Entrevista
a David Bustos
Por Pilar González
Langlois.
Letras de
Chile
El poeta David Bustos (1972), becario de la Fundación
Pablo Neruda, ganador del concurso para escritores nóveles
del Consejo del Libro (2003), autor del libro “Nadie lee del otro
Lado” (Ed Mosquito, 2001), lanzó una nueva estocada sorpresiva
: Zen
para Peatones (Ed. del Temple, 2004), un libro de poesía
que tiene eso “de no intentar estar constantemente desprendiéndose
de lo que puede ser una claridad.” Por eso que la palabra Zen es sólo
un juego para escribir un título. A veces puede ser un manual
para peatones del gran Santiago, pero otras, una forma de ir hilvanando
grados de lectura en distintos lenguajes propios .
Con todo esto y no obstante el poeta se reconoce como vulgar y mediocre,
logra una independencia poética, aun cuando el mismo dice que
está interferido por todos lados y que la antipoesía
ha muerto.
“Por eso los caballos pastan en la lejana infancia
para nutrir sus estómagos con la hierba del artificio:
La superstición de la coherencia y su mala caligrafía:
La alcantarilla y los atrofiados pulmones. El aire.”
...“Botones rosados que en mi lengua suelen dibujar la saliva con
que se inicia todo diálogo”
Como guionista de teleseries, David Bustos dice que el oficio de
hacer historias le ha ayudado para dejar la puerta abierta a la poesía,
soltando las manos.
-¿Cómo sales del relato y la descripción
de tus incansables libretos?
- Dejando la puerta abierta, pensando que todo tiene que ver con todo
y que la poesía no tiene un estatuto de sacralidad Escribir
libretos, cientos de hojas al mes , me suelta las manos. Carver escribía
mientras hacía clases y José Kozer compone poemas totalmente
interferido por los ruidos cotidianos. Los poemas funcionan cuando
son capaces de sostenerse cualquiera sea el ánimo y la circunstancia
con que se enfrente el lector. Al final el que lee un poema también
lo está escribiendo.
-¿Qué es la poesía en tu vida?
- Algo que todavía no logro saber, pero creo que forma parte
de mi vida a manera de un forcejeo con el lenguaje, tiras y aflojes
a los que obsesivamente entrego parte de mi tiempo. Primeros planos
que con suerte y paciencia se pueden robar de la realidad, un ejercicio
que cristaliza de manera extraña lo que debe ser el ego.
-¿Son los tópicos que tocas los que interesan a la
generación de poetas a la que perteneces o hay algo de rebeldía?
- Hay ciertas problemáticas que se trafican dentro de un
grupo. El asunto de los tópicos no es el tema.
La poesía es más forma que contenido y en esa agitación
morfológica puede estar la rebeldía, aunque yo lo llamaría
tensar el lenguaje, hacerle zancadillas a la lírica institucionalizada.
-¿Cómo defines este Zen para Peatones?
-Zen para Peatones es un texto que intenta expandirse constantemente
no es un manual, pero tampoco deja de serlo, no es prosaico pero por
momentos si. Es un texto que tiene varios grados de lectura que ocupa
un lenguaje por momentos seudo científico y otras hippie o
jazzistico, cuasi místico. Aunque parezca alejado del Zen,
tiene eso de intentar atrapar una unidad de sentido sino que constantemente
está desprendiéndose de lo que puede ser alguna claridad.
-En un sentido profundo tu poesía todavía sigue
siendo clásica y pareces mantenerte independiente de algunos
círculos que abogan por la antipoesía.
- No soy nada de eso, soy mucho más vulgar y mediocre.
Yo pensé que la antipoesía había muerto. Ser
independiente hoy es estar muy lejos de lo que te puede afectar, yo
soy un afectado, me afecta Bolaño, me afecta Aira, me afecta
vivir en un país con las peores distribuciones de ingresos
del mundo, me afecta y me sigue afectando Lihn, Leonidas Lamborguini,
Arturo Carrera, David Huerta. Como ves estoy interferido por todos
lados.
Pilar
González Langlois es periodista y vive en Curicó. Ligada a la poesía por
intuición, ha colaborado en temas de cultura en El Mostrador,
La Insignia, El Mercurio y diversas publicaciones. Como presidenta
de la Agrupación Cultural Francisco Villota ha incursionado
en la gestión cultural literaria, invitando a la provincia
a poetas como Gonzalo Rojas, Jaime Huenún y Teresa Calderón
entre otros. Actualmente está a cargo de la conformación
del Café Literario "El Zaguán" en el Centro
de Extensión de la UCM (Universidad Católica del Maule)
y pertenece al Comité Consultivo del Consejo Nacional de la
Cultura (Región del Maule).