“Navegar. Navegar. Navegar.
Enhebrar en los ojos,
todos los horizontes de la mar”
Pedro García Cabrera
“No queremos caridad sólo caricias”
Cristina Wormull
Navegar.
Griegos navegando. Isleños navegando. Onas navegando. Barcos de guerra navegando.
La torturadora Esmeralda navegando. Naves espaciales navegando; Células navegando, poemas
navegando en las venas de la poeta.
Así, en primera instancia, al pensar en el título del poemario, el yo lector, recrea una imagen
lingüística de los elementos que rodean a una navegante, como lo es Cristina, la autora, quien, en
estas páginas, muta las palabras en un metafórico barco, el cual boga paralelo al tiempo. Lo hace
de esta manera, pues la poeta tiene visión y perspectiva de las acciones realizadas a través de su
propio tiempo, por lo tanto, navega paralela a un tiempo observado, que, si bien es cierto,
está en constante dialéctica con él, ésta ella escritora, se desalinea, abandona la línea temporal
que la rige. Con esta liberación deja puerto: las ataduras, los nudos de cuerda y en varios de los
poemas al amado, léase:
Habitante de la nostalgia
“Recuerdos enredados
en árboles y esquinas
el ardor de antaño muerto
bajo el agua que riega jardines
del barrio alto de Santiago
Otear avenidas buscar puñados de miradas suspendidas en el aire
un último suspiro en el oído
labios ensangrentados por la furia la pérdida de ti”.
. . . . . . . . Navegante Pág. 12
La vida nos da la impresión que un puerto es un lugar en donde llegas y te puedes refugiar, llega a
“buen puerto” dicen algunas. Tal vez es imperante, para quien viaja, llegar a un lugar de descanso.
Luego, quién hace su cuerpo navegar por una vida, con mareas altas y bajas, corrientes, sensación
de naufragio, en muchas ocasiones debe buscar cobija, restaurarse, oxigenar el alma, tranquilizar
las pasiones. Nuestra poeta nos presenta 5 puertos, más un anexo, que es un poemario puerto 6,
en todos ellos hay una entrega de parte de su ser. No hay pérdida, sino que su ánima baja, abraza
y vuelve a embarcar y sigue viajando por altas mares de cumbres de lucha y desarrollo onírico y
latente de las cosas.
Árboles de la infancia
“…Allá en mares lejanos
donde habita el ombligo del mundo
empieza a crecer un toromiro
vigilado de cerca
por hombres pájaros
para que sea silvestre
y regrese a su tierra ancestral…”
. . . . . . . . Pág. 30
En el Navegante la Memoria se establece como un norte. La cardinalidad es ubicación, por lo
tanto, indica el saber “dónde están”. Dónde, por lo menos para darles un ritual y sus espíritus
puedan, donde sea que fluyan, descansar o bailar, a vuestra creencia, pero ubicadlos.
Bien sabido es que le memoria se activa con distintos elementos. Sin embargo, también existen
anuladores de memoria. Al navegar, buscamos, tal vez encontremos, capaz que nada, pero
siempre navegamos.
Anónimos
“Anónimos
anónimos dolores
anónimas vidas
quienes los torturaron
esos que los mataron
pretenden hoy
negar su existencia...”
. . . . . . . . Pág. 65
En síntesis, la poeta, Cristina Wormull, como la luna a las mareas; ella la luna, las palabras las
mareas. Va dejando una estela en las páginas del Navegante. Como lectores, simples lectores,
podemos encontrar una suerte de camino, el cual nos guía hacia un horizonte sintáctico (en
palabras de Donsátula), hacia esa articulación mágica entre el pensamiento y la palabra, cuestión
llena de belleza, experiencia y dedicación. Nos hace viajar lejos. Desapegarnos de las palabras
manipuladas y adentrarnos en la historia, en eso que el experto llama metarrelatos. Luego, las
palabras adoptan autonomía, oscilando de puerto en puerto. Este extracto del poema “Ruinas en
la Memoria” lo resume perfectamente.
Ruinas en la memoria
“Vigilan el pueblo antiguo allá en el valle
canales susurrantes
que se pierden entre risas
a lo largo de las calles
empedradas por el Inca…
. . . . . . . . Pág. 78
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María Cristina Wormull Chiorrini Estudió Periodismo en la Universidad de Chile. Trabajó en el mundo de las comunicaciones, transitando por la literatura a través de la edición y producción de revistas. El 2015 fue galardonada con el segundo lugar en el concurso de poesía de la Ilustre Municipalidad de Las Condes y ese mismo año fue incluida en la antología “Raíz y luz del tiempo, voces de agua y sol”. El 2016 obtuvo el tercer lugar en el concurso de poesía de la misma Municipalidad y publicó su primer libro individual “Thalamon”, gracias al premio obtenido en el Fondo Nacional del Libro y la Lectura (fomento a creación poética) del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, hoy Ministerio de Cultura. El año 2017 fue incluida en una nueva antología poética, “Voces a la Noche”. Pertenece a la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y al grupo Los Inútiles que fue fundado por el poeta Oscar Castro.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
NAVEGANTE, de Cristina Wormull.
Por Donsatula
