Proyecto Patrimonio - 2015 | index | Claudio Giaconi | Francisco Véjar |
Autores |

 


 

 

Un rebelde viajero
"La difícil juventud" de Claudio Giaconi cumple 50 años

Por Francisco Véjar
Revista de Libros de El Mercurio, Viernes 16 de abril de 2004


.. .. .. .. ..

Nació en Curicó, en el Molino de la Buena Esperanza, el 23 de agosto de 1927, el día en que Sacco y Vanzetti fueron ejecutados en Boston. Claudio Giaconi se educa en un colegio religioso, pero interrumpe sus humanidades al cuarto año. Las clases ya no tienen nada que enseñarle. Lee a Dostoievski, Goncharov, Proust, Joyce, Poe, entre otros autores. Se ve obligado a trabajar en diversas ocupaciones. Por esa época empieza a escribir novelas breves, ensayos, poemas, obras de teatro. Nace el germen de La difícil juventud.

A principios de los cincuenta era una especie de dandy que frecuentaba el Parque Forestal o el "Café Sao Paulo". Sus amigos de entonces eran Carlos Faz, Jaime Laso, Enrique Lafourcade, Jorge Edwards. Visitaban el bar Il Bosco, compartían lecturas y el anhelo de inaugurar otra forma de arte. Giaconi recuerda la efervescencia de ese tiempo: "No adheríamos a convencionalismos, realizábamos un proceso de lenta maduración personal, observando el mundo al margen del núcleo social al que pertenecíamos; éramos poseedores de un sentido crítico".

En 1954 continúa escribiendo, pero se resiste a publicar. A mediados de ese año, un general en retiro de la Armada interpuso una querella por injurias en su contra, como respuesta a una carta privada en que el autor lo acusaba de hostilizar a su familia. Huye a la clandestinidad, pero es detenido en Il Bosco y trasladado a la Cárcel Pública. Su defensa logra ponerlo en libertad, doblándole la mano a la ley Valdovinos. Giaconi se declara escritor y lo prueba publicando La difícil juventud (1954).

La crítica se manifestó gradualmente. Fernando Alegría, en el libro Fronteras. Literatura chilena del realismo del siglo XX (1962), escribió: "Entre los representantes chilenos de la ira y la desesperación sobresale Claudio Giaconi". Algo semejante dijo Ricardo Latcham, en la introducción a la Antología del cuento hispanoamericano (1957). Al leer tales comentarios, Giaconi se desdobla - como en el final de su libro El Sueño de Amadeo (1959), donde el adolescente que está a orillas de un río se ve a sí mismo en la orilla opuesta- y asume que están escribiendo sobre otro autor y no sobre él. Confiesa que idéntica reacción tuvo hace 50 años al leer la crítica de Alone, que lo proclamó como un hito de la narrativa nacional del siglo XX.

En aquella época recibe distinciones, sufre desencantos y continúa su camino, aprendiendo idiomas, desplazándose, escribiendo. Lee la literatura rusa por dentro. El resultado: su ensayo sobre Nicolás Gogol, Un hombre en la trampa, de 1960. Con este libro obtiene el Premio Gabriela Mistral y grandes críticas, incluso fuera de Chile. Pero nunca comienza su siguiente proyecto, un estudio del novelista norteamericano Thomas Wolfe. Entonces viaja a Roma, con una beca del gobierno italiano.


El escritor errante

Parte a México en 1962. Allí colabora en el diario "El Excelsior". "Eran crónicas donde evocaba mis viajes - comenta- . El nombre de la serie era: "Cavilaciones, ciudades y vivencias". Ahí empecé a desarrollar esa especie de periodismo narrativo, atípico, que me sirvió para mi escritura literaria". Entre sus asiduos lectores estaba Carlos Fuentes, quien definía a Claudio Giaconi como "un escritor renuente" por su renuencia a publicar.

En 1963 llega a Estados Unidos, a Pittsburgh, donde permanece hasta 1969. Cuenta de ello: "Fue mi Siberia. En los inviernos hacían unos fríos polares. No escribí nada en ese período. Pero aprendí el inglés a fondo e hice clases de literatura latinoamericana en la universidad de la ciudad". Después se va a Washington y luego a Nueva York, donde lo contrata la agencia UPI como editor bilingüe, en mayo del 73. "Ahí empezó todo de nuevo. La ciudad de Nueva York me fascinó. Fue mi segunda patria y me sacó de los winter blues, la típica depresión de invierno. Amé intensamente esa ciudad y fui correspondido. Me hizo salir del cascarón", expresa.

Más tarde, entre los setenta y ochenta, comienza la etapa del escritor trashumante, con algunas visitas esporádicas a Chile. Sufrió de lo que él llama "síndrome de Aesperus", viajar sin motivo alguno. Fue incluso a parajes que no figuran en el mapa y, sin embargo, vivió siempre en grandes centros urbanos: Bruselas, Roma, París, Berlín, México, Washington, Nueva York. De esas experiencias se llevó en sus escritos todo lo que significaron en goce, dolor y obra. "Admiro a los escritores en movimiento, Stendhal, Gogol, Melville, Conrad, Kerouac, Cendrars y Wolfe", confiesa.

La lejanía de Giaconi y su negativa a publicar crearon la leyenda en Chile. Se escribió que fue sepultado con honores en la URSS; que andaba vestido de andrajos, mendigando en Europa; que bajaba por la Quinta Avenida de Nueva York disfrazado de Rudolf Nureyev, en patines de hielo; que en México fue asesinado por un poeta que había inventado un zapato volador...

Pero lo real era que el autor de La difícil juventud trabajaba en su novela, aún inédita, "F". Empezó a escribirla en Nueva York, en los ochenta. La trama de la narración transcurre en Washington D.C., entre abril y mayo de 1970, en el hospital psiquiátrico Saint Elizabeth, donde Ezra Pound estuvo encerrado doce años. "Es una novela en proceso de elaboración, que ahora llega a su fin", dice. Tendría la forma de un mosaico de tiempos, que retrocede hasta 1933 y finaliza en el 2001.


Poemas premonitorios

Su última publicación data de 1985, cuando presenta El derrumbe de Occidente, libro de poemas premonitorio, que describe la atmósfera en Estados Unidos, antes y después de la caída de las Torres Gemelas. El autor aún residía en el exterior. Cinco años más tarde, vuelve definitivamente. Al consultarle por el reencuentro con Chile, afirma: "Creí que había llegado a Johannesburgo, Sudáfrica, en pleno apartheid".

En la actualidad trabaja de noche en la revisión final de su novela "F". Vive en las cercanías del Parque Forestal. Ahí escucha música y relee a Nicanor Parra y Tristram Shandy. Está atento a todo lo que ocurre en Chile y el exterior. Le preguntamos por la narrativa de hoy, y responde: "La narrativa quedó rezagada ante la invasión audiovisual; los espacios del imaginario han sido ocupados por telenovelas que sólo contribuyen a la pauperización de la cultura chilena. En síntesis, en lugar de Tolstoi, Kike Morandé".

A cincuenta años de la publicación de La difícil juventud, él no le cambiaría ni una coma. El libro está vivo. Aunque lo que está escribiendo difiere de lo anterior, manifiesta que su temática sigue siendo la misma: "El amor, la locura, el sexo, la muerte, Hiroshima...".



 



 

Proyecto Patrimonio— Año 2015 
A Página Principal
| A Archivo Claudio Giaconi | A Archivo Francisco Véjar | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Un rebelde viajero
"La difícil juventud" de Claudio Giaconi cumple 50 años
Por Francisco Véjar
Revista de Libros de El Mercurio, Viernes 16 de abril de 2004