Proyecto Patrimonio - 2011 | index | Ernesto Carrión | Autores |



 



Entrevista al joven poeta guayaquileño Ernesto Carrión

“La poesía es una necedad sin remedio”

Por Fabián Darío Mosquera
El Telégrafo, Ecuador. 14 de julio del 2010

 

La voz poética de Ernesto Carrión ha ido, de a poco, ganándose un espacio de privilegio en el panorama de la literatura ecuatoriana. Con varios premios nacionales, algunos reconocimientos internacionales, becas, consideraciones antológicas  y comentarios elogiosos de importantes autores continentales, su nombre es cada vez más frecuente en las conversaciones en las que se trata de definir dónde está la nueva poesía nacional.

Hoy presenta, en la Alianza Francesa de Guayaquil,  su último trabajo, Fundación de la niebla, editado en Perú por la casa arequipeña Cascahuesos.

- Usted ha dicho que este es un libro”distinto”, por ser, según afirma, menos abigarrado, más transparente y directo si se toman en consideración sus últimos trabajos... Sin embargo, el trabajo retoma y se inscribe en una estilística ya conocida. ¿Hasta qué punto el texto es o representa la continuidad de un discurso lírico ya establecido y, al mismo tiempo, de qué forma representa una ruptura, una nueva opción de fuga?
- No escribo ningún libro de la misma manera. Sin embargo, la continuidad, el desborde de una misma propuesta que arrancó hace más de una década, continúa. Se logre o no se logre; ya que, más allá de hablar aquí de metas cumplidas, o de posibles rupturas, este trabajo lo que intenta es darle forma o rostro a un discurso-ser-escritor en constante cambio y lleno de dudas e insatisfacciones.

Fundación de la niebla no está escrito como Demonia factory o Monsieur monstruo (ambos, continuaciones de éste); sin embargo, los inaugura plantándose en el origen mismo  de la voz poética sobre la página en blanco.

Es un libro distinto en el sentido en que parecería que no se habla de nada, que no sucede el tiempo hacia ninguna historia de la voz o del autor, ya que el viaje reposa en la búsqueda del sentido de la vida y de ese autor (la mano que va ganando carne) a través del proceso posible de ir escribiendo un libro. Entonces sería un libro que habla “supuestamente” sobre el proceso de escribir un libro. Y sobre quién da vida a quién, y si es que existe o cabe la noción de “vida” adjudicada torpemente al libro, al hombre que escribe el libro, o a la voz que jamás es el autor.

- Lo primero que vemos en el texto es un hombre que habla como si su cabeza fuera un ser ajeno a él. Es una búsqueda de identidad, pero que no arriba a la consolidación de ninguna certeza. En medio de esa niebla y panorama difuso se presenta el poema como herramienta o dispositivo de escape, y también como necedad y única identidad posible... Considerando la poesía escrita en el Ecuador contemporáneo, ¿cuál es la necesidad de reflexionar sobre sus posibilidades?, y ya en el plano subjetivo, íntimo, ¿cómo ha cambiado su relación, desde sus primeros libros, no tanto con el oficio como “jornada de trabajo”, sino con lo que el oficio representa simbólicamente?
- Poquísimas certezas son las que tenemos en la vida, así que no sorprende que aparezcan muchísimas dudas en mi trabajo, y esto se da con naturalidad, ya que qué más quisiera yo que encontrar y escribirle alguna verdad al hombre. La idea acaso es no inculcar ni adoctrinar a nadie. Para eso están la Iglesia y el colegio.

Es necesario reflexionar, pero no “sobre las posibilidades de la poesía escrita en el Ecuador contemporáneo”, sino, más bien, sobre las nuevas posibilidades de escritura que tiene ahora la poesía en nuestro país. Un poema puede moverse dentro de un texto dramático, hacia un texto narrativo, como puede estar en una receta médica o una figura geométrica. Y no considero que esto sea nuevo... Pienso que se respetó demasiado el  canon andinocéntrico en cuanto a materia poética. Por eso existe un considerable atraso, con respecto a otros países, como México, Chile y Perú. El cómo se conserva la madera lírica y cómo sabemos si aún seguimos frente a un texto poético es lo más curioso, porque, la verdad, ¿quién posee los criterios reales?

Mi relación con lo que la poesía representa como oficio no ha cambiado mucho. Es una necedad seria y sin remedio. A veces pienso que los que escribimos poesía (si es que escribimos poesía) lo hacemos por no ceder ante el ruido mecánico de un mundo adaptado al confort de observarse a sí mismo a través de los paraguas de sus hipermercados. Donde todo está dicho y lo que no, a nadie le importa, porque no aparece anunciado en los televisores plasma. Y es de una necedad tal, que podría decirse que los poetas solo nos leemos a nosotros mismos, que no nos entiende nadie, y sin embargo cómo quisiéramos tener un pueblo de lectores. Porque donde hay palabra hay significado y cambio, y posibilidad y futuro.

- Usted escribe muchísimo, mantiene un ritmo difícil para un autor de poesía...  ¿Cómo, a grandes rasgos, funciona su proceso creativo y cómo resulta posible su articulación hasta que se vuelve  libro?
- Decir que el discurso existía antes que el libro sería honesto; honesto a pesar de que ponerlo por sentado así haría parecer que se trata de una escritura programada, que le restaría toda posible intuición y libertad al poema. El discurso existe y ha existido desde antes. Quiero decir: me he propuesto trabajar 10 libros de poesía divididos a manera de una trilogía única. Luego  no sé. Luego, nada. Sin embargo, en el proceso de la escritura misma de estos libros aparece un sinnúmero de eventos que colaboran con sus desarrollos. Hablo de sucesos que van desde la diagramación del trabajo a realizar, el bombardeo inexplicable de imágenes e ideas, la lectura consciente y la corrección desmedida, hasta de textos que me han sido entregados en sueños. Esto último no lo puedo explicar. Pero puedo contarte el último verso que me regalaron: “Las Piedras/ Por Palabras/ Cambian Dioses”.


 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2011 
A Página Principal
| A Archivo Ernesto Carrión | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
Entrevista al joven poeta guayaquileño Ernesto Carrión.
“La poesía es una necedad sin remedio”.
Por Fabián Darío Mosquera.
El Telégrafo, Ecuador. 14 de julio del 2010.