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PROYECTO DE PAÍS DE UN
POETA |
Adan
Mendez
.....Por las noticias que tenemos, sólo dos poetas han abordado
directamente y con palabras de peso el tema más que complejo de la
transición chilena: Nicanor Parra en los distintos discursos que ha
pronunciado durante los últimos años; y José Angel Cuevas en su último
libro "Proyecto de País". Mientras una multitud de poetas
escribieron estanterías completas de libros enmarcados en la temática
de la dictadura, el nuevo periodo histórico que ha iniciado Chile
parece haber enmudecido las cacareadas preocupaciones sociales de
nuestros líricos. Cuando no se han vuelto esotéricos al punto de creer
que con escribir una boludez en el desierto, el país dará una etapa
difícil por superada, entonces ocurre que han redescubierto las
virtudes del soneto o que en realidad era el amor el tema fundamental
de la poesía.
TEMA
ESCABROSO
.....
Esta situación, aunque penosa y decepcionante, no es sin embargo
incomprensible. La dictadura es un período efectivamente de excepción
en el cual sin mayor reflexión y por un inmediato impulso solidario,
se adopta una posición política. Al escritor esta posición le presta
no sólo una temática sino también medios de difusión y lectores
predispuestos a celebrar al compañero. Porque lo urgente es terminar
con la dictadura. Y terminada ésta, entonces puede ocurrir que quede
uno como cuando a una bicicleta se le suelta la cadena. Kant afirma
que un pájaro podría pensar que iba a volar mejor en el vacío, en
razón de lo cual podemos decir que varios de nuestros mejores poetas
políticos de los 70 y 80 se nos han revelado ahora como pájaros
precríticos. Parra escapa de esta situación en virtud de la máxima
taoista según la cual aún en la acción más puntual, contingente, debe
sin embargo expresarse un pensamiento global.
ALGO PASO EN
CHILE
..... Muy distinta es la situación de José Angel Cuevas. Ya desde el
primer libro fija su punto de vista que conserva en los siete libros
que ha publicado. Este punto de vista es el de un hombre que vivió su
época de gloria a finales de los sesenta y principios de los setenta.
En un cierto ambiente de esa época: el de una juventud solidaria y
llena de esperanzas cuyo mundo se termina de un día para
otro:
"Las cabezas parece que iban a salir disparadas de
entre los hombros" "Yo estuve, mi alma fue parte de
todo" "... se encendieron las luces se desarmó el
tablado... Los Beatles nunca más llegaron a juntarse el
Hombre nunca volvió a pisar la luna Mis jóvenes amigos no
están, murieron, se extraviaron,
engordaron..." |
..... José Angel Cuevas se ha mantenido apegado a ese hecho hasta el
punto de prácticamente constituir un personaje con él, personaje que
se desarrolla a lo largo de sus libros y que llega incluso a recibir
un nombre en el penúltimo de ellos: el ex-poeta. No se trata, como ha
repetido mucho la crítica, de un personaje nostálgico, sino de uno
traumado. Alguien que, como dice Tomás Brons, el día del golpe sintió
que se lo habían dado en la cabeza.
VOZ QUE NO ESTA
HINCHADA
.....
Que este punto de vista sea restringido no puede objetársele. Un punto
de vista restringido es válido mientras no quiera hacerse un uso
globalizante de él. Y en Cuevas ni la voz ni la mirada nunca se
inflaman tanto. De todos sus libros, dos de ellos, "Introducción a
Santiago" (1982) y "Proyecto de país", son los que mejor se prestan
para esa hinchazón de la voz a la que otros poetas apuestan todo. Se
trata de poemas extensos, cuyas temáticas, en el primero un recorrido
por el Santiago en estado de emergencia y en el segundo el Chile
desengañado y jaguaresco post Pinochet, parecen pedir un narrador
omnisciente o profético. Y ni en uno ni en otro asoma ese personaje
prepotente. En lugar de ser el poseedor de una mirada dominante, el
poeta está más bien extraviado en la ciudad, o incluso abandonado en
ella, como en "Introducción a Santiago":
Bien, soy un hijo de esta ciudad mediocre en Estado
de Emergencia de injusticia de demencia de este lado
del río y no del otro acacios y grandes edificios plomos y
pasando por Ibañez Frei Allende hasta llegar a hoy (ya se
sabe) he visto algunas cosas: Agua correr bajo los
puentes (remontar sobre esta historia en marcha sentarme
aquí tranquilo y mirar el cielo de las seis de la tarde es
lo que haré) Todo lo he vivido aquí Soy un pobre
santiaguino de mierda hablo solo El mundo ha cruzado
mi propia casa yo no me he
movido |
UN LIBRO
QUEBRADO
.....
Una primera impresión que queda de la lectura de "Proyecto de
pais" es la de hallarse frente a los borradores de un poema; a una
serie de voces o tonos entrecruzados, pero casi nunca desarrollados; a
textos que si bien parecen configurar una temática clara la trabajan
sin embargo de una manera anárquica, sin una elaboración artística en
sentido propio. Pero a poco andar, las maneras del ex poeta se van
imponiendo. Porque ocurre que del modo más inadvertido sus versos
erráticos conducen a trozos notables:
... / la poesía es su única utopía / de momento la
poesía cuenta de unas bazofias / unas AKA 6 / unos M-16 /
bala / mecha vuela cerros / ciudades imaginarias destroza
edificios enfermos dice unas cuantas idioteces al paso de
unas nubes.
Ya no se puede hacer nada
real |
..... Si el método del autor le conduce a fragmentos de este tipo, y
no son pocos en el libro, se nos hace necesario entonces reconsiderar
todo lo que en un primer momento habíamos juzgado como descuido o
apresuramiento. No encontramos en este libro, poemas en el sentido de
textos concluidos, redondos por así decirlo, salvo unas pocas
excepciones. Lo que hay son una serie de trozos sueltos, quebrados
ellos mismos en su interior. Que esta desestructuración de la obra no
es producto de la improvisación, lo señalan tanto la cita de Patricio
Marchant en la contraportada, como insistentes avisos insertos en el
propio poema:
Oh un país no es nada un yo que vaga por el
parque delirios discursos entre los
árboles. |
.....
Trozos concentrados como éstos, andan desperdigados entre muchos otros
bastante diluidos, lo cual puede atribuirse a una despreocupación o a
una falta de trabajo crítico del autor, pero también da la impresión
de una resistencia consciente, por parte del ex-poeta, a obtener
productos decantados, a privilegiar los versos mejor logrados, o a
valorar siquiera de forma diferenciada su propia escritura. Al fin
ocurre que todo ello le da un carácter propio al libro, muy particular
suyo, pero si éste resulta finalmente tan notable es por esos trozos
logrados a cabalidad y por los numerosos aciertos lingüísticos
esparcidos en él. Como también por la fidelidad minuciosa a su tema, y
más que a su tema, a su situación : el Chile post Pinochet, "el
abandono del imaginario revolucionario", y la desazón de un hombre de
las utopías derrumbadas que intenta vislumbrar algún
futuro.
Habla el ex poeta Pepe
Cuevas |
-Lo
primero que llama la atención de su libro es su aspecto
abierto, inconcluso, fragmentario. ... "Es que lo que yo quise hacer ahí fue
una atmósfera, crear una atmósfera a través de estos
personajes, como Sepúlveda Fica, tomando diversos puntos de
vista, fragmentos textuales por ejemplo de Pablo de
Rokha".
-Parece
que se atraviesan también textos coloniales. ... "Aparecen las cartas de Pedro de
Valdivia, eso de los aires puros y limpios de Santiago. Hay
algo de Enrique Lihn también, por ejemplo esto de "Nunca salí
del horroroso Chile". Y también eso de Nicky Sandoval y el
tren instantáneo. Entonces, en el fondo es un poema abierto,
un conjunto de fragmentos y de puntos de vista, un pequeño
montaje, una edición. El poema era mucho más grande. Aquí he
publicado una selección pero tengo otras partes más que ya son
poemas cerrados. También en lo que publiqué hay trozos que son
poema aparte. Hay hilos, podría decirse, que conectan trozos
unos con otros. "El que perdió la memoria de sí", ese
podría ser un hilo: Por ejemplo los sueños, sueños verdaderos,
de un militante, de un ex militante, que sueña que se le
aparece la Liga de los Justos, las Milicias Urbanas de Chile,
del ex Chile".
-En
"Introducción a Santiago", su libro de parentesco más cercano
con "Proyecto de país", la voz no está focalizada. Siempre es
usted el que habla salvo las citas o semi-citas. Ahora en
cambio hay una serie de personajes que asoman, voces oídas al
pasar. ... "Hay muchas cosas
que pertenecen a un lenguaje del siglo pasado. No sé si
identificó eso. Yo hice un trabajo el año pasado y antepasado
en el archivo, una revisión sobre escrituras, el lenguaje
notarial desde el año 1830 al 1890. Ahí encontré unas formas
muy ricas, que recojo".
-En su
generación sólo Maquieira, Juan Luis Martínez, Floridor Pérez,
Mauricio Redolés muestran una cabal preocupación por el poema
como hecho objetivo. Usted ha mostrado en muchas ocasiones
capacidad para lograr poemas redondos. Sin embargo, tiende a
postergar ese tipo de trabajo". ...
"Sé que el poema largo tiene sus dificultades. No
quiero hacer un ladrillo, no puede ser un canto tampoco. Creo
que este es un discurso fragmentado, con muchas voces que
pretenden tener su unidad en la cabeza del lector, con su
lectura, con su aporte, con su interpretación. Usted habla de
mi generación pero yo no me siento cercano para nada a la
poesía de Floridor Pérez, de Quezada, de Omar Lara. Esa es una
poesía del sesenta. Pero esta poesía mía, el trabajo que yo
hago, nace absolutamente, la fuerza que tiene y lo que me hace
a mí considerarme poeta, es la fuerza social, la estética, la
situación y el espacio de los setenta".
-Yo veo
como compañeros de su generación fundamentalmente a Redolés y
Rodrigo Lira. ... "Una
cercanía muy grande hay con la poesía de César Soto. Con una
poesía anarquista. Y con la de Redolés. Una poesía que nació
de ser un militante, en el sentido de estar participando
completamente en una vivencia del cambio, de la revolución. Y
después por la destrucción de todo eso. Ese deseo de hacer
poemas grandes viene del espacio de los setenta. Hay un cambio
total en la conciencia, es otro grupo de personas. Porque los
grupos anteriores son de gallos más macucos, más
manipuladores, que saben lo que están haciendo, son más
técnicos realmente. Pero acá, este otro discurso es, digamos,
un habla que nace de la reflexión y el rollo que se forma con
esa cosa, ese gran quiebre de haber vivido una posibilidad de
transformación de todo. Ese estremecimiento y esa concepción
del mundo, unida a otros materiales también, como son el
rock. No me cabe ninguna duda que los cortes, los
quiebres, lo centrífugo de la cosa, todo eso es una especie de
locura que tiene que ver con el rock y también con De Rokha.
Todos los que escribíamos ahí, principalmente Jorge Etcheberry
y otros amigos, escribíamos ese tipo de poemas. Otro
sobreviviente es César Soto. Eso lo discutí una noche
largamente con Floridor Pérez, que ese movimiento es
desconocido, porque pudo haberse desarrollado pero murió ahí
no más".
-¿Por
qué piensa que el tema que aborda en este libro, la post
dictadura, no lo han tocado aquellos que escribieron tanto
sobre la dictadura? ... "Una
vez me dijo un gallo: por fin se iba a acabar la dictadura
para que ya se vuelva a lo que es la literatura. O sea lo otro
sería una cosa de excepción, porque se necesitaba pelear
contra Pinochet. Según él los temas eternos de la literatura
serían el amor, la muerte, el sin sentido, el paso del tiempo,
puras huevás no más. En realidad no es así, el motivo de la
literatua es todo, es un pato, la vida del pato, una parrilla,
un parrillazo, pero sobre todo aquello en que se convierte
uno. El ser y toda esa majamama de uno es el tema de la
poesía
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en revista Punto Final -
abril de 1995.
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