Tomándose un café con Felipe Ruiz en Letras mysite
David Bustos
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Lo bueno de los comentarios de Felipe Ruiz, que son como de pasillo, como quien toma un cuaderno y anota a la pasada lo que le gustaría decir. Eso que algunos detestan, me parece que es una manera de interactuar sin pomposidad y dárselas de hiper culto o teorizando a diestra y siniestra. Sin gravedad, más bien con el estado ánimo de turno. Dicho esto, discuto o meto la cuchara respecto al artículo escrito en este mismo sitio llamado La decadencia de la poesía. Yo creo que Ruiz le pone color. Primero no veo de manera tan binominal el panorama de los últimos 30 años en la poesía chilena. Yo creo que sí donde estamos mal es en la recepción crítica, ahí terminamos nosotros mismos comentando los libros de poesía e incluso haciendo entrevistas, muchas de ella malazas, pero tratamos o se trató de mover el campo, aunque sea de una manera artificiosa y extremadamente endogámica. Ernesto Gonzáles otro poeta no pretencioso, hizo lo que pudo y desde el entusiasmo y las ganas de leer se tiraba sus comentarios que todos leíamos, porque siempre salía con algo que nadie había visto o por último porque se trataba de Ernesto y con eso bastaba.
Ahora volviendo a lo de Ruiz y la decadencia de la poesía y su teoría binominal, me obliga a decir que es bastante antidemocrático sobretodo porque sabemos que Zurita, Lihn, Teillier son inevitables a la hora de hablar de la poesía de los últimos 30 años. Pero también están Carlos Cociña, Elvira Hernández, Rodrigo Lira, Germán Carrasco, Malú Urriola, no sé y un gran etc, que uno lo hace repensar esa idea de los dos ejes. ¿En qué tradición y eje de la poesía estaría por ejemplo Carlos Cociña? A mí no se me ocurre ninguna y eso lo hace no sólo un caso peculiar, sino que además creo influencia también a un puñado de poetas desde Aguas Servidas para adelante, pienso en poesías como la de Felipe Cussen, Zambra, Anwandter, Gubbins, yo mismo (disculpen por incluirme) por citar algunos nombres.
Es interesante que en caso de lecturas y gustos, un poeta como Jaime Pinos por ejemplo pasa desde Pepe Cuevas a Carlos Cociña sin ningún complejo, ese arco me parece interesante, porque de alguna manera uno tiende a ver a esas dos poéticas como absolutamente diferentes, acaso opuestas. Digamos que Pinos se salta el complejo militante para disfrutar con Schwenke & Nilo y luego pasa a John Cage sin culpa ni remordimiento. Los buenos oídos siempre son exploratorios, no se encierran bajo ideas fijas. Estos son meros ejemplos, no quiero tampoco que se piense perspicazmente que esto se define entre una poesía experimental o exploratoria y una poesía documental, realista o del habla cotidiana. Justamente creo que no se define entre dos caras, se define en la imposibilidad de definirse. Ponerlo todo dentro poéticas dominantes versus poéticas dominadas sería facilitista y hasta instrumentalmente violento. De ahí a pasar a los ranking estamos a un paso, con celular en mano enviando un mensaje de texto por la opción A : Nicanor Parra o la opción B: José Ángel Cuevas.
Yo creo que Felipe está con desgano y habla de replegarse y es totalmente comprensible, agota muchas veces ver tanta estrella nueva o coronel de puerto patear traseros con listas negras que lo único que hacen es intentar sodomizar algunos libros. Poetas con talento que de la noche a la mañana se ponen el bigote de Hitler y envían a la cámara de gases a libros que por alguna razón los ponen en situación de fobia. Esa es la bipolaridad que agota, pasar del silencio a la rabia tan rápidamente. Ahí según creo se sitúa la verdadera decadencia. Todo esto con mucho respeto a los aludidos.
