Hola, me llamo Jimy Pablo Becerra Ortiz y todos me conocen como El niño bebé de Chile y me gusta andar en mi bicicleta lila saludando a todas las mamás y las que no también igual las quiero. A todas les regalo una sonrisa. El 2012 me hicieron una entrevista en la tele y contaron la historia de mi vida. Salió mi muñeco Pilín, Mapachita, mi amiga imaginaria, como me comía la papa con la zurda y la tía me ponía con cuidado el calzón de goma porque los pañales me los pongo solo. Yo ahí tenía 47, pero yo tengo la edad mental de un niñito de 7 añitos, por eso soy El niño bebé de Chile. Me atoro cuando tomo juguito muy rápido. Yo ahí conté que me fui de mi casa. Cuando chico me arranqué y a los 7 añitos un militar me subió a un auto y me hizo la maldad en el Mapocho, pero no puedo decir quién fue. Antes podía leer y escribir ahora ni lo puedo hacer. Después de salir en la tele seguí viajando. Me fui a Puerto Montt donde la mami Silvia. En Chillán la tía Olguita me daba tantas cosas ricas, pero en Pelequén el clima era más rico. Ahí me cuidó por harto tiempo la tía Mirna y el tío Willy. Yo siempre voy a ser el Jimy bebé, un niño especial, voy a sonreír al mundo, el que no me quiera lo dejo nomás, son personas amargadas, yo trato de ser feliz con la edad mental de 7 años que tengo. Pero ya no vivo ahí, me porté mal con la tía Mirna y el tío Willy. Un día me fui a San Carlos en mi bici, por la carretera tocaba la campanilla y vi la cordillera como un dibujo grande y cariñoso. Fui a saludar a los colegios. Ahí yo hago colectas para mis cositas de bebé y fui darles a todos una sonrisa, pero todos los escolares estaban protestando en la plaza por una educación digna y de calidad. Y cuando me vieron dijeron: oh, miren, El niño bebé nos viene a dar el apoyo. Hasta ahí yo me acuerdo bien porque todos saltaban y me movían la bici y ahí un Carabinero me pegó un cachuchazo tan refuerte que me tiró el chupete lejos. Ahí me dio la rabieta y los niños me defendieron, pero los Carabineros me seguían zamarreando y me dio una pataleta y de repente no vi más mi bicicleta y me echaron al furgón. Yo soy El niño bebé, les decía, pero me aplastaron y desperté en un calabozo todo meado y con caquita hasta la espalda y sin la bicicleta, sin el chupete, con ganas de tomar juguito y se reían de mí. Yo tengo la edad mental de siete años y no fumo, le dije a un Carabinero que me ofreció un Philip Morris. La tía Mirna y el tío Willy me fueron a rescatar, pero me seguí portando mal, los Carabineros me dejaron la bicicleta toda fea. Ahora vivo con la tía Alicia, en Romeral. Ella es muy linda y me cuida, era de Santiago y escribe mucho de libros, pero dice que no quiere irse nunca de Romeral. La tía Alicia me cuida y yo me portó bien, porque soy su niño bebé. Salgo poco, pero la tía Alicia me da permiso para ir a Curicó al Colectivo Cultural la Moto. Me quieren hacer un mural en mí honor. Los niños de Chile tenemos que sonreír, porque siempre dejamos alegrías en los hogares. La otra vez fue el día de la madre y los chiquillos del colectivo me conectaron al computador y me hicieron hablar con mamitas de Angol, de Coquimbo, de Temuco, de acá de Curicó y Talca. Les canté, les conté chistes y les mostré una tarjeta corazón que hice en papel lustre. Quedaron felices. Ahora hago directos con amiguitos, solito en mi casa. La tía Alicia me da permiso. Dice que seré un gran youtuber.