Proyecto Patrimonio - 2022 | index |
Claudio Guerrero Valenzuela | Autores |












Notas para un Seminario de Poesía[1]

Claudio Guerrero Valenzuela


.. .. .. .. ..

Hemos tomado el título para este Seminario sobre poesía contemporánea del Cono Sur de unos versos de la poeta nacida en Viña del Mar en 1959, Ximena Rivera. Se trata de un breve poema titulado “Mantra” incluido en el libro Poemas de agua, publicado en Santiago en 2005. El poema dice:

Entonces lo que hay:
es la palabra
Palabra.

                        La palabra,
es lo que hay.

¿Qué es lo que hay? ¿Qué palabra? ¿Y qué tipo de palabra? Una con mayúscula, imponente, importante. Pero también, ¿qué es lo hay entre la palabra y lo que hay? En esa coma impertinente entre sustantivo y cópula verbal que funciona como hiato, pausa o escisión, en ese desvío de la gramaticalidad normativa que propone un límite entre sujeto y objeto, situamos la propuesta reflexiva de este Seminario de Poesía. Una invitación para merodear en torno a la Palabra con mayúsculas y tratar de encontrar definiciones sobre lo que hay, pero sobre todo, una invitación para detenerse en esa coma que impone un límite.  

La poeta y ensayista argentina Tamara Kamenszain, fallecida recientemente, subtitulaba su libro Una intimidad inofensiva (2016) con una frase parecida: “Los que escriben con lo que hay”. Qué es lo que hay pareciera ser una pregunta trascendental a la que todo poeta debiese aspirar alguna vez. Repito: ¿qué es lo que hay? ¿Dolor, restos, emoción? ¿Lenguaje, visiones, documentos? ¿Procedimientos, intervenciones, alteraciones? ¿Una estética, una puesta en voz?

La poeta y ensayista norteamericana Denise Levertov, en un preciso texto titulado “Sobre la función de la pausa verbal” (2017) acotaba estas disquisiciones y gravaba la importancia de detenerse en el doble proceso exploratorio de pensar/sentir, sentir/pensar, que echa a andar la escritura poética, enfatizando: “La herramienta de precisión crucial para propiciar este procedimiento exploratorio es la pausa versal”.

Dos cosas que parecen relevantes, entonces, dos cosas que van entrelazadas: la poesía como un ejercicio de conciencia escritural, cuya herramienta principal es la detención que propone el verso. El límite del ritmo, aquel que marca un tono. O una forma de la respiración, como también lo han recalcado otros poetas, como por ejemplo, Armando Uribe.

Resulta interesante aquí, en este punto, que Ximena Rivera marca una doble detención: la del final de verso acompañada de una coma, que al mismo tiempo interviene el decurso oracional tradicional. Como si el ejercicio reflexivo de la escritura poética nos invitara a detenernos no una vez, sino varias veces, sobre sí. Como si frenar la lengua fuera tarea primordial.

El poeta Thomas Stearns Elliot, en sus ensayos titulados Función de la poesía y función de la crítica (1933), señalaba que uno de los grandes anhelos de la poesía es la de descubrir “el punto de intersección de lo intemporal con el tiempo”. Ese punto de empalme indeterminado es quizás, también, una parte de lo que hay. Ese algo que busca ser nombrado. Una función de la poesía que permite localizar su lugar de enunciación.

Finalizo con una última referencia/premisa, que pienso puede servir también como un detonante para leer poesía y para vincularse son su fuerza de ignición. En su poemario-ensayo Notas para un Seminario sobre Foucault (2018), el poeta peruano Mario Montalbetti reflexionaba, a partir de las teorías de Wittgenstein, Foucault, Deleuze y otros, en torno a la relación entre poesía y lenguaje. En la Sesión II de dicho libro, señala:


el lenguaje no limita con lo que no se puede decir
sino con lo que sólo se puede ver

el límite del lenguaje es la visión, la visión absoluta
lo que se ve y no se puede decir

el lenguaje limita con lo que sale a la luz

Habría algo ahí, en la coma, en la pausa, en el doble proceso de pensar/sentir, sentir/pensar, en el punto de encuentro de la historia y lo intemporal, un indecible salir a luz. Ese algo que jamás podrá ser asimilado del todo. Ese salir a la luz, ese saltar a la vista, es quizás -también- otra forma de comprender aquello que hay. Lo que hay es una palabra. Una palabra escindida que al mismo tiempo es sinécdoque de algo mayor. Una palabra que promete. Es vista, es oído, pero también olfato, gusto, tacto. El poema como un cuerpo, un cuerpo vivo, vara de lo real, un cuerpo repleto de huecos e hiatos, un cuerpo que solo puede escribir con lo que hay.   


Octubre 2022

 

 


[1] Palabras de bienvenida al Seminario “La palabra, es lo que hay. Reflexiones sobre la poesía contemporánea del Cono Sur”, realizado el día jueves 27 de octubre de 2022 en Biblioteca de Filosofía y Educación del Campus Sausalito de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

 

 

 

 

 

 

 



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2022
A Página Principal
| A Archivo Claudio Guerrero | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Notas para un Seminario de Poesía.
“La palabra, es lo que hay. Reflexiones sobre la poesía contemporánea del Cono Sur”
PUCV 27 de octubre 2022.
Por Claudio Guerrero Valenzuela