“…qué hace, ¿qué puede hacer?, ¿qué debe hacer cada consejo de obreros y soldados (...)? Ahí reside el problema. Es necesario minar por la base al Estado burgués, sustraerle cada una de las funciones sociales, no separando sino uniendo en todas partes el poder ejecutivo, la legislación y la administración, poniéndolos en manos de los consejos de obreros y soldados. Luxemburgo, R. (1918) Discurso sobre el programa.
Muchos nos hemos preguntado qué pinta la poesía en los procesos obreros, con los oficios y el trabajo, en lo social y político. Acaso las palabras de aquellos y aquellas, que, de cierta perspectiva, conviven con lo onírico, lo contemplativo, tienen fuerza en la construcción de un espacio material grato, dignamente habitable. Tendrá un verso el poder de una espada o de un fusil. Tal vez la respuesta a las interrogantes anteriores sea: nada. No obstante, algunos escribientes de poesía, con sus palabras y versos, nos aclaran que ésta debe ser acción directa en la responsabilidad social. Así es la afirmación intrínseca del autor del libro OXIDO, Marcelo Arce Garín.
Garín nos refresca la memoria, lleva las palabras volviéndolas símbolos que acreditan la cultura obrera, da la sensación, por momentos, que en los versos fluidos habitan todos los personajes que el hablante va desempolvando para los demás, tan sólo para los demás, pues para él están vivos, son latencias, cuerpos que habitan la realidad sumada de luchas, dolores, vuelo de volantines, fierro, plásticos, ollas en común y risas.
“Con el fierro hirviendo González prende su cuarto cigarrillo del día, tiznado y serio comienza el turno Va formando con destreza y agilidad clavos gigantes que serán los encargados de sostener la ruta la rapidez será considerada al momento de llevarse las hojas secas de un otoño que pronto se retira González detiene una gota de sudor que iba directo al fogón en sus pensamientos se desplazan las planillas que debe llenar…”
Pág. 18
“Campeones del dominó, cacho y rayuela Un nuevo termino de jornada Maestranza Central entrena al caer la tarde conducción y control del balón las estrellas populares se lucen con gambetas y dominio cada taller aporta con su hinchada…”
Pág. 18
Nuestro autor, se va refiriendo a personas y sus oficios, a una historia que no es lejana. Hay una voz que evoca ese tiempo, filetea el proceso de los ochenta, selecciona con manos cirujanas, a la acción social precisa, aquella que quiere evidenciar, exhortándonos también a ser testigo de cómo los obreros y obreras se organizan, de cómo se liberan, estos lo hacen auto organizando los “Cordones Industriales”.
A 47 años del Golpe Cívico Militar, el periódico “La Izquierda Diario”, expone, el 11 de septiembre del 2020, la siguiente aclaración con respecto a estos “cordones”: “Los cordones industriales embrionariamente actuaron como órganos de poder obrero y de alianza con los sectores populares del campo y la ciudad. Se extienden por el territorio chileno durante la huelga patronal de octubre del 72”.
No digamos que Garín se apropia de un trozo de historia y lo lanza en palabras escritas, así como así, no, por el contrario, libera haciendo crónica de los sucesos, es por ello que pone en primer plano la capacidad de organización de los trabajadores y trabajadoras. Esa búsqueda implacable de una vida digna, para ellos y la familia, para un país, y más universal… para el mundo.
“De cordón a cordón cada guiño es colectivo autonomía del territorio, trayecto y producción Elecmetal / Lucchetti IRT / Rolitex…”
Pág. 27
Por lo que leemos, estamos tratando, afirmo conscientemente, de una “Poesía Social”, tal vez nada nuevo en la maraña poética chilena, puesto que otras y otros poetas como Rocka, Eltit, Veliz, Mistral, Castro, entre muchas y muchos, la han desarrollado. Inclusive, siendo un tanto transgresor de canon, podría decir, desde su étimo (crónica proviene del latín «chronĭca», que viene del griego «kroniká» y este a su vez del griego «kronos» que significa tiempo.) , que esta poesía tiene mucho de crónica; tiene la entereza para resignificar la historia a partir de lo popular, citando espacios y tiempos.
“No quiero ver tristes a las obreras y obreros de la patria que vuelvan las industrias y la mano de obra Más calor a las máquinas y se escuchen las poleas calentar motores Hay muchas bocas que alimentar y mucho territorio para trabajar…”
Pág. 43
La “poética crónica”, del libro, ajusticia con golpes de memoria colectiva. Enciende la luz de la intermitencia del ejercicio de trabajar en proceso de memoria. Nos exhorta, en el Chile de hoy a dejar de negar los hechos de un genocidio, los hechos de un tratado de violencia, que para variar afecta al pueblo de trabajadoras y trabajadores. En este Chile del siglo veintiuno, lleno de confusiones y contradicciones, en donde la política está tomada por la burguesía, que se jacta de democratizar a las masas con publicidad llena de deseos que nos descuartizan, construir escritura de claridad, escritura de develación de hechos históricos es absolutamente necesario.
El poeta Marcelo Arce Garín, hace su trabajo, su oficio, en el silencio de las estaciones, luego sus palabras son alarmas, bocinas y bencinas, que despiertan al aturdido país que habitamos.
22 de agosto 2022
Marcelo Arce Garín.
Santiago de Chile, 1976. Poeta y Encuadernador.
Director, productor y conductor del Programa Radial En Calzoncillos por la Plaza
Pública (2014-2019) y actualmente colaborador cultural en el Periódico El
Irreverente.
Ha publicado Exhumada (2009/2021), Caja de cambio (2016) y Óxido (2022).
Su trabajo es reconocido con Mención de Honor en el 9° Festival de Todas las
Artes Víctor Jara (2001) y 1° Lugar en el 28° Premio Municipal de Literatura, San
Bernardo (2021).
Participa en múltiples festivales y antologías de poesía en Chile y el extranjero.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com El “Oxido” en los overoles de la memoria.
Breve comentario al libro OXIDO de Marcelo Arce Garín.
Mago Editores, 2022, 50 págs.
Por Donsatula
