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Aniñir | Autores |
POETA
DE BARRIO
El
Mercurio, Santiago, 27 de agosto de 1998
David
Aniñir cierra el ciclo ”Poetas Inéditos” en la Sala Shakespeare
(Bombero Núñez 289),
a las 19:OO horas. Allí leerá
parte de su poemario ”Mapurbe”.
Soy David Aniñir Guilitraro
(Zorro sentado; Uña de pájaro), hijo de María y Pedro, el
mayor de tres hermanos nacidos en el mapurbe”.
El poeta mapuche cierra
el ciclo de “Poetas Inéditos”, en la Sala Shakespeare. Con sus 27 años,
Aniñir escribe para motivar una reflexión en torno al “choque cultural
que escondió con sus discriminaciones muchos aspectos de nuestra cultura,
como el hablar de la tierra”.
Consolidó su actitud poética
hace dos años, cuando realizó el proyecto
“Tukulpan Fachantv” (Memorias del presente), junto a la fotógrafa
española Vicky Delgado. Esa investigación circuló por galerías
de Santiago y viajó a Europa, donde hoy se encuentra itinerando.
“Nuestros
padres -dice al referirse a sus antepasados ocultaron su lengua, que es más
poética que el castellano”. Cada una de sus palabras ligan el fonema con
una significación naturalista que evoca, además, un universo mitológico,
que está dormido, pero no perdido”, aclara. “Aquí existe una cultura
que se impuso sobre otra, pero se mantiene viva. Yo quiero ocupar la poesía
para expresar esa mezcolanza”.
Una constante en su obra es el tratamiento
de la “transculturización”, tema que le permite crear conceptos como mapunky
para referirse a la musicalidad mapuche que se une a ritmos urbanos. También
introduce términos anglófonos para ironizar sobre el estado actual
de la cultura: In the name of the fatherl/of the son and the saint spirit/
AMEN/ y no estás ni ahí con El.
Más allá
de cualquier compromiso, con su poesía pretende interpretar a “los mapuches
de barrio, los del cordón periférico de la ciudad”. En “El pewma
del mundo trasero” dice: “Somos de un mundo antiguo/ donde las revoluciones
no eran necesarias...”. Así plantea una forma de vida basada en la
“percepción indígena” de la realidad, que es “distinta a la occidental.
No propongo ninguna revolución social. Si hay que hacer alguna, ésta
debe comenzar en el interior de cada individuo. Es urgente una revolución
interna en el hombre”. Y su poesía puede servir para hacer una reflexión
que ayude a “digerir de manera individual individual los elementos culturales
que nos atacan”.
POEMA
ESCOGIDO
Floridor Pérez dice: “No hay que creerle a los
poetas cuando hablan. Dejen que su poesía hable por sí misma”. Siguiendo
esa recomendación, he aquí un extracto de “Wanglen” (Estrella),
del poemario “Mapurbe”, de próxima publicación:
“...Somos
espíritus flotantes
.. .. .. .. .. .. . .. .. ..
.. ... .. .. . Wanglen
las nubes son nuestro cuerpo
que se unen en
aguachentos coitos
precipitándonos en lluvia
nieve
o granizos
hasta
en cubitos de hielo, wanglen
para que nuestra sangre
vaya a transpirar al
pozo
y tú te bebas de nuevo mi cuerpo
mi agua
mi sangre
y te
bañes con ella
hiervas el agua de canela
hagas el té o el
yupi
o el agua con harina tostada
que tú le servías al transeúnte
..
.. .. .. .. .. . .. .. .. .. ... .. .. . cansado.
Wanglen, somos espíritus
flotantes
cuerpos de nubes negras
y sangre de lluvia ...”
Fotografía:
Vicky Delgado