Una escalera contra la pared. Sangría Editora, 2011.
Reserva de Narrativa Chilena, 7
Publican novela inédita de Cristián Huneeus: el final de una singular trilogía
Por Javier García
La Tercera, Lunes 8 de agosto de 2011
Gaspar Ruiz ha reprobado algunos ramos en su carrera de Arquitectura y no podrá salir de vacaciones. Es "el infame verano del 56". El se quedará en casa mientras sus amigos viajan de lo lindo. Santiago Cummings va a París, Gonzalo Vega se halla "en un lugar improbable" y Guillermo Torres va con su madre a El Quisco. "En tanto que Gaspar, el verdadero escritor del grupo, destituido de su desenvoltura, no puede con más que un pobre diario mural doméstico". La historia es el inicio de Una escalera contra la pared, la novela que aún permanecía inédita de Cristián Huneeus, de la que sólo existía un ejemplar mecanografiado, fechado en 1983. Huneeus fue un escritor subterráneo, que elaboró una obra singular, que cuestiona los límites de la novela.
Nacido en 1937, en Viña del Mar, y educado en el Saint George, en estos últimos años su obra ha sido rescatada, luego de pasar casi inadvertida por la crítica local. "Un escritor que no se entendió en su momento", cree su hija, Daniela Huneeus Errázuriz, quien conservó su obra tras su muerte, en 1985. Cercano a la generación del 50 y parte de una familia de la élite, Cristián Huneeus fue gran amigo de Enrique Lihn y Nicanor Parra. El antipoeta lo definió como "un electrón periférico". Huneeus fue parte del núcleo de la literatura chilena de la segunda mitad del siglo XX, pero a la vez se mantuvo al margen. En los 60 partió a la Universidad de Cambridge a hacer un Doctorado en Literatura Inglesa. En 1977 se instaló en Cabildo a cultivar paltas, fue crítico con el gobierno de Salvador Allende y, luego, con la dictadura de Pinochet. Antes de Cabildo, eso sí, fue director del Departamento de Estudios Humanísticos de la Escuela de Ingeniería de la U. de Chile, donde fundó la mítica revista Manuscritos, en 1975. Sólo duró un número y generó una controversia intelectual y política en su momento, debido a los agudos textos que allí aparecían. Entre sus páginas también se reprodujeron los Quebrantahuesos, serie de collages dadaístas creados en 1952 por Nicanor Parra, Enrique Lihn y Alejandro Jodorowsky. Una idea que se asemeja a la del diario mural, con el que Gaspar Ruiz debe hacer frente a su infame verano.
El escritor chileno bautiza a Gaspar Ruiz en homenaje a la novela homónima de Joseph Conrad, publicada en 1906. Al mismo tiempo, Ruiz resulta ser un alter ego de Huneeus, quien en Una escalera contra la pared narra la historia de este chico que en plena juventud, se encuentra solo.
El personaje aparece también en El rincón de los niños (1980), una parodia de su generación, ambientada en los 50, donde Huneeus se ríe de los jovencitos pitucos que viven en una fiesta perpetua, yendo a la piscina o a la playa. Tres años después Huneeus usaría a Ruiz como seudónimo para publicar El verano del ganadero, un breve relato pornográfico que años después se volvería inencontrable. Ambas novelas fueron rescatadas por editorial Sangría, en 2008 y 2010. Ahora la trilogía se cierra con Una escalera... gracias al escritor Carlos Labbé (33 años), editor del sello. "Carlos representa a una generación que se interesó en la obra de mi padre, quien murió joven. Sólo tenía 48 años", cuenta Daniela, hija del primer matrimonio de la fotógrafa Paz Errázuriz con Huneeus.
"La verdad y yo"
En Una escalera contra la pared, titulada así por un verso del poeta Juan Luis Martínez, Gaspar Ruiz escribe un diario, donde va registrando cada una de las cartas que sus hermanas le envían desde "sendos lugares de veraneo". Gaspar está celoso, pero se desquitará a su debido tiempo. Acompañará a su padre, durante dos meses, a un viaje en barco por el océano Pacífico. "El norte de Chile y el Perú no eran Europa, pero un viaje era un viaje", reflexiona Gaspar. Tendrá más de una aventura y su soledad acabará con varias experiencias amorosas y sexuales.
También Gaspar se refiere a la historia de Chile. Le interesa el sentido visionario de Diego Portales. Visitará con su padre Tacna, Lima y Cuzco y se encontrará con gente de su clase. En su diario escribirá: "Para qué te digo que con la gente que había me sentí inmensamente at home, todos conocían a los Ruiz y a los Eastman...". Huneeus incluye en el libro el ensayo La verdad y yo, y anota: "Todo lo descrito es verdad; es precisamente lo escrito y no es otra cosa".
