Quien espera de este libro una biografía convencional se decepcionará o, mejor dicho, quedará perplejo.
En el título mismo de la obra después de La rabia y el augurio, el autor precisa "Un ensayo biográfico sobre Carlos Droguett". ¿Qué diferencia hay entre un "ensayo biográfico" y una "biografía"? Un ensayo es un tanteo, una prueba o una aproximación personal; carece, por lo mismo, del carácter definitivo, objetivo, resuelto y acabado de una biografía, pero, a su vez, supone más arrojo y pasión.
El ensayo de Bisama se propone, pues, ofrecer una figura tentativa de Carlos Droguett y, a la vez, busca ubicarlo en la evolución histórica de la literatura chilena del siglo XX para contener "el frágil espíritu de su tiempo". El ensayo que aquí se lee se encuentra cercano a lo que usualmente se llama una "biografía literaria", en la que simultáneamente a los datos biográficos más importantes, el autor de la biografía va dando, entrelazados con los primeros, una interpretación de la obra, como lo ha hecho brillantemente, por ejemplo, Rüdiger Safranski.
Así, el libro no se inicia con el nacimiento de su autor, sino, después de una soberbia cita, con un acercamiento a La señorita Lara, una novela breve escrita en 1979 y publicada en 2001, después del fallecimiento de Droguett en Suiza, en 1996.
Esta novela le sirve a Bisama para, de entrada, plantear las hipótesis principales que luego se desplegarán a lo largo del libro. ¿Cuáles son? Primera, que la literatura de Droguett captura obsesivamente "lo que repta o se pudre bajo de la lengua y de las capas geológicas del horror, del barro que es la historia de Chile". Por lo mismo, desde el ángulo del lector, importa recorrer "una casa del terror o la exhibición de una violencia catártica, que no escabulle nunca los contornos de la propia memoria". Esta tesis es fundamental y se demuestra en el análisis de cada una de sus obras. "Droguett escribe para vengar las víctimas y descubrir a los victimarios, también para transformar la literatura chilena. No hay futuro. Todo es falso.
Lo único real son los muertos o, mejor dicho, la conciencia y los muertos, aquellos escombros de sus biografías". Por otro lado, plantea la enorme soledad en que transcurre su decurso literario, que se construye desde sí mismo, a la vera de ciertas amistades, pero al margen de las inquietudes de su generación y de las grandes tendencias —sobre todo, "el boom" de la literatura latinoamericana— que lo rodean. "Las modas pasan al lado suyo, como si su literatura existiese al costado de cualquier polémica o manifiesto de época, haciendo que cada declaración de novedad de los otros luzca mínima, impostada, fútil". Otra idea que formula aquí y repite durante el resto del texto es la convicción de que las distintas obras de Droguett —múltiples, variopintas, refundidas, reescritas, formuladas en distintos géneros y registros— son trozos de una única obra, de una novela total.
En otros de los puntos, Bisama destaca también el nexo de la narrativa de Droguett con el espacio territorial de Santiago, siempre él mismo, aunque sean textos elaborados en el exilio y quizás con mayor razón y punción allí: "Ese Santiago es sucio, ruidoso y está en una explosión perpetua, en una crisis constante". Bisama describe con espesor, precisión y rango la ciudad que sirve de escenario a Droguett y cómo esa ciudad se entrevera con sus historias y con el ritmo y el estilo del escritor.
Bisama parece que va a esquivar los puntos más difíciles de abordar de la narrativa del autor, pero no es así, sea el estilo o el carácter religioso de la obra de Droguett, Bisama los trata de manera directa y con profundidad y vigor en el momento preciso y vuelve sobre ellos a medida que los años y volúmenes avanzan. Bisama escribe sobre Droguett como si este libro formara parte de un proyecto mayor, del cual ya se incluye también el libro sobre Pablo de Rokha y del cual se atisban aquí otros nombres. Se trata de una suerte de itinerario de la literatura chilena del cual se van señalando sus principales cumbres y las figuras secundarias. Ya en este libro se perfila en parte el patrón que une a las figuras mayores, las líneas que señalan y excluyen.
El libro de Bisama se lee rápido porque el lector parece cabalgar sobre una prosa bella, ajustada y veloz que en ocasiones está dotada de un lirismo penetrante y lúcido que parece ser el único instrumento para poder abordar la obra multifacética, dura e implacable de Droguett.
Bisama escudriña la rabia y el augurio, los dos polos de esa obra, en un libro fundamental para aproximarse a la vida y obra del escritor, pero también es una lectura provocativa de la literatura chilena. Bisama escribe sobre Droguett como si este libro formara parte de un proyecto mayor.
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LA RABIA Y EL AUGURIO
Álvaro Bisama Ediciones UDP, Santiago, 2023, 228 páginas
Por Pedro Gandolfo
Publicado en Revista de Libros, 18 de febrero de 2024