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Carlos Decap. Golpes de vista
La Calabaza del Diablo, 2005
Gonzalo Millán
Texto de contraportada
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Carlos Decap estudió literatura en la Universidad de Concepción, a fines de los setenta, donde codirigió la revista Posdata. Ha publicado la plaquette Bar Chile (1988) y el libro Asunto de ojo (1991). Después de contribuir a la mitologización de la Perla Negra del Biobío, emigra a Santiago a mediados de los ochenta, donde se gana la vida como corrector de estilo (un corrector incorregible) en diversos trabajos editoriales y periodísticos. Luego de probar el exilio europeo durante algunos años –sigue cursos de doctorado en literatura latinoamericana en la Universidad Complutense de Madrid–, regresa a Santiago, instalándose en Ñuñoa y se convierte en un puntal subterráneo de la escena poética post.
Su poesía, acorde con los tiempos que vuelan, amplía los códigos del lenguaje lírico vigente, incorporando referentes de la música popular, del cine y la televisión, de la política y la vida callejera.
Poesía de una estimulante impureza heterogénea, compuesta de instantáneas de experiencias fragmentarias, donde se entrevera la Diosa Blanca de Robert Graves con Fellini, las causas de U2 con los causeos de Los Cisnes.
Poesía del tiempo y de la metaescucha, con frases y fraseos, y del espacio y de la metamirada, del encuadre y el montaje. La mirada de su poesía se empecina en abrirnos los ojos, a pesar de la afirmación de Lacan: “Lo que miramos es lo que no podemos ver”.
Poesía construida por las imágenes de un fotógrafo sin cámara y de un director sin película, escenas compartidas de un actor sin teatro ni público. El ojo en tinta del sujeto crítico, golpeado por la vista, se empeña a diario en reconstruir la esperanza sobre las ruinas de la ilusión.
Un cuestionamiento de la mirada residual y de las frases ingrávidas, de la visión refleja y estancada, de la pasión pasiva del vidiota colgado del cable. Como en el blues, bajo la máscara de una desgarrada frustración amorosa puede escucharse la sorda protesta por las grandes promesas incumplidas”.
