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La labor de un poeta / La transparencia de Hurón Magma
Texto de presentación del libro Si mañana llueve (obra escogida), de Hurón Magma.
Por Cristian Cruz
Otoño 2018, Valparaíso.
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La poesía de Hurón Magma razona con lo tierno y telúrico de un Sur profundo. Un temple que se impone ante toda falsedad, autenticidad que no necesita la sonoridad mediática, sino un franco aislamiento personal junto a su literatura. Pues bien, Hurón Magma es un poeta en la pequeña aldea. Su raigambre en una tradición de la poesía chilena nutre su poesía, como del mito el poeta. Hurón representa a sus poemas tanto como estos lo representan y de manera formidable. Es cierto que debemos cuidarnos de los elogios que el poeta no pueda sostener, donde cada afirmación puede resultar peligrosa. Pero bajo el signo de la poesía, todo elogio se reafirma por sí mismo. Libro tras libro, nos traslada a una conversación íntima e intensa, cuya conciencia poética desborda asombro como una forma de afirmación. Esta antología hace justicia con uno de los mejores exponentes de su generación. Un gesto editorial que es un ajuste con la tradición poética chilena, dando certeza de que la esencia no ha muerto. Los lares, que para algunos son el aire fresco que los intoxica, son en definitiva las zonas de ensueño en donde compartimos el pan y el vino.
En Chile ser poeta implica aislamiento, si no total, al menos auténtico. De esto último Hurón es un maestro; y se trata de vivir en los pueblos del sur, en donde la lluvia y el bosque son la totalización del ensueño. En el bosque se desarrolla el mito, se escurre la noche y los seres toman su poder. Elementos territoriales como base del poema. Toda profundidad por anónima que sea se filtra a la luz en estas páginas. Poeta y poema en su máxima conjunción. No existen lugares para la falsedad; lo verdadero asume su cuota de poder sobre el aura del poeta. El poeta viene de regreso, viene volando, “vestido de abejas”, regresa desde profundas zonas a buscar baldes de leche humeante, a cruzar puentes de madera, a presenciar el rostro en las aguas de un estero.
“Si mañana llueve”, uno de los mejores poemas de su generación, bastaría para no equivocarnos. Heredero, por supuesto, de los poetas de los lares, Hurón se apodera del bastón de esa tradición: “Un poeta escribe para que lo lea un joven de provincia en un estante polvoriento”. La poesía ha retomado su curso, “la poesía no muere, solo duerme”. Como si hace mucho no hubiese aparecido un poeta en la ruta.
Los libros de Hurón son en parte la crónica de la agonía de un tiempo. Por una parte, la iniciática, la contingencia política llevada al cedazo de la poesía, filtrada por la ternura del poeta, pero sin alivianar el dolor ni acrecentar el olvido y la muerte. Una poesía que atiende la desesperación ante la dictadura, una poesía que otorga influencia en los lectores, que no eran pocos en los círculos del sur, en el fronterizo Temuco como polo poético.
Esta poesía ha forjado un territorio poético con herramientas elementales que no necesariamente se conectaron con el mundo originario, por lo cual su poesía, a pesar de provenir de un territorio muy marcado por lo intercultural, no podría ser leída desde una mirada etnográfica, antropológica o social cultural. La poesía de Hurón Magna es con toda autoridad una de las más representativas de un lirismo que asume el larismo como opción de continuidad. Asimila los espacios de lectura y de cotidianeidad del autor. He ahí donde radica la riqueza de esta poesía: compartir la mirada hacia el romanticismo por las cosas, los seres, los elementos. La puerta de entrada a lo profundo, a lo verdadero. Hurón Magma ha creído en su instinto nostálgico, en su ensoñación, y desde ese punto de partida no existe peligro de la extinción.
Lleno de una certeza en lo poético, válido en sí mismo, esta poesía incrementa su mirada hacia el arraigo y lo convierte en otro más de la maravillosa lista de poetas de los lares. Pareciera que esta antología otorga un orden perdido, extraviado. Hacía falta leer una poesía como esta: “avanzamos, ¿no sería mejor retroceder?”. Convertirse en poeta ha sido una de las misiones más íntimas de Hurón Magma. He visto a un poeta y me he convertido en su amigo, ¿qué más podría pedirle a la poesía?
