Además de los ya conocidos beneficios para la salud física y mental, pasear por los alrededores de donde se vive puede tener otros efectos provechosos. A Cynthia Rimsky, la escritora chilena radicada en Argentina hace poco más de una década, poner en práctica ese hábito le permitió escribir un libro donde se entrelazan lo visto, lo imaginado y lo pensado en diversos recorridos.
Publicado en Chile por el sello Overol —tras ser editado originalmente en Buenos Aires el año pasado—, el volumen se titula La vuelta al perro, nombre que alude a la costumbre de matar el tiempo transitando por un lugar a pie o en vehículo. En el relato, escrito en primera persona, ese lugar es un pueblo de la provincia bonaerense al que la protagonista (que tiene como oficio la literatura) y su pareja han llegado en busca de la tranquilidad rural.
Sus días transcurren entre la escritura, trabajos destinados a acondicionar la casa y el terreno donde se han instalado, relacionarse con los vecinos —uno de ellos, pasado el tiempo, da pruebas de no estar en sus cabales—, acomodarse a las restricciones de la cuarentena y aventurarse, con o sin propósito definido, por caminos interiores, una carretera a mal traer y negocios locales.
"En la esquina me ladran los perros. La casa de los perros es
uno de los motivos por los cuales evito salir a la ruta a pie. Apenas huelen que alguien se acerca, corren enloquecidos a ladrar a la malla. El alambrado resiste de milagro. Siempre que paso salen dos pequeños inofensivos que ladran del lado de afuera. No entiendo por qué los otros no atraviesan por el mismo boquete. Me da miedo que un día lo descubran y me hagan boleta", se lee en el libro.
Compuesta por fragmentos, la narración refleja el ejercicio que Cynthia Rimsky —que vive en Azcuénaga, localidad distante unos cien kilómetros de Buenos Aires— hizo para elaborar esta obra. "Salía a ver qué se me ocurría. Nunca había escrito nada de manera tan libre, sin fronteras ni géneros. Es un lugar pequeño, pero si uno mira y escucha con atención, surgen cosas, imágenes que se van hilando y relacionando con ideas", comenta.
En La vuelta al perro, la autora le da "valor a gente anónima" con que ha convivido en un entorno de pandemia, cultivos de soya y un emergente barrio con casas de "fin de semana". Pero ninguno de esos aspectos es el tema central del libro que, deliberadamente, no trata de nada en particular. La protagonista observa el paisaje y las rutinas ajenas y propias, que incluyen arreglos fallidos, humedad, hormigas amenazantes y el colapso del vecino desequilibrado. El campo no es tan idílico como lo pintan.
"En una instalación mal hecha, el agua se filtra entre el caño de la salamandra y la plancha de zinc. En este caso, la lluvia baja por dentro del caño hacia el interior de la estufa y escurre al piso. La voz del zinguero en el mensaje de audio transmite una pesadumbre que ni la canaleta más larga del mundo podría encauzar: 'Uno trata de hacer las cosas bien para no volver porque es pérdida de plata'", cuenta la narradora.
Imágenes difusas
"La base es documental, pero la gracias es que con ese material haces después otra cosa: una construcción literaria", dice Cynthia Rimsky sobre los hechos y personajes que dan forma a "La vuelta al perro".
La escritora, autora también de títulos como "Yomurí", "La revolución a dedo", "Ramal" y "Los perplejos", intercala en la narración una serie de fotografías de María Aramburú intencionalmente difusas: entre ellas se distingue un caballo, una tineta de pintura u otra cosa, pero no mucho más. "El objetivo es borrar las referencias reales y que las imágenes acompañen un texto que es impreciso", explica.
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Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Cynthia Rimsky habla sobre su libro "La vuelta al perro", recién publicado por Overol
Por Jazmín Lolas
Publicado en Las Últimas Noticias, 25 de mayo de 2023