Proyecto Patrimonio - 2013 | index | David Bustos   | 
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        Caligrafía  del paisaje
            "Paisaje Lunar", de Kurt Folch. (Libros Calabaza del  Diablo, Santiago, 2009)
            
          Por David Bustos
        
          
        
        
         .. .. .. .. .. . 
        Es complejo el panorama del lenguaje  poético, pero si uno se anima a tirar algunas líneas, podemos visualizar a  grandes rasgos. Una poesía que tiene confianza en el mensaje y su certeza de  comunicar (modelo kantiano, sujeto y objeto). Y otro lenguaje menos popular y  rentable, la poesía que se instala más en la observación, desbloqueando el  paradigma sujeto y objeto, acercándose a una línea de trabajo más de la exploración:  objeto- sujeto. 
         Este tipo de lenguaje poético apunta  hacia la pintura en términos orientales, o sea a una cohabitación del sujeto →  objeto y objeto → sujeto. Desde la perspectiva del Tao, el pintor no copia ni  describe el mundo: genera, de manera instantánea y directa. Sin agregados ni  retoques, las figuras de lo real. Es ahí según creo, donde Paisaje Lunar  de Kurt Folch  se desarrolla. 
         La propuesta de este poeta con el tiempo  se ha ido radicalizando, primero fue el viaje de Viaje nocturno, con claras influencias de Elliot y luego Thera, un complejo textual que se  generaba a partir del lugar, donde pervivía aún el sujeto, pero ya no en  transito si no que ahora indagando en una topografía.  En Paisaje  Lunar, en cambio, el sujeto aparece suprimido dejando que hablen las cosas.  El paisaje actúa como una manera de explorar los límites del lenguaje. La  concisión de esta poesía por momentos parece brutal, y pone en relación de  manera dinámica la tensión e interacción de las imágenes. 
         Ejemplo:
              Charcos  o quemaduras/ de fraseo cruzado/ entre unos palafitos/ criminales aristócratas/  cuestiones económicas.
         P.L desencadena palabras por las que se  puede circular y descubrir nuevas perspectivas. Sin caer en un mero juego  formal, llama la atención el parentesco con la “poesía de lectura inversa” de  los poemas hui-wen-shi, donde es  posible apreciar diferentes lecturas a partir de distintos puntos, que rompen  una y otra vez con las exigencias lineales.
              Veamos el poema El Fuego y el Lago :
        
          Escucha  caer al interior del hierro
                rojo  sobre el paisaje lunar
                aquí  no ha habido visiones
                ni  nacidos con estrella en la frente
                enjambre  en completo silencio
                bosque  de relámpagos pulveriza
                un  fruto alrededor de cada letra
                dispersión-gravedad
                relave  que enciende o se deja
                como  cualquier naufragio
                incrustado  en jeroglífos
                caligrafía  que talla la superficie
                a  distintos niveles simultáneos.  
        
        Este poema tiene un título como a la  manera de los poemas chinos, perfectamente podría tratarse -leyendo sólo el  título- de un poema de la dinastía Tang, ya que el Fuego y el Lago son  elementos de la naturaleza y actúan como polos opuestos: Fuego (yang), Lago  (yin). Podría decirse que se filtra la tradición de la poesía taoísta; por  ejemplo la relación con el reino mineral, la supresión del sujeto y la  interacción de las polaridades (activo- pasivo). Aunque no está la cuarteta y  la rigurosidad pentasilábica. Sin duda es un poema vitalizado por cierta tradición  oriental, que digamos descansa más en la metonimia que en la metáfora. Un  artefacto verbal diferenciado por la sintaxis. 
         Volvamos a los dos primeros versos:
        
                        Escucha  caer al interior del hierro
                rojo  sobre el paisaje lunar
        
        Todo sería más obvio, fácil y lineal si  se volviera a la primera persona. Pero lo que se desea es pasar de largo por  los deseos y manipulaciones del sujeto, que es pan de cada día en la poesía,  para pasar al lenguaje mismo. El sujeto parece inmerso en un proceso en el cual  cada cosa se convierte por sí sola en el eslabón de una cadena y cada imagen  engendra otra. Si el poema comenzara así quedaría:
        
                      Escucho caer al  interior del hierro
            rojo sobre el paisaje lunar
        
        Las posibilidades de lectura se acotan,  restringiendo y no expandiendo los significados. La utilización de elementos  minerales como agentes de transformación destaca: hierro. 
         Por ejemplo otra manera más convencional  de iniciar el poema sería:
        
                        Escucho  el paisaje lunar
                caer  sobre el hierro rojo.
        
        Al organizar el comienzo del poema de  esa manera, suprimiendo “interior”, nos quedamos con la versión más narrativa y  ordinaria, el sujeto concreto se hace autoridad y por ende cierra cualquier  oferta de indagación en el lenguaje. El sujeto clausura el proceso dinámico con  el paisaje. 
         Vale decir que en chino, sujeto- objeto  se dice “anfitrión- huésped”. Se podría afirmar entonces que cuando Folch  disuelve esta división (anfitrión- huésped) se efectúa la convivencia con las  cosas que proliferan. De hecho los dos últimos versos de este mismo poema dicen:
        
                        caligrafía  que talla la superficie
                a  distintos niveles simultáneos
        
        La caligrafía es donde se funde la  poesía y la pintura, una suerte de arte mayor donde comulgan  los elementos. Según François Cheng, al  caligrafiar, resucita íntegro el movimiento gestual y el poder imaginario de  los signos. Una manera de calar en la realidad profunda. Es decir una poesía  sin mediaciones la de Folch, que despliega inscripciones, signos escritos,  caligrafías o construcciones comunicacionales. De hecho en el verso once de este  mismo poema aparece jeroglífos. 
         Por ejemplo otros poemas del mismo libro:
                      Módulos  lunares: 
              tinta  salpicada
              Música  Mecánica: 
              un  patrón/ grabado/ el cincel
              Caballo  de cola quemada: 
              murales  del agua sobre el concreto
              ´Readiness is all´ : 
              Hexagramas de vino
              La  enredadera: 
              negativos  dispersos/ en pantalla se mueve
              Post  Tenebras Lux:  
              -afiches  de alta tensión
              -propaganda  habitacional
              Inmovilidad  tónica profunda: 
              -geometría  precolombina
              -Imagen  telescópica
        Eso dentro de los más fácil de detectar.  Digo detectar, porque la cámara que se ocupa en P.L, pasa muchas veces de la  panorámica a la captura de un objeto y también viceversa del plano detalle al  plano general, por decirlo de alguna manera. Y eso crea una distorsión de  efecto. Otro ejemplo el poema  de  diecisiete versos, Lana pelo de oveja:
        Primer verso: sobre la mesa una figura de bronce
  Último verso: el parque más allá de la vista.
        El  parque más allá de la vista o el “Paisaje más allá del paisaje” que  preconiza Si-Kong Tu, bajo la idea del pensamiento filosófico oriental. Digamos  que estas huellas que deja Folch no son azarosas, saltan sobre el lector.
         El sentido de la micromirada  también es una característica de P.L, en este caso se vuelve hallazgo con brío  casi científico un lento engranaje de las  pinzas, como dice el poema Libertad  de lucro y credo. La micromirada amplificada, la microscopía de la realidad  a estos niveles de detalle, es escasa en la poesía chilena. 
         Tomaré algunas: 
        Una  gota se evapora. 
            La  hoja de la guillotina. 
            Insectos  nocturnos. 
            Células  vivas 
            Corales  precolombinos 
            Engranando  surcos 
            Grumos  de sangre 
            Limaduras  de carbón 
            Zumbar  de moscas 
            Zurcidos  de pura ceniza 
            Ciempiés  de colores
            Marca  contenida en los juncos
            Rechinar  de dientes 
            Mínimo  espacio posible 
            Huellas  con agua 
            Los  trozos de un bote deshuesado 
            Una  ameba a través de la corteza 
            Pupila  de gato
            Panal  de alfileres 
            Escuchar  una semilla 
            Partículas  de sueño
            La  orilla de las letras 
            Estriado  de las hojas 
            Anillos  de bacterias luminosas.
        También tenemos la contraparte, lo  grande o panorámico:
        Los  campos de trigo
            Cerros  de escombros sin sombra
            El  bosque se mueve
            La  infancia del planeta
            Los  cráteres de la luna
            Fijo  en el horizonte
            Nubes  blancas
            Volcanes  Los Lagos El Mirador
            Entre  dunas y glaciares
            Carnaval  de zancos
            La  república se divide en dos
            Manchas  solares
        La anulación de la distancia entre lo  grande y lo chico, lo interno y externo hacen que la conciencia subjetiva de  P.L se acerque de manera valiosa a los elementos del mundo objetivo. El  trayecto abrupto de la cámara de Folch, converge en un proceso metonímico que  crea el sentido general del libro todo.  Veamos el poema Música Mecánica:
        la  luz
            interior
            del  oleaje
            los  campos
            de  trigo
            los  ojos
            un  patrón
            grabado
            el  cincel
            la  piedra
            nuclear
            la  hoja
            de  la
            guillotina
        Entonces tenemos los patrones:
        interior/ exterior
          cerca/ lejos
          grande/ chico
        Una suerte de paralelismo en continua  interacción y nuevamente el plano detalle: La  hoja/ de la guillotina. O sea el corte.
          En el poema Fauna Salvat, queda más explícito este mecanismo de la división o  paralelismo:
        la  república
            se  divide
            en  dos
            la  rata teme
            a  la lechuza
            la  lechuza
            espera
            a  la rata.
        Es decir la rata sólo existe en relación  de oposición con la lechuza. Y a su vez la lechuza participa de su contrario.  Según el diccionario de símbolos de Juan Eduardo Cirlot la lechuza es frío,  noche, pasividad y muerte. Y por otro lado la rata es muerte, enfermedad y  fálica. Se da entonces nuevamente el principio activo- pasivo, pero eso sí  unidos por la muerte. El I Ching, operaría de la misma manera según Wang Fuzhi,  quien señala que los dos primeros hexagramas Qian y Kun son perfectamente  antitéticos uno respecto del otro. Al mismo tiempo que están establecidos  juntos y en igualdad.
         Bueno, pero no sólo está el tema del  paralelismo y las cámaras en este libro, también el de los cortes y el ritmo según  veo y eso lo hace bastante interminable. Es fantástico como un libro en apariencia  mínima de extensión se multiplica y prolifera.
         Por último confesar la cantidad de veces  que leí Paisaje Lunar, sin entender  mucho, para mí fue una lectura pendiente por años, en todo caso el fracaso de  mi lectura tenía mucho que ver con mi ansiedad de esperar que los libros me  digan algo. No es fácil hacer un libro y hacerse a un lado, el sujeto siempre  se cuela y quiere aparecer en la foto. Kurt Folch lo logra y como lector estoy  agradecido.