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“En torno a los pueblos abandonados”
Por Daniel Rojas Pachas
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Esta semana me ha correspondido participar como representante del norte y la frontera, específicamente de Arica, en un congreso literario organizado por la Universidad de Playa Ancha, denominado “Encuentro de los pueblos abandonados”, los artífices de esta instancia, el escritor Marcelo Mellado y el académico Alberto Madrid, han concebido las jornadas de diálogo y exposición de documentales y material visual, como un espacio de reflexión en torno a prácticas territoriales de resignificación de lo que entendemos por trabajar culturalmente desde la provincia, operar desde el margen, norte desértico, sur, valles centrales y patagonia, sin responder a la lógica y razón metropolitana. En palabras del escritor de Punta Arenas, Oscar Barrientos Bradasic, uno de los invitados al encuentro, se procura evitar el Martin Rivismo, o sea la idea arribista del personaje de Blest Gana que llega a la capital como quien peregrina a la meca en busca de fama y fortuna, otra postura interesante, propuesta en la primera mesa de ponencias, fue la dada por Cristian Vila Riquelme, quien dejó en evidencia el deterioro espacial y moral que sufren las comunidades aledañas a industrias como la minería, que consume, depreda y luego abandona el contaminado cuerpo,Vila citó el ejemplo de las Compañías en la Serena, microespacios de abandono local, en Arica podemos pensar en el Shopping Center o en la zona industrial, por tanto, la precariedad y postergación asume múltiples matices que van desde la falta de infraestructura hasta la incapacidad y miopía para saber administrar los recursos o en su defecto saber destinarlos a otras necesidades, se insiste si pensamos en Arica, en la importancia de contar con un espacio comunitario para los artistas, un centro cultural de calidad que permita a jóvenes encontrar formas de acercarse al arte, sin embargo, ahí entra a tallar el pequeño poder y figuras sombrías como las que Mellado, autor de la Provincia y La Hediondez entre otras obras, rabiosamente denuncia con sorna en su Glosario Porteño, en este trabajo, Mellado da cuenta del proselitismo barato y prácticas de corrupción entre mandos medios, figuras del lobby y el arreglo parrillero, los operadores políticos con sus triquiñuelas, ofertones y retórica del aprovechamiento a expensas de la urgencia y necesidad de una comunidad debilitada y descreída. Los enfoques dan para mucho, esta instancia es un primer acercamiento a formas de interpretar el territorio y leer la provincia, Vicuña, Valdivia, Arica, Valparaíso. Destaco la voz del escritor Claudio Maldonado, narrador del Maule y autor de los libros de narrativa Santo Sudaca y la recién publicada novela Piel de Gallina, quien dio cuenta de una propuesta dialectal humorística pero no por eso menos crítica, con respecto al habla del sur, y desde allí una mirada profunda a la identidad diversa del país, el huasolecto, lo cual lleva a una rápida interrogante, ¿cuántos Chiles habitan en Chile? y ¿cuántos son invisiblizados? y cómo contribuimos desde nuestra labor a mantener o tensionar dicha razón que procura homogeneizar y reducir, a fin de establecer lineamientos de control y políticas desajustadas al contexto, formas de colonialismo anquilosadas que bien conocemos en la región. La literatura en este caso se levanta como un mecanismo potente de desarticulación de ideas cristalizadas y genera el encuentro con personas, comunidades, costumbres por decirlo de algún modo, de otras tribus nacionales, lo cual te permite entender que tu sistema de creencias o los mitos que te están inoculando diariamente son formas de evitar reelabores tu situación, el dónde estoy parado y cómo puedo reapropiarme de mi identidad y no dejar me conviertan a destajo en un chiche patrimonial, una imagen de postal, un trago exótico o un estigma social, la puerta del contrabando por ejemplo. En conclusión, el encuentro, da cuenta de espacios de confluencia, nuevos creadores, editores, críticos y diversos actores, y el norte se suma con toda propiedad para demostrar su hibridez, su carácter intercultural y una lectura que va más allá del naturalismo al uso y la repetición hasta el hartazgo de la nostalgia y el llanto provinciano.