Extinta digo
El agua se curva levemente.
Estoy en un jardín.
Extranjera.
Me insisto e
insistiéndome,
soy
un irreparable
error de traducción
***
Soy un espacio en blanco
tengo treinta años
y me he sobrevivido
***
mis manos palideciendo
por no poder tomar
las cosas
como son
***
y qué es esto
que dice “soy”
con una voz que
no es la mía
me extiendo como
un mapa, como
una carta en tránsito
y pregunto:
***
es el espacio entre
los cuerpos,
no los cuerpos
es fisura que se activa
me pierdo en mí
y extinta
digo
nada responde
nada está
MY MOTHER IS A FISH
A ti te educaron los beatnik, Faulkner
y Capote y Dos Passos y Byron
leídos en voz alta por profesores vivos
vehementes, limpios y satisfechos
duchados luego y vestidos para enseñar
a adolescentes igualmente saludables
a pesar del alcohol ingerido
en la noche inmediatamente interior
huesos sanos, dientes sanos, cuerpos
entrenados y resistentes
producto de una buena alimentación
Mis profesores fueron borrachos, sucios, sin dientes
llegando a la sala de clases directamente desde el bar o el garito
con un montón de hojas manchadas y en desorden metidas
dentro de maletines igualmente viejos y precarios
para dar una clase que seguía el ritmo de la respiración o el jadeo
Hombres que se detenían de golpe en la mitad de una frase
para sentarse en el escritorio y llorar largamente
sin importarles, en absoluto, nuestra presencia.
Y no leímos a los poetas. Nadie quería leer a los poetas.