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RECONOCERSE CANSA. 13 NAIPES ECUATORIANOS

[Nota sobre este libro]

Ernesto Carrión

 

 

.. .. .. .. . .. .. . .  

Al momento de trabajar esta antología (con autores nacidos a partir de 1970), decidí ubicar aquellos trabajos en los que existiera un corte común: el no hacer poesía de una forma tradicional, por así decirlo. Además he querido darle cabida a una escritura que introduce ciertos elementos que responden a una modernidad asfixiante, donde las reglas y el mismo desarrollo del poema se encuentran completamente alborotados, las voces dislocadas y lo fragmentario incrustado en lo cotidiano a través de un idioma en constante cambio y reproducción; y donde el individuo es “fantasmagóricamente” aislado, bajo la sola premisa de “estar en el mundo”. Asimismo, he decidido ubicar autores prácticamente desconocidos e inéditos tanto dentro de mí país como afuera, esperando que estas poéticas emergentes empiecen a desarrollarse con fuerza y con cautela para la buena salud de nuestra literatura.

No siendo crítico, y no sabiendo más que lo que pienso, escribo y sospecho sobre la poesía, opté por no trazar un prólogo, después de la   selección, sino más bien por (des)ordenar este libro de una manera distinta.

Entonces el lector no encontrará en Naipes Arreglados las fechas ni los lugares de nacimiento de los trece autores (aunque advierta que todos nacieron a partir de 1970). Esto debe importar muy poco. Solo debe saber que están desordenados y que el prólogo, que leerá a continuación, fue elaborado como un rompecabezas, donde los autores escribieron, solidariamente, un párrafo sobre el otro, y en el que las reglas fueron las siguientes: ninguna. Y donde todo lo que está próximo a leer puede ofrecerle señas reales para la interpretación de estos naipes, o pueda ser tal vez otra forma agradable de extraviarlo.

 

 

PRIMER NAIPE
(DAVID G. BARRETO)

La obra de David Barreto utiliza a la literatura como persona principal, la génesis de la voz poética (y su postrera inutilidad, pues tal como afirma el propio Barreto “Nada fijo con la tinta permanece, nada fijo en el huso es ineludible”), el desarraigo del apátrida y la nostalgia son el hilo conductor de esta selección de poemas, textos redondos y pulidos que nos acercan a una obra poco conocida dentro del Ecuador, pues en nuestro país “aprendimos a ocultarnos de la literatura”.

 

SEGUNDO NAIPE
(DELAURA PAZ)

Fragmentación y Delete. El miedo que se detiene en la propia cobertura de las cosas, de la vida que ella misma trata de descifrar a manotazos, a cortes imprecisos de imágenes/ ideas y sensaciones. Quizás toda la vida sea solamente la bala, la fría bala viajando hacia la boca que escupirá el poema. Voz que parte desde experiencias reales con una visión incrustada en un diálogo cortado, magnetofónico y posmoderno. Ayúdame Big Bang voy a volar el Empire State junto con King Kong y su rubia tonta – va de retro con los líos conyugales. Delete. Hay que empezar de nuevo: Reestructurar la vida: Auxilio. Podríamos jugar a esto dejando en claro que es un juego con un animal, pregunto?

 

TERCER NAIPE
(JOSSUE BAQUERO)

La historia de un paraíso diferente, contemporáneo, donde la Amada (Amanda) aparece y desaparece entre los destellos de estos versos contundentes y llenos de desasosiego de Jossue Baquero. La voz narra momentos poblados de símbolos. Un viaje hacia la descripción de una historia de la que el lector solo verá sus frutos negros. El frío de la realidad por descifrar donde el lenguaje irá destruyendo la mortalidad de esta historia del origen, de una pareja y del lenguaje mismo.

 

CUARTO NAIPE
(CACHIVACHE)

Paseándose sobre el muro de la deconstrucción y saboreando a sorbos el verso clásico (secretamente mezclado con unas gotas de anís y veneno) descansa decantado en el imaginario onírico de un adolescente veterano. Versos llenos de adioses como quien se despide mucho cuando quiere quedarse. Cachivache se queda, indefinidamente.

 

  QUINTO NAIPE
(WLADIMIR ZAMBRANO)

Cito, descabelladamente, al Flaubert que amo porque es la antítesis del lirismo, pero en él habita la más realizada poesía: “Je suis dans un tout autre monde maintenant, celui de l'observation attentive des détails les plus plats. J'ai le regard penché sur les mousses de moisissure de l'áme.”Con esa misma necesidad que mueve a Zambrano: la de recoger los pedazos más finos de su cosmovisión en el tiempo y el espacio que le vuelven humano y luego escritor, detrás de los dígitos que esgrime y amparado bajo el umbral celeste de una república lumínica del tatatà.

 

SEXTO NAIPE
(FERNANDO ESCOBAR PÁEZ)

 

  SÉPTIMO NAIPE
(ANDREA CRESPO GRANDA)

Aquí la ausencia se transforma, no se trata más del estancamiento ni el solo aparto, incluso el silencio ha destruido su concepto y en estas páginas lleva la velocidad del grito. Andrea Crespo vuelve al poema hacia el lirismo de la pérdida y el vacío, pero trueca el mecanismo contemplativo y melancólico en la violencia que contiene, ocultamente, la desorientación; transfigura el aparataje clásico de la incertidumbre y el abandono, se ocupa de que lo contemplativo busque un propio código semántico a partir del cual la espera o la suspensión no sean apenas lo evidente de su concepto, sino un cedazo por el que atraviesa el río.

 

OCTAVO NAIPE
(VICTOR VIMOS) 

Vimos lanza los naipes sobre el vientre del tiempo: señala con el dedo índice el porvenir con la otra mano sostiene su cabeza. La cabeza de Vimos intenta rodar hacia sitios que no le permitan ver lo que su dedeo muestra.
Vimos puede que -a veces- tenga apariciones como cualquier parapolítico o criminal de demonios.
Vimos - atascado en el problema de su espada o su fe- es el prestidigitador del vientre, el hijo y la pérdida. En la página las excusas/imágenes están mediadas por una voz poética que anuncia una partida ya ganada por el tiempo. A pesar de conocer el resultado, el poeta asume el riesgo/jugada de predecir el verso ya situado en el futuro.

 

NOVENO NAIPE
(ROCÍO SORIA ROMERO)

División y retorno. Espacio y aire, limite que se presiente en el cuerpo y aun así la palabra lo expande, a veces violenta a veces suavemente “como con los fantasmas vivientes de las cosas perdidas en el fondo de los cajones del recuerdo” que la poeta registra en sus textos laberínticos, plagados de pieles de dioses y pequeños espejos de mano, que quieren hacerse aves y de pronto mueren en el intento… Soy…Eres… Ella…Las voces se confunde sobre una poesía que se reconoce en la carne, su fricción y desarraigo, sin necesidad de caer en los tópicos de la imaginería erótica. Un discurso singular dentro de las nuevas escritoras nacionales....

 

DÉCIMO NAIPE
(DINA BELLRHAM)

Crónica previa (que también será posterior) de la mujer de helio, quien ha dejado escapar el gas, lo ha inhalado, se ha adherido a sus manos y antes de aquel día, en que pasaron años, dijo la mujer de helio
-Tomemos la huida del pez en su estante de adorno.
No jaló el gatillo en el desierto. El desierto se tragó el helio cuando se soltaron sus manos.
.. .. .. .. . …el vicio de la existencia despojada de la gracia prometida en el ombligo
.. .. .. .. .arrastrada mil veces por la sórdida angustia del vacío.
.. .. .. .. .Ese día previo que también será posterior
.. .. .. .. .era un día como hoy.

 

DÉCIMO PRIMER NAIPE
(JOSÉ ARTURO CASTRO)

La poesía es el símil de la oscuridad, de la muerte o de la noche. La de Castro es una voz que invoca, sus versos son matemáticos bisturíes que van abriendo, sajando de adentro hacia afuera. Dice el autor en un verso: /ir desnudando la escritura/ hasta que parezca un gesto. /. Y es que el trabajo del escritor es arduo y accidentado: lidiar con las manos y el torso desnudo, y el alma desnuda, y el corazón desnudo a la fiera en el poema.

La voz de Castro /desgaja lentamente el racimo de ojos que anida estertores al otro lado del negro./ hasta dejar en claro /que toda voz pronunciaría su propia muerte,/que todo espejo lo haría con la ausencia./.

En la poesía de Castro la palabra palpita como un órgano recién extirpado y la muerte es una carcajada, y la carcajada es una herida abierta.

 

DÉCIMO SEGUNDO NAIPE
(PAÚL PUMA)

Llegó la carnicería, Paúl… en hojas y noches agujereadas con saña confeccionada, en tiempos de aves marinas llenas de olvido. Es cierto: todas nuestras muertes se han vuelto contra sí; regresan, como una forma o manía para recordar que aún vivimos. Árbol de la carne picoteada por pájaros, ese trocear de tus palabras desde el ego de una melancolía que ejerce su tristeza. 3 poemas como un alud, desmoronándose hacia el centro de la perfección de la afonía.

 

DÉCIMO TERCER NAIPE
(JUAN CARLOS ASTUDILLO)

Juan Carlos Astudillo construye el verso para habitarlo, como él mismo dice. Va cubriendo la página de intuiciones, de vacíos, de blancos instantes donde palpita además la palabra por venir que solamente puede ser la verdadera palabra. Pues es en el espacio en el que sucede una intuición en  el lector, donde el poema se nos presenta como un acontecimiento de lo real. Poesía quebradiza llena de luz, amor y de silencios. Diálogos que inauguran otros diálogos; y donde siempre habrá un lápiz, un papel y una mano dispuesta a acariciar la nieve de lo que se pierde para siempre.

 




 

 

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