
Casi humano, casi total
Es tan nuestro como son los huesos y la estocada
Es hora de cierta sinceridad
Es hora de reconocemos
No estamos acabados
Quizás un poco viejos descontentos de a rato
Es hora de cerrar los ojos para mirarnos
Y saber en qué nos hemos convertido.
Es un hablante lírico denso, con el cual no es posible acabar, nos lleva por senderos oníricos sublimes, nos eleva a infinitos conjeturados y luego nos deja caer en medio de nuestra propia humanidad para decimos:
Hoy es un día terrible
Ayer también lo fue
Mañana seguro lo será.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Libro "Políticamente Incorrecto"
Cristián Cottet. Mosquito Editores, 2013, 96 páginas
Por César Millahueique
Publicado en EL SIGLO, 14 de marzo 2014