Salvajes
Los pies me nacieron
Sin raíces sin anclas
Voladores
Deseosos de conquistar
Aguas desconocidas
Espesuras verdes y altivas
Coraje de sol y vida
Serigrafiando el vuelo
Serigrafiando el cielo
Bailar en playas vacías
Diluirme tierna y brutalmente
En el sueño constante
del mar en la montaña
En el color suave del viento
Zambullirme
Dejarme la sombra
Cansada en la otra orilla
Coleccionar piedras
Tejer la intimidad del suelo
Tranzarla cuales cabellos
Enseñarle a hacer canciones
Vagar por el universo
Sin estación y sin puerto
Tan solo el refugio eterno
Bajo esta piel de semilla
Que es desvestirme los ojos
Quitarme cualquier cerrojo
Y ser de mar y de arcilla
Viniste
Vino abrigarme los fríos
Tu corazón pequeñito
Y vino a cantarme mañanas
Tu alma frágil pajarito
Quien fuera luna en la noche
Quien fuera luz farolito
Para acunarte los sueños
Y abrazarte los piececitos
Que se me escapan los días
Para darte la manito
Y llevarte a ver el mar
El jardín con sus bichitos
Para calmarte la sed
Para elegir bien los libros
Que te despierten los ojos
Que te inunden los sentidos
Quien fuera mago y hacer
De este país un buen sitio
Para enseñarte el amor
E ignorar los plebiscitos
Que luchan la dignidad
Del hombre sobre un papelito
Ojalá yo fuera buena
Y mereciera este sitio
De cielo que tú me das
Cuando me miras así
Con tu simpleza de niño
Dame otro abrazo con alma
Para llenar los frasquitos
De vida que me das amor
De azul, de luz y de brillo.
Sol naciente
El verano siempre vivió dentro de mi
Todas las cuerdas de mi alma danzante
Encontraron refugio en el sol
Y desde ahí late, desde ahí aprende a emanar
Esta pasión por amar
Por arder la vida
Y las tantas muertes que hay en ella
Y las tantas muertes que yo misma he muerto
Es como si de pronto el cielo
Tembloroso
Aprisionado en la congoja
De esa llovizna que le atraviesa las entrañas
Reclamara su envergadura
Pronunciara entre su sombra mi nombre
Y me increpara herido
Acaso me has extraviado?
Me has arrinconado en el baúl del olvido
Sólo porque se ha apagado mi luz?
Te he mostrado que el sol
Es un emblema silencioso
Que se encumbra en la frente
De aquellos que han aprendido a cantar
Que aunque sangre este julio inclemente
No he muerto
No he muerto
He de llorar un instante las ausencias
Pero la música del sol
Jamás se extingue
Vive, late, gobierna todo con su esplendor
Aún en los días sin memoria
Los días del barro, los martes
Las noches sin estrellas
Yo canto
Cantaré
Aunque no puedas oírme
Aunque no encuentres mis palabras
Y el más implacable de los inviernos me asole
Cantaré el verano eterno
Que abriga
Que guarda
Este
El sol que vive dentro de mi
Llantear 50 años
Hay tanto que decir
Pero nos vestimos bajo las sombras
De la amnistía del silencio
De un puto silencio cauto
Inmoral, alcahueta
En este país nunca fue bien visto hacer mucho ruido
Y así desandamos nuestra historia
Sonrisa sin dientes dibujada
Apretada, ultrajada
Sabemos bien callar
Sabemos bien llorar
hacia dentro
silencio aprendido
Constitucional
Mas mis ojos arden
Mas mis ojos queman
Porque cargo un saco de gritos agrietados
Fantasmagóricos y antiguos
Duelen 50 años sobre mi espalda
Columna de huesos extraviados
Dulce patria enmudecida
Ladran mis muertos
Mis espantos
¿Dónde están mis compañeros?
¿Dónde han escondido su sonrisa?
¿Es que alguien aquí puede escuchar mi llanto?
Es el llanto que llevamos todos
Sobre el rostro sobre las manos
Sobre los altaneros emblemas
Dibujado
Hay tanto que decir
Mas el mar calmo secuaz funcionario
Del horror de mi pasado
Podría baldear océano entero
Buscando el susurro de mi padre
Buscando el zapato de mi hermano
Podría baldear océano entero
Pero callo, sucumbo y enmudezco
Pues mi cantó con horror ya fue quebrado
Los botines del sicario
En mi rostro censurado
Todo calla
Todos callan
Maldición de veredictos putrefactos
¿Dónde están mis compañeros?
¿Dónde han escondido su sonrisa?
¿Es que alguien aquí puede escuchar mi llanto?
Es el llanto que llevamos todos
Sobre el rostro sobre las manos
Sobre los altaneros emblemas
Dibujado
Hay tanto que decir
Pero en el desierto no se escuchan
Mis pasos ya cansados
Mi terrible aullido de andar sin hallarlos
Bajo el sol de Pisagua
hasta el gélido lamento
De los vientos de Dawson
Donde se pueden esconder
40.000 sueños silenciados
Dulce patria enmudecida
Ladran mis muertos
Mis espantos
Ya no cabe en mi cuerpo
Esta letanía de silencio tan macabro
Ni la rabia, ni el quebranto
Quiero que este llanto me posea
Grito, entraña, ciudad, llano
Quiero romper todos los rostros vacíos
Los opacos
Y llantear largo y hondo
Llanto a grito pelado
Llanto que me lave la apatía
El atropello, la tropelía, los cascos
Llanto deja que te llore
Llanto que ya no cabes entre mis manos
Dónde están mis compañeros?
Rompiente
Escribo cuando la manos me sangran
Cuando el atardecer impotente
En el horizonte me miente
Cuando soy un cuarto oscuro
sin ventanas y sin sueños
Sin el silbar de los trenes
Que zarparon de la estación en lo alto
Sin previo aviso
Escribo porque las palabras brotan
Arden y trepan por las paredes
Porque llevo el corazón un tintero
Con su latido herido
Y su comparsa silente
Escribo, porque el cielo rebosa
De una nostalgia que aturde
Porque se me agolpan los credos
Para abrigarme la suerte
Pero ya no siento nada
Ya no creo nada
Todo en mi alma se rompe
Se quiebra, se muere
Escribo porque tengo miedo
Y tanto amor que se pierde
En el temblor de una nube
O en el rugido rompiente
Del mar que va caducando
Con su nostalgia inminente
Escribo en el fondo del mundo
Donde hace un frío inclemente
Y se me mezclan las palabras
Y todas juntas me llueven
Mi noche contigo
Mi noche contigo fue un jardín de almendros,
Un boleto clandestino a un desesperado soneto escrito hace ya diez años.
Fue un acorde de trova y cebada
Cárcel de besos y urgencia de abrazos.
Fue una ventolera, el aire fresco
Anhelado, buscado, deseado
Mi noche contigo
fue la rebeldía contra la desidia,
guerra declarada a la rutina,
al miedo y a la soledad.
Fue asiento preferente
hacia el dolor de tu infancia,
la siempre anegada costa de tu angustia,
un bosque de gritos,
tu invierno escarchado,
fue el miedo al ocaso.
Mi noche contigo fue construir un refugio
en el hueco de tu espalda,
fue agujerear un milenio de ausencias
y tantas despedidas,
fue bordar mi calor en la tormenta de tu pelo.
Fue el insomnio de los sueños
y el riesgo de los daños.
Fue el sol cruel verdugo
contra la ventana.
Fue pradera, acantilado,
cálido desierto,
fue volar a cielo abierto,
selva indómita,
fue mi pueblo sublevado.
Fue el color de un beso
en el fondo del mar.
¿Dónde alma mía?
He buscado en el baúl del mundo
Las huellas extraviadas de mi playa
Como una forma de abolir
Esta orfandad infinita
Que me inunda que me muerde
Que con vocación de huésped
Teje un nudo y se acuna en mis entrañas
Donde alma mía has de dormir
Donde van a tropezar tus pies infatigables
Con el remanso de la lumbre
Con el refugio de otros brazos que buscaban
No se calma no se aquieta
La saciedad del ruido transitado
La vacuidad en el rostro de los otros
Me quiebra el coraje y los sentidos
Carcome el azul de mi sustancia
Emblema de melancolía a cuestas
Buscaba ya no sé lo que buscaba
Voy perdiendo la luz la consistencia
De no hallarme
De no hallar mi voz
Mis coordenadas
Regalos
Te regalo el rumor suave del viento
Y palitos como barquitos
Rodando río abajo
Te regalo la calma de la montaña
Y la hierba recién nacida
Los brotes de primavera
Te regalo el canto del agua viva
Esta familia extraña que somos
Que sólo existe para ti
Te regalo el mundo afuera del mundo
Las setas con sus sombreros
Las risas y los errores
Mis miedos y mis dolores
Todo lo que soy
Y lo que quiero ser
Te lo regalo...
Te regalo la tierra con sus candores
La loica y su pecho herido
El árbol con sus tendones
Te regalo el reino de las cosas simples
Todo aquello que no podría comprar
Y que, profundamente humana, siembro
En el exuberante jardín de tu memoria