Proyecto Patrimonio - 2018 | index | Demian Paredes | Autores |

 










Se publicó en Chile Lenguaviaje, antología de Augusto de Campos
Tres notas sobre Augusto de Campos y sus obras

Por Demian Paredes
@demian_paredes



.. .. .. .. ..

1

Las palabras, imágenes y músicas, la historia de la literatura, las teorías y conceptos, la crítica, las tecnologías y la comunicación, caracterizan la multidimensional obra poética del brasileño Augusto de Campos, que lleva ya más de seis décadas de dedicado (y delicado, y preciso) trabajo en materia de poesía, ensayo y traducción. Histórico fundador, junto a su hermano Haroldo de Campos y Décio Pignatari, de la Poesía concreta y el movimiento concretista –vanguardia de las décadas de 1950 y 60, de proyección e influencia internacional–, permanentemente activo –ahora abrió su cuenta en Instagram–, y autor de decenas de libros, Augusto de Campos fue premiado recientemente: a fines de 2017 recibió el “Premio Internacional de poesía Janus Pannonius” en Hungría, que se sumó al “Premio Iberoamericano de poesía Pablo Neruda”, de 2015.

Tal como el húngaro, el premio chileno incluyó la edición de una antología, publicada a fines de 2017, con el sello de la Biblioteca Nacional: Lenguaviaje, con edición, selección y prólogo del argentino Gonzalo Aguilar. (Se imprimieron, según noticia, unos 2000 ejemplares, que serían repartidos en las más de 450 bibliotecas públicas de Chile.)


2

Lenguaviaje es una edición “de lujo”: un libro con materiales, tamaño y diseño de gran factura; sus casi 350 páginas contienen una amplia selección de la tan vasta como variada obra de De Campos. Consta de dos secciones, junto a un apéndice, “De puño y letra”, con manuscritos corregidos por el autor (en este caso, son las pruebas de los coloridos poemas publicados en Poetamenos, en 1953). Una sección de la antología, la principal, la más vasta, contiene el trabajo poético desde los comienzos al presente (1951-2015); y la segunda, un tanto más breve, los ensayos (los dos últimos fechados en 2015), junto al histórico manifiesto “Poesía concreta”, de 1956.



El libro posee una amplia cantidad de poesía “visual”, animada, tridimensional, materializada originalmente en tamaños y formas variopintos. Se puede destacar –con todos los límites de una descripción por escrito de algo que tiene que ser visto–, entre esa gran cantidad, “Olho por olho”, de Popcretos (1964-66), una llamativa pirámide de ojos humanos provenientes de fotografías (y al menos un ojo ¿dibujado, circular como el de un pez; o es un ojo de vidrio?, y dos o tres labios interrumpiendo la aparente homogeneidad), recortados, presumiblemente, de diarios y revistas; y “Psiu!”, del mismo libro: un collage de forma circular, repleto de palabras y frases, un tanto desordenadas, superpuestas, con diversos mensajes (propositivos, publicitarios, de “consignas” o llamamientos), con una roja boca (tal vez, la “emisora” del chistido del título) en el centro. La influencia o tematización poética de lo urbano, de la ciudad y los mensajes que la recorren y nos llegan (con distinto impacto y efecto) se expresa aquí y en otros trabajos ya clásicos, como “Cidade / City / Cité”.



El siempre novedoso desarrollo del design de las letras en las artes gráficas, que tuvo una eclosión en las décadas de 1960 y 70, forma parte sustancial de la creatividad y experimentación de muchos poemas de Augusto de Campos: las “Letraset” y numerosas tipografías se ponen en función visual (en su propia materialidad y formas, y en su posicionamiento en el espacio de la hoja u otro “soporte”); también atendiendo a (acompañando y formando parte de) un contenido-mensaje, o más (polisemia, asociaciones y otros cruces de sentidos); y a los ecos y reverberaciones (sonidos) que pueda generar. Otra materialización se encuentra –aunque aquí sólo mostrada con dos fotografías– en uno de los Poemoviles (1968-74, en colaboración con Julio Plaza), escrito en inglés: hojas blancas troqueladas con la palabra –a dos colores– “cambio” en inglés (change, que también permite leerse por un efecto visual chance –oportunidad–), y al “abrirse” el triángulo que la contiene, aparece otra: “mundos” (worlds, que permite leerse por un efecto visual words –palabras–).



En otros poemas, el énfasis del trabajo está puesto en el mensaje y el planteo –donde ingenio y creatividad, síntesis y contundencia se amalgaman, combinando los hallazgos pasados de la vanguardia y las modernas tecnologías, aprovechadas vanguardistamente–; y donde nuevamente se contempla, también, la visualidad propia y de ubicación-construcción espacial de cada palabra y frase. En Não, libro publicado en 2003, en “Desplacebo”, cual declaración de principios, se dice: “solo / bebo / a la / poesía sin placebo / claridad de cristal / dureza de roquedo / son moldes sin medios sin miedo / de la contramano de la vida / […] oír las piedras / romper los espejos / hasta el último round / el último suspiro / si caigo (pound) / no caigo de rodillas”. Y en “Mercado”, poema donde en la página toda negra, por donde pasan letras blancas cual vieja pantalla de televisor “de tubo” (de rayos catódicos), se lee: “todo en venta // cdtvcinema / el genio de la raza / la mortalidad infantil / la mala distribución de la renta / la comunicación de masa / la injusticia del sistema / el riesgo Brasil // ningún poema”. Y “tvgrama 3”, también de Não, vuelve a combinar mensaje(s) de “actualidad” (contemporaneidad), crítica y formas: en este caso una hoja toda azul deja leer frases en clave hilarante, en blancas letras “pop”, donde el punto de cada letra “i” y de cada signo de exclamación es reemplazado por una (hippie) margarita: “entre zapping y zapping / shit fuck trash crap / todo el día él espera / hip rock hop rap / que llegue la nada / todo ya era / no hay quién escape // ¡hoooola,       hinchaaaada!”.



Paul Valéry afirmó que “todo verdadero poeta es necesariamente un crítico de primer nivel”. Con Augusto de Campos tal dicho se confirma. Entre los textos de la sección de ensayos, se destaca la “prosa porosa” (concepto tomado de Richard Buckminster Fuller) de O anticrítico (1986). Como si hubiese atendido otro de los planteos de Valéry que, en 1935, en “Cuestiones de poesía”, criticaba los criterios e influencia “de prosa” para analizar y ver (leer) los poemas, la selección de O anticrítico presenta asombrosos versos de/en crítica, dedicados a los grandes poetas y artistas vanguardistas apreciados por el concretismo y Augusto de Campos. Se lee, por ejemplo, en “Duchamp: la tirada dadá”: “no sé si ya evaluaron / en toda su extensión / las consecuencias / de las incursiones pansemióticas / de duchamp poeta / en el campo de la pintura / y de duchamp designer / en el campo de la poesía”; “uniendo signos / verbales y no verbales / en un mismo design / duchamp-designer-poeta / hizo de la palabra la pólvora / apta para detonar / su afilado / objet-dard / como mallarmé / él optó muchas veces / por el calembur como homofonía / o para usar la fórmula de Freud / (‘el chiste y su relación con el inconsciente’, 1905) / la condensación / sin la formación de sustitutos”. Y así compone en un texto sobre John Cage: “los libros de cage / son / innovadores e imprevisibles / como su música / en todos ellos / hay una mixtura / aparentemente disparatada de eventos / cage no habla solo de música / sino de ecología política zen-budismo / cucumelos economía y acontecimientos triviales / extrayendo poesía de todo y de nada / un mosaico de ideas citas e historias / los textos se presentan / en disposiciones gráficas personalísimas /”. En estos versos-síntesis, con estas afiladas y precisas definiciones-de-poéticas (o también podrían denominarse críticas poético-sintéticas), Augusto de Campos describe a Cage: “este compositor rebelde / es un notable compuesto / de anarquista y constructivista / músico-poeta- designer-pensador / profeta-guerrillero del arte interdisciplinario / de la música a la poesía / de la danza al video / del tape a la vida //”. Otro de los ensayos, uno de los últimos publicados hasta el momento, fechado en 2015 (“De lo concreto a lo digital”), desarrolla –en prosa “tradicional”– agudas reflexiones en torno a los cambios tecnológicos (vertiginosos) de las últimas décadas (las computadoras e internet), y las posibilidades que abren a la creación poética, continuando de alguna manera los postulados y concepciones del concretismo, en aras de la experimentación y el vanguardismo.


3

Haroldo de Campos, en un ensayo donde analiza y discute el lugar de la Poesía concreta en el devenir histórico, recuerda –entre las influencias fundamentales– la “antropofagia” del primer modernismo brasileño, el de Mário de Andrade & Cía. Y la destaca y define como “una devoración crítica” –en un clásico movimiento, de posibilidad-capacidad omnívora: la operación dialéctica de conservación y transformación–. “Se trata de devorar para comprender y superar”, escribió en “La poesía concreta y la realidad nacional” (1961). Las “múltiples coordenadas” en las que se referenció el concretismo fueron las del modernismo local, de 1922, y las vanguardias europeas: el futurismo-constructivismo, Mallarmé, Pound y Joyce (con lo “verbi-voco-visual”), ya anunciados-presentados como referentes en el manifiesto inaugural del concretismo, en 1956. Empleando el análisis marxista (Engels), Haroldo de Campos explicó que, si en la Alemania de entonces la filosofía podía ir más “adelantada” (desarrollada) que en muchos otros países, pese al atraso relativo en materia económica y política, lo mismo podía analizarse y aplicarse en relación al Brasil, su relación con el “resto del mundo” y su “superestructura” artística y cultural: un retraso en un orden (el del desarrollo económico-social) no implicaba necesariamente (inevitablemente, mecánicamente, de manera fatalista) el mismo (sub)desarrollo y pobreza en todos los otros. De ahí, la posibilidad-necesidad de que existiera una vanguardia en el terreno de la poesía, aprovechando, fundiendo (combinando) lo más avanzado que existiese en lo nacional y lo internacional. De ahí que Haroldo afirme: “la poesía concreta completa una línea que se remonta a Mallarmé, y la supera (como jerarquía de valor, obviamente) como radicalización metódica”.



¿Entonces qué tenemos en Lenguaviaje? ¿Poesía o pintura?, ¿ensayo anti-tradicional o arte digital? ¿Música o líneas? ¿“Mensaje” o color? Fue el mismo Augusto de Campos quien, tan irónico como realista, se autodefinió como “menospoeta que músico y menosmúsico que artista gráfico”. La operación antropofágica de Augusto, inventiva, inteligente y sofisticada, se mantiene en gran medida afín con los lineamientos originales del concretismo, de gran exigencia en materia de criterios experimentales y vanguardistas, tomando los signos lingüísticos, las palabras, el lenguaje todo, para trabajarlos, intervenirlos, y transformarlos poéticamente. Dialéctica y contradicción, afirmación y negación son polos y líneas de trabajo que se cruzan y se influencian mutuamente –tal como en la poesía de Pessoa, de Vicente Huidobro y de Oliverio Girondo, otros autores a los que Augusto de Campos ha dedicado su atención–.

El concretismo sostuvo además relación con otra vanguardia musical, la de la MPB: la Música Popular Brasileña (Caetano Veloso y Gilberto Gil: otra antropofagia). Augusto de Campos publicó ensayos sobre la música popular y el tropicalismo: Balance(o) de la bossa nova y otras bossas, además de otros libros sobre música de vanguardia y experimental (Webern, Boulez). También recuperó escritores y escritoras del Brasil (Kilkerry, Pagu), y tradujo poesía provenzal, entre decenas de otros trabajos. Cada integrante del trío fundador proseguiría con el tiempo su propio “camino individual”, manteniendo una conducta de trabajo consecuente: prolífico, creativo y riguroso, expandido en decenas de libros de poesía, de traducciones y ensayos, junto a colaboraciones y diversos trabajos conjuntos (en parceria). En el caso de Augusto, con importantes músicos y cantantes: Caetano Veloso (quien, entre otros, musicalizó y versionó desde la década de 1980 hasta el presente el poema “Pulsar” –presente en Lenguaviaje–), Adriana Calcanhotto, Arnaldo Antunes, y su hijo Cid Campos.

Finalicemos aquí diciendo que Lenguaviaje es un libro que permite adentrarse en una historia compleja, sorprendente y fascinante: el refinado trabajo de un poeta fundamental de la segunda mitad del siglo XX y de las presentes décadas del XXI. Un artista y teórico creador ubicado a la vanguardia permanentemente.



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2018
A Página Principal
| A Archivo Demián Paredes | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Se publicó en Chile Lenguaviaje, antología de Augusto de Campos.
Tres notas sobre Augusto de Campos y sus obras.
Por Demian Paredes