Hace poco más de un mes recibí un e-mail con un libro que se asomaba a la vida, Conticinio, primero sentí la alegría por la obra publicada, segundo fue el impacto por el título del libro, palabra nada frecuente. Luego, cuando comencé a leerlo y lo terminé y volví a leerlo, me di cuenta de que ese título era especial y que al igual que sucede cuando los padres eligen el nombre de su niño y es el que tenía que ser, Carolina, bautizó su libro, ahora el libro de todos, con el nombre que debía llevar. Esto es así porque el encuentro con la palabra invita al silencio reflexivo, si bien no es necesaria la noche, sí se hace necesario ese profundo silencio que menciono. El tejido textual se va produciendo entre una forma diferente de combinar los versos, unas preciosas décimas que le brindan al poema un ritmo ágil, ameno en conjunción a una sonoridad que nos invita a continuar con el especial encuentro con la palabra.
“Su país se hizo el mundo,
y la palabra las alas
que devinieron las galas
que celebran lo profundo
escondido en un segundo
y el misterio existencial
de la vida más trivial”
Y luego, ese encuentro se vuelve profundo, íntimo, debido a que los temas tienen una complejidad notoria, nada está dicho o puesto al azar, la autora nos interpela e interpela a responsables de temas socio-políticos complicados, fuertes, y uno dice, “vaya, esto sí pasa”. Sí, realidades de un país, pero también de un mundo globalizado en el cual hablamos de adelantos, de educación, de salud, de justicia, de la naturaleza, levantando banderas; pero, tristemente nos damos cuenta de que estos temas/problemas continúan asolando al mundo, nuestro mundo. Entonces la voz de la autora de Conticinio emerge firme, sin dudas, en un canto de rebelión, de alerta, introspectivo, es un llamado que nos convoca con el fin de que unidos logremos la fuerza necesaria que el mundo necesita para ir hacia adelante en verdadera evolución no solo material sino también espiritual, el centro real de los verdaderos cambios. Mirar al futuro, un futuro de esperanza con mirada de pensamiento y brazos puestos en acción, donde cada uno con las herramientas que tenga y considere usar se engrandezca y nos engrandezcamos de una vez por todas.
Gracias Carolina Grekin Garfunkel, por acercarnos tu palabra, tu intención y tu sentido colaborativo para que desde un ser se irradie y se forje la buena voluntad hacia el Mundo que anhelamos.
“de niña he sido diestra
en el arte de vagar
por las redes del pensar
aunque no siempre resulta
revelar verdad oculta”
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com “Devolución a Carolina”. Por Graciela Balegno.
A propósito de "Conticinio, en la huella decimista", de Carolina Grekin Garfunkel.
Las Tentaciones de Penélope, 114 páginas, diciembre de 2024.