Proyecto Patrimonio - 2013 | index | Pablo Neruda | Damaris Calderón | Autores |

 

 

 

 

 

 


 

EN ISLA NEGRA LOS PECES VUELAN

Por Damaris Calderón

 

 

 



.. .. .. .. .. ..

Neruda ancló en la Isla y se trajo las metáforas. Sus metáforas terrenales, humanas, desmesuradas, de una poesía táctil, de huellas dactilares, de los hombres, las materias y sus oficios, y se fue llenando también de las metáforas de la isla, de su paisaje agreste, del estampido de la mar oceánica, del restallante espumarajo del Pacífico, del viento, el viento, el viento…

Es domingo en Isla Negra. Es “el cumpleaños de Neruda”. Es invierno y es primavera. Hace sol, hacen niños, hacen  el mar y el pescador lo suyo, el huiro, la concha, la almeja y la arena sobreviviente, lo suyo. Una mujer (Carolina Rivas) en el patio de la casa de Neruda, anuncia a otra (Carola Ibacache Anabalón), dice que hará un espectáculo de trapecio, que viene “vestida de duende”.

Se hace silencio en el verde, llega el duende. De color blanco crudo, en un género humilde, toma una tela en sus manos, comienza ascender por ella, a jugar con ella, no tiene prisa, avanza con parsimonia. Parece una actriz del teatro Kabuki,  del teatro No, maquillada con una línea amarilla en el centro de su nariz, con los labios morados, parece un felino, “parece”, hasta que la mujer comienza sus metamorfosis. Y entonces es un pez, es la pescadora, la cazadora, la danza de sus ancestros, es la que llama y religa los elementos, es sus ancestros, asciende, desciende por la tela como por la escala humana, zoológica, sube a los más alto de la estructura metálica como a un mástil, se acomoda sobre ella, se tiende, rítmica, ritualmente, comienza a mover sus brazos, a volar.

 Encima suyo, en lo alto, como siguiéndola por sobre su cabeza pasan dos gaviotas, luego, tres más, se pierden en el cielo. El pez, el felino, el pájaro, saltan límpidamente, por sobre las telas, (las cuerdas) en vuelo libre, constante.  La mujer se desprende de la tela, la hace a un lado y sube al trapecio, se balancea, se mece, se empina. El blanco deviene púrpura, espuma. Los movimientos son osados, precisos. “Todo vuela”, dice este cuerpo en el espacio.  El cuerpo se queda solo, se balancea sobre el trapecio,  se sienta,  cósmicamente abre las manos, no se sujeta. La mujer cae hacia arriba. Dos palomas la sobrevuelan. Desde lo lejos, la voz de otra mujer  llega, irrumpe, acompaña, habla del alto cielo, de puertos y caletas…desaparece.

El duende comienza a descender, retoma la tela, la cinta celeste, púrpura, se envuelve en ella, es el huevo, el pez, el hombre, el fénix, su memoria. Se cobija en la tela, se hace una crisálida. Deja afuera del capullo un pie- pata- branquias- alas, para el eterno recomenzar.


Damaris Calderón
Isla Negra, Chile.



 

 


 

Proyecto Patrimonio— Año 2013 
A Página Principal
| A Archivo Pablo Neruda | A Archivo Damaris Calderón | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
En Isla Negra los peces vuelan.
Por Damaris Calderón