La historia de las mujeres no es una historia simple, cuando hablamos de ella,
hablamos de diversidad y pluralidad. Las mujeres componen un sistema propio de
percepción y exteriorización de la vida.
La narrativa se desenvuelve en un cosmos arraigado en patrones culturales
autóctonos que celebran la vida, la supervivencia, la colaboración y la convivencia
armoniosa entre individuos. La figura femenina se erige como el pilar fundamental de la
existencia en todas sus manifestaciones, desde su función biológica esencial hasta su
innato compromiso con los aspectos espirituales que sustentan la supervivencia.
En la revisión general de la memoria, es necesario invocar a más de alguna
valiente; “Gabriela Mistral no fue sólo la adolorida mujer de Desolación. En ella se
encuentra un pensamiento social vigoroso y riquísimo, que necesita, ser objeto de estudio
y de investigación de un mayor número de personas. Especialmente se hace preciso
conocer su prosa, que fue “muchas veces su más penetrante poesía”, como dijera el más
connotado poeta nacional, Pablo Neruda (Confieso que he vivido).” *
Klaura Anchío Boroa
La irrupción de la escritura de mujeres en la escena pública, históricamente,
denuncia el régimen de lo universal: análisis abordado en el Congreso de literatura
femenina latinoamericana: Escribir en los bordes87, realizado en Santiago. La noción de
una escritura masculina pretendidamente neutra y universal se rompe cuando las mujeres
escriben y publican una literatura propia, puesto que hacen objeto de su escritura las
experiencias que viven por medio de un cuerpo sexuado femenino. Dichas experiencias
escritas y descritas en novelas, poesías y ensayos entran, con o sin querer, a discutir con lo
que había sido escrito previamente por hombres en la literatura tradicional. Discuten no
sólo porque hay discordancias en cómo se escriben las mujeres y cómo las han imaginado
los hombres. En su mayoría estos últimos las mantienen sólo como objeto de inspiración y
de uso. Sino también, porque la tradición masculina las mantenía alejadas de la actividad
creadora –no se les reconoce la capacidad de efectuar símbolos culturales propios. Lo que
ha conllevado que las mujeres se piensen sin historia... Reconocen un silencio grave,
grande e impuesto del cual precisamos liberarnos.
Kura Newen es, por tanto, un manifiesto que desafía, no solo a la autoridad institucional
Como se evidencia en el poema “La lechuga combativa”
“En tierra de mis ancestros
La verdura anda tirada por el suelo
Del cemento de este crudo y frío pueblo.
Los rostros, las miradas, los gestos
El desprecio hacia nuestro sustento…”
Klaura reta también a esa inconsecuencia de quien está al lado, a la presencia observante
que no actúa, que no se atreve, al propio género que a veces, con ciega mansedumbre, sin
medir las consecuencias, continúa ejerciendo el rol carcelero del patriarcado, defendiendo
éste por sobre el bienestar de otras mujeres.
En el poema “La revoltosa”, lo vemos claramente:
“Allí va la revoltosa, / la conflictiva
Toda pomposa
Con su chamal / y sus cintas.
Ahí va la revoltosa / Seria y erguida
Con su frente angosta y mirada decidida
Ahí viene, ahí va
Ya se fue, ya volvió
Se quedó en la capital
Trabajando de empleá.”
La autora también, se enfrenta a la propia raza, cuestionando actitudes, se sitúa desde la
autocrítica, alzando la voz como una conciencia que alerta y acusa el golpe.
En el poema "En nombre del movimiento", dice
“Indios / weycafe e intelectuales
Son todos iguales
Se quieren engrupir a toda mujer / que se les atraviese
Y como algunas andan en la búsqueda de su identidad…”
Reconozco en Kura Newen una voz necesaria, valiente, que no teme incomodar, más bien
busca esta incomodidad, confrontando las temáticas de género propias de mujeres que
siempre, en este territorio, han estado al borde, de manera inteligente y estrategia
silenciosa, a su vez, carga las problemáticas de un sector geográficamente invisibilizado, es
más, cubierto por los propios desechos de esta, la capital regional, que hoy es testigo en el
centro de la ciudad de Temuco, de cómo la poesía de Klaura en un trabajo paciente y lleno
de detalles, como en el arte de la orfebrería que ella practica, crea objetos líricos desde un
Boyeco que pese a la herida, ofrenda piezas únicas que evidencian que Wallmapu no está
dormido.
Les invito a leer atentamente la poesía de Klaura Anchío Boroa en Kura Newen, su primera
publicación física.
Temuco, Mayo 2024
*Tierra, indio, mujer: Pensamiento social de Gabriela Mistral de Lorena Figueroa.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com "Kura Newen" de Claura Anchío
Por Caro Quijón Sáez