“El mal siempre es posible. Y la bondad es eternamente difícil.”
Ane Rice
La presencia de un sello de agua en cada relato de este objeto libro, ese algo que hace suyas las palabras, nos presta a los lectores, un puente para hacer de la lectura de “Suspiros al oído de mujer”, un entrelace con las historias y sus protagonistas. Relatos sencillos y veloces, avanzan por una senda comunicativa, que mediate, según el título, la respiración (pues suspiros son respiración) informan y dan un espacio para contener y proteger.
“La musa agoniza, por más que trato darle aliento, escucho desde lo profundo un tenue verso de depresión, solloza tan débil que apenas alcanzo a darme cuenta que proviene del corazón”.
de “Cuando la musa agoniza”
Mediante la construcción histórica los suspiros germinan en un sentimiento que proviene de los mas oscuro de nuestro interior (no hay luz en el interior de los cuerpos en lo que a su aspecto biológico se refiere). Este sentimiento puede ser exteriorizado por las personas, sin embargo, son tremendamente subjetivos, llenos de experiencias, que para bien o mal, alimentan a las y los personajes de los cuentos (hay algunos que suenan a poema en prosa). El suspiro, dentro de los mundos representados por la autora, implica muchas veces una búsqueda, un viaje místico por los desiertos y selvas de la vida. Estos viajes no son de una mujer-autora errante, ella sutilmente, sabe donde va, donde dirige sus utopías y conexión con el mudo a pesar de las adversidades.
“En mi estudio, templo de mis propios quehaceres, leo y repaso tranquilo, escritos de los grandes, deleite del alma en reposo, regalo intangible del que busca y encuentra en talentos ajenos un calmante a la angustia del presente…”
de “Vida nueva, gracias cuarentena”
Cuando las palabras tienen la sinceridad y como recurso literario la antonomasia, la vertebra del relato se transforma en una carretera en el lector. Los relatos organizados en este libro transitan por nuestra mente y corazón, se digieren susurrados, el libro en sí se convierte en una pieza de “realismo discreto y vaporoso” ( frase de un texto que no recuerdo).
“Sus guantes de latex se rosan con frecuencia, sus miradas a través de las antiparras nubladas por el sudor, símbolos del contacto imperceptible de su sensual intención de caricia que les trae a la imaginación, el ayer de fogoso encuentro de sus cuerpos en llamas.”
de “Amor a todo pulmón”
La intimidad representada por la autora es una escena sencilla, algunas veces inocentes, por nada romántica a modo de los patriarcas, sino algo sensual, un diálogo de los cuerpos, que acontecidos de cambios, dan cuenta de su historia de sus relaciones con la tierra y los espacios. Más aún, dan cuenta de hechos sociales, pues “la cuerpa” también habita en lo social.
“...¡Oh dios, nunca estuve en Italia !!!!. Guiliana fue la personificación de mi sexualidad reprimida por años, comprendí que debía tomar el toro por las astas, ese mismo día. Tenía un deber con mi alma y con mi cuerpo, tenía que abandonar ya el convento. Tomé la sotana…la colgué y me fui.”
de “La Toscana quedó en silencio”
La prosa cotidiana sensibiliza los patrones jerárquicos de la literatura, las manos de mujer advierten a todas luces la fusión del cotidiano con la ficción literaria. Según la escritora Anne Rice todos tenemos una historia que espera ser contada. A partir de esta afirmación la narradora devela sus experiencias, hay relatos que parecen verdaderos diarios de viaje.
“Un taxi de los años cincuenta, de incendiados colores rojo y amarillo, nos llevó a nuestro hotel y sentimos los primeros sones y trovas, el aire los traía mientras atravesamos las añosas calles de la Habana Vieja.”
de “Secretos de corazón a corazón”
Nuestra autora, transita en los laberintos de la construcción de los relatos utilizando voces de “otros”, no se imita tan sólo a la suya. Es una conexión, una unión que radica en la experiencias de los y las seres humanos (as) en sí, sin importar si pertenecen a alguna construcción de género.
Aquí lo importante son los hechos, los acontecimientos, lo que le sucede a quienes habitamos la tierra. Indaga la autora en la psiquis de “estos otros”, los va descubriendo, mostrando el museo que los habita : causas muchas veces miserables.
“No tengo que darle cuentas a nadie y no necesito a nadie. Tengo recursos suficientes, soy jubilado de las fuerzas armadas, enviudé hace ocho años y mis hijos me achacan que yo maté a su madre con tanta demanda y malos tratos.”
de “Si no fuera mayor”
“La musa agoniza” lentamente, suavemente en un vaivén casi imperceptible, como ese movimiento de la tierra que la traslada y la sustenta en el espacio. Mediante este movimiento va “camarizando” los sucesos de su historia, logrando edificar la intertextualidad, esa forma de cómo las historias se transforman en libro.
La autora penetra en su memoria, indaga a sus personajes, lo expone. Nos dice tácitamente:
“Lean lo que somos”.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Suspiros de sal, la mar abrazando todo.
Comentario al libro “Suspiros al oído de mujer”, de Carmen Tornero
Por Donsatula
y dan un espacio para contener y proteger.
