Proyecto Patrimonio - 2013 | index | David Bustos | Autores |

 

 


 

 

LA DERROTA DEL PAISAJE O ESPÉRATE UN RATITO
La Derrota del Paisaje, de Antonio Rioseco (Ediciones Inubicalistas, 2009)

David Bustos




.. .. .. .. .. .. .

Cuando uno embala sus libros, tiene dos alternativas: los echa sin ningún orden y esmero o va acariciando cada uno de estos, como si tratara de una piedra dormida.

Hace tiempo que andaba buscando este libro de Rioseco, y esta vez cuando estaba por terminar la décima caja saltó a mis manos y lo dejé fuera de la mecánica del sellado y la mudanza.

Nunca me gustó el título del libro, quizás por eso me había demorado tanto en leer y releer La derrota del paisaje (2009) de Antonio. La palabra “derrota” me parece redundante cuando se trata de poesía y poetas, así como la palabra: soledad, vacío, tristeza y un largo etc. Error el mío, ya que detrás de ese título incómodo para mí, se esconde uno de los buenos primeros libros de poesía de los últimos años.

Es complejo de calificar a un libro de poesía de honesto, pero este libro irradia eso. Incluso en los poemas más “derrotistas”. No es pretencioso, ni estridente,  tampoco es autocomplaciente con el lector, ni le carga la mata a la derrota elevando una épica de miserias. Algunos poemas son delicados, aguantan lecturas que con el tiempo ofrece variadas perspectivas por ejemplo:  Antes de dormir o Con Alegría. Es un libro sencillo en su entramado, pero profundo a la vez.  También se cuela por momentos el humor negro como en poemas como:  Mi Madre o Esta Mañana (Alt.Take 1). También llama la atención que algunos poemas estén titulados con fechas, como si se trataran de huellas o arrugas del tiempo. Por ejemplo el espléndido poema 1976:

Desde/ Montreal/los movimientos/de Nadia Comaneci/ aterrizaban/ en el televisor/ de la schopería/ “Pamela”.

Los poemas de Rioseco tienen una narrativa, por lo tanto se hace complejo rescatar la unidad del verso como valor per se. Sin embargo los cierres son abiertos, como si nos invitaran a volver sobre el poema a buscar las entrelineas que pasamos a la velocidad de la trama. Por ejemplo los dos últimos versos de La consistencia del viento:

Pide una cerveza./ Será hasta el otro año.

O final del poema Ya mengua el sitio donde estás:

 Es la brisa del último día de marzo/ es el calor de lo poco que nos queda.

Los finales son cruciales porque abre la trama del poema a lugares insospechados, la escritura latente asoma y tuerce iluminando y dislocando no exactamente lo que estamos leyendo, si no que otro aspecto o entrada del texto.

En este libro además de rescates de la memoria (pienso en  Cosas que suceden en el barrio) está la recreación de una atmósfera, que podríamos relacionarla con un período infantil, una especie de congelamiento del tiempo.  En textos como Nueva York, 1980, donde alude directamente al asesinato de Lennon, hay una apelación que se sostiene en este caso en el binomio: paz/guerra. Pero esa apelación es enunciada con la canción: “Give peace a chance”, de ningún modo el poema es una plegaria o un requerimiento ecuménico.

Ernesto González, en su comentario de este libro, habla de Realismo Sucio y si uno se apega a la definición, tiende a pensar exactamente eso. Pero el problema se presenta cuando hay cultores de la misma tendencia tan distintos. Por ejemplo aparecen desde Bukowski hasta Carver. Si bien no son extremos, el acercamiento al lenguaje difiere en intensidad. En el primero, desde la confianza y la purga, y el otro desde la exactitud y la atmósfera. En ese sentido Rioseco, estaría en la zona más Carveriana que Bukowskiana del asunto. En Chile, se podría forzar también una comparación en el mismo sentido con las poéticas de Sergio Parra y Guillermo Valenzuela.

Lo más fácil de creer a buenas y a primeras, que La derrota del paisaje = Bukowsky. Sin embargo no es tan así la cosa, vale leer el poema que le da el título al libro para pensar de qué se trata de un alcance más concentrado y menos estridente que el del caballero de La Senda del perdedor.

Hay elementos decadentes en esta poesía, pero si es por eso, los hay en toda la poesía desde el romanticismo en adelante.

Bueno, pero este comentario no se trata de poner casilleros y hacer una autopsia con el cuerpo poético aquí presente. Las clasificaciones siempre son forzadas y odiosas.

Este libro es mucho más de lo que yo pueda balbucear en este comentario, escrito al calor de la mudanza. Entonces sería honesto expresar lo primero que pensé, cuando leí y releí este texto:  la marihuana. Esos famosos pitos que llamamos “espérate un ratito”. Uno jura de guata al principio que no se ha volado, que los pitos eran poco efectivos, pero después de varias fumadas (lecturas), uno dice –¡Puta, el pito pa’ bueno!.  Entonces es aconsejable, considerando lo anterior, leerse de a poco La Derrota del paisaje, sin ansiedad, porque una vez que estos poemas entran a la sangre, la circulación y fascinación pueden durar mucho tiempo.

 


 



 

Proyecto Patrimonio— Año 2013 
A Página Principal
| A Archivo David Bustos | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
LA DERROTA DEL PAISAJE O ESPÉRATE UN RATITO
"La Derrota del Paisaje", de Antonio Rioseco (Ediciones Inubicalistas, 2009)
David Bustos