El telón de fondo para este escenario de coros femeninos es el del amor amargo, atormentado, o devastado por el poderoso periplo de los acontecimientos, a saber: el nacimiento, la muerte, el engaño, la mentira, el incesto y, por supuesto, el desamor. Estamos pues ante la caricia puesta al espectador sobre una llaga, no para ser colmada con gratitud, ni con desprecio, sino con la memoria funesta de lo inútil y lo perdido. Tal vez el único remedio para la estupidez humana es contrariar con todas las pasiones posibles, transmutando el olvido en deseo. Sea con la tristeza, sea con lo deleznable, la desesperación emprenderá un ciclo de historias y fracturas que revelará su ontología en su pasión mayor, el canto blasfemo.
Cada voz declara su leche y su sangre, iluminando las comisuras de las heridas, unas cuantas moscas señalan la desnudez. El abismo de toda eternidad resguarda los frutos extraños. En medio de la neurosis y la anagnórisis, los personajes son dueños de sus culpas, solidarios y fallidos, deciden su fraternidad y optan por resignificar lo animal para redimirse de la enfermedad, de lo corrupto y de la vergüenza.
El absoluto mal no es el error de los creyentes, ni el don de los dioses. Es la pieza deforme de quienes oyen el coro femenino. Las que tocan los cadáveres, las que restañan heridas, las que maltratan y las que violentan con crueldad el envés y el borde.
La conciencia expulsa este registro en bruto, la maldita arcada de las noches embestidas. Un dolor, una ira. Sin luchar, el aliento de sus fuerzas jamás podrá hallar compasión. Placer y venganza en cada oración y plegaria, cuando se ama se transgrede hasta la traición. Las mujeres hurgan en la culpa humana, y así traman la gracia de sus nombres en celo y los encarnan en carne propia. La voz y los cuerpos se deshacen en un sonido monstruoso, de gran magnitud, incluso cuando es inaudible afrenta todo silencio y todo secreto.
El hambre y la sed no entierran esta soledad. Solo cuando superan la violencia y la estupidez hallar la media luz de la carne es instituir una nueva redención. El aullido resurge de sus crímenes. El aullido se declara con desgracia y amargura, pero también con otros aromas, otros sabores. El cuerpo despierto entre estas soledades ya no está satisfecho con la belleza ni el placer, sino que en secreto ha construido su nueva e indómita residencia. En este rincón, el poder y la opulencia no despojan ya los nombres y los sueños. En este lugar profano habitan las ausencias y las faltas, no solo las experiencias inconclusas de un rigor humano sino todas las excrecencias de un cuerpo propio, sobre todo auditivas y sonoras donde se resguardan las acciones fallidas, cuando no veniales. Pero este lugar no es para cobardes.
Callao, 6 de noviembre de 2024
_____________________________________ Cecilia Podestá (Ayacucho, 1981): Escritora, editora y destacada representante de la poesía peruana de la generación del 2000. Estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los poemarios Fotografías escritas galardonado con el Premio Dedo Crítico 2002; La primera anunciación, Muro de carne, Desaparecida y Vía Crucis en Chepén; las obras dramáticas Las mujeres de la caja, La repisa de los juguetes vacíos; así como el libro de cuentos De cabeza sobre el pasto amarillo y La orina tibia de tu cuerpo. Dirige la editorial Máquina Purísima que empezó en el 2007 con un catálogo de diversa manufactura con autores peruanos como Carlos Oquendo de Amat, Antonio Cisneros, Carlos Germán Belli, Leopoldo Chariarse, Juan Gonzalo Rose, Rodolfo Hinostroza, Mariela Dreyfus, Victoria Guerrero, Ana María Falconí, Blanca Varela, Carlos López Degregori, entre otros.
Obras:
La primera anunciación (Ajos & Zafiros Ediciones, 2006) · Desaparecida (, 2008) · La primera anunciación (Felicita cartonera, 2010) · Vía Crucis en Chepén (Tranvías Editores, 2010) · De cabeza sobre el pasto amarillo (Punto de Narrativa, 2011) · La orina Tibia de tu cuerpo (Casa Tomada, 2012) · Muro de carne (Editorial Máquina Purísima, 2019) · La Primera anunciación / La Prima annunciazione (Editorial Máquina Purísima, 2021)
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Rosario Rivas Tarazona: (Perú,1975) Poeta, traductora y gestora de eventos culturales. Estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado el poemario bilingüe Milk The Dance (UNMSM, 1997). Ha colaborado en diversas revistas impresas y electrónicas (Dedo Crítico Nº 5 y 9, Ajos & Zafiros Nº 3/4, Caballo de Fuego Nº 24, Socialismo y Participación Nº 94 y 95, Arteidea, Nosferatu. El Malhechor 3, Vanagloria, Los Noveles y Hueso Húmero Nº 55). Participó en el Encuentro con la Poesía Hispanoamericana 1994, organizado por la Universidad de Lima y el Congreso, Las Guerras de este Mundo: Sociedad y Poder en la Obra de Mario Vargas Llosa, organizado por la Pontificia Universidad Católica en 2001, entre otras actividades. Ha organizado junto con Miguel Ildefonso el Conversatorio sobre Poesía Peruana Contemporánea (1990-2002): Los Paraísos Radioactivos, auspiciado por la Asociación Cultural Antares. Se ocupó de coordinar y organizar un seminario anual sobre poesía peruana escrita por mujeres, La ausencia y la multitud (1920-2000), para el Centro Cultural de España, en 2003. Actualmente traduce la obra de James Merrill y desarrolla su tesis de licenciatura sobre La Rosa de la Espinela, de Martín Adán.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com La fiesta de los abandonados:
Una lectura sobre "Impuras y El libro rojo" de Cecilia Podestá
(Revuelta Editores, 2024)
Por Rosario Rivas Tarazona