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Erótica y política: las cartas de amor de Rosa Luxemburgo
“Dime cuándo vienes: cartas de amor, 1893-1917”
Prólogo de Diamela Eltit. Banda Propia Editora, 2020. 328 págs.
Por Juan Rodríguez M.
Publicado en El Mercurio, 2 de octubre de 2020
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La editorial chilena Banda Propia publica un volumen que recoge misivas de la intelectual y activista polaco-alemana, asesinada en 1919. “Todas las cartas son valiosas e importantes”, dice Eltit.
Lo primero que responde Diamela Eltit es “¿por qué no?”. La pregunta a la que contesta es ¿por qué leer las cartas de amor de una intelectual y activista? Y viene al caso, porque la autora chilena, premio nacional de Literatura, escribe el prólogo de “Dime cuándo vienes: cartas de amor, 1893-1917” (Banda 
Propia Editoras ), un volumen de 328 páginas, seleccionado y traducido por Angelo Narváez, que reúne misivas de Rosa Luxemburgo (1871-1919), la teórica y política polaco-alemana.
Después de esa primera respuesta, Eltit agrega: “La verdad es que me interesan las producciones biográficas de autores que a su vez me resultan importantes o fundamentales. Lo que me resulta primordial de estos textos de escritoras, escritores, es que permiten entender los tiempos y sus formas al examinar el contexto socio cultural que los rodeaba. Rosa Luxemburgo, en sus cartas, más allá de sus legítimas expresiones emotivas, va abordando de manera permanente su contexto y su posición ante los dilemas y las situaciones políticas por las que circula. Cumple con los protocolos amorosos, pero también los atraviesa, porque sus amantes fueron compañeros o camaradas, trabajaron juntos, entonces erótica y política se complementaron o se disgregaron en una perfecta armonía y en una idéntica desarmonía”.
Fundadora del Partido Comunista Alemán, antibelicista y crítica del centralismo soviético, Luxemburgo fue secuestrada y asesinada en 1919 por grupos paramilitares de extrema derecha en los caóticos años de entreguerras en Alemania, con el beneplácito del gobierno socialdemócrata de Friedrich Ebert, primer presidente de la República de Weimar.
“Después de leer a Marx desde muy temprano, sin la pretensión de comprender exactamente cada uno de sus postulados, inevitablemente leí a sus seguidores”, cuenta sobre su relación con Luxemburgo.
“Rosa Luxemburgo es una de las más importantes teóricas marxistas y desde luego es crucial su mirada antibélica, su posición frente a los nacionalismos, la libertad ante las posturas disidentes y la preocupación por el elitismo político”.
—¿Qué cartas destacaría?
—“Todas las cartas son valiosas e importantes. Iluminadoras.
Pero recuerdo con especial interés una donde ella le dice a Kostja Zetkin que la visitó Lenin y señala que lo que a él le pareció deslumbrante de esa visita fue su gata Mimí, que durante un tiempo fue crucial para Rosa Luxemburgo en el transcurso de su vida cotidiana. La gata aparece mencionada profusamente en sus cartas. Por otra parte, recordé una fotografía muy bonita de Lenin con un gato entre sus brazos.
Quizás la reconocida belleza gatuna permitió que ellos se entendieran ese día a pesar de las divergencias teóricas que los separaban”.
—En el prólogo rescata unas palabras de Simone de Beauvoir: “Yo nunca he vivido con un hombre y nunca tuve hijos”.
—“Me pareció interesante conectar a Simone de Beauvoir con Rosa Luxemburgo, porque ambas tuvieron vidas amorosas que se cursaron siempre con diversos amantes, pero no vivieron de manera formal con ningún hombre. Es posible que más allá de una elección consciente o inconsciente, primara en ellas el concepto de libertad que fue uno de los ejes primordiales de sus pensamientos teóricos.
Pero también pienso que ellas tuvieron la difícil tarea de existir y producir pensamiento en medio de un universo híper masculinizado como es la filosofía y la teoría política y, quizás, esa particularidad copó sus horizontes y no quisieron o no necesitaron formalizar otras opciones”.
