
            
              Ejercicios  de enlace (Cuarto propio, 2007)
            de  David Bustos
        
          Por  Ernesto González Barnert
         
        o costuras al aire de esta camisa de fuerza
        David  Bustos (1974, Stgo) ha dado con las costuras de esta camisa de fuerza que con  desesperación o indiferencia llevamos civilmente, todos estos años, tras la  dictadura.  Esa pesada sombra marcial que  alcanza todos nuestros ecos. Y pincha el hueso. 
        Como  si también fuera un hueso que ya hemos estudiado hasta la saciedad. Pero no lo  suficiente como para sacarlo de la mesa de disección. Dando un libro que se  deja  leer de principio a fin. Corchete a  tantas carpetas inéditas o mal publicadas de nuestra y anterior generación. Un  libro con espíritu rector. Una poesía que mantiene a raya la poética de la  alharaca, la poética del cachorro, el tics de la grandilocuencia. Con la entrega nadie es aún poeta, se necesitan  durezas rítmicas. Y aquí las hayamos a manos llenas. 
        David  nos muestra que es un perro de raza, otra vez. Y sabe que esta haciéndolo bien.  Sería mezquino negar su dote poética con dos libros soberbios a su haber. En un  país donde se chapucea a vista y paciencia de todos [debajo de la lengua,  también]. Pero me sería nefasto no aludir (eso de saber que escribe bien) para con un poeta que libro a libro se ha  superado a sí mismo. Eso es lo que lo separa a nuestro juicio de subirlo en  andas esta tarde. Explico: sobreactúa, pero quién no en este país de poetas. Se  ejercita –como pocos- pero siempre en lugar a salvo. Juega en serio, sí. Pero  lo hace demasiado atento y correcto con respecto a la literatura y cultura  popular chilena que samplea, al  espíritu que escrutó rodear. Sería más picante en esta parte de la sopa.  Irónico en el mejor de los casos. Arriesgaría el saludo de amigos y colegas,  total lo que se juega, se jugó, fue hacer el mejor libro sobre los noventa. 
        Aquí,  repito, me siento hablando como un escolástico sobre la cabeza de un alfiler. Ejercicios de enlace es una obra mayor,  ambiciosa, donde el recuerdo colinda con el de los demás. Sólo sugiero que más  que ofrecerse de salvavidas, de la literatura y cultura de una época. Se  ofrezca también de pirata en estas agua frías sobre las afiladas esquirlas del  pasado y presente de un crimen demasiado perfecto demasiado imperfecto para que  la mordaza o simplemente el miedo dure tanto tiempo. 
        Así  que si tienes dos pantalones, lector, vende uno y cómprate este libro. Que no  sólo pincha al hueso. También indica la punta de una flecha. Leo:
        “Nuestros hermanos quemaban neumáticos
          Nosotros tuvimos que hacer nuestra propia  barricada:
          Una palabra junto a otra palabra.”
        Sapienti sat.