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Gloria Dünkler Valencia

Por Ernesto González Barnert

 

 

 

Gloria Dünkler (Pucón, 1977) Poeta y narradora que ha ido dando voz a la colonización y asentamiento  principalmente germano. Sin obviar las relaciones que se producen con el chileno, con el mapuche. La confluencia en un territorio común. Sus miserias y grandezas. Sin duda, una autora que viene trabajando con rigor y obsesivamente sus materiales, su lengua. Que machaca día a día las palabras hasta que un día se escuchen y no podamos obviarlas, entender que un poema o texto de los suyos tiene mucho más que decir que historiadores, antropólogos, sociólogos, comentaristas de filosofía, sicólogos, groseros e ignorantes ingenieros y estadistas acerca de un proceso que no ha terminado, que es también parte de nuestra historia personal, que requiere una voluntad y amor enormes para expresarse en medio de tantas heridas, clichés, sueños rotos, pobreza, desmemoria, la perorata del vencedor o perdedor, de la minoría o la mayoría, etcétera. Aquí Gloria sólo espera -como muchos- dar con el lector cabal, es decir, el que más que su conveniencia, busca ser más como persona al leernos.

- ¿Cómo llegaste a la Poesía?
- Podría señalar que “más que llegar”, nací con ella en mi interior, como el llanto del bebé que reacciona a la vida tras unas palmadas en el culo.

- ¿Qué ha significado para ti la Poesía?
- Todo. Me ha permitido explotar y sangrar, sanarme en el poema.

- ¿Para quién escribes?
- Creo que desde las pequeñas experiencias interiores se puede proyectar una luz,  un farol, que a veces, puede ser empleado por otros  para  que alumbren algunos metros de sus caminos y, a veces, esa luz no alcanza siquiera para uno.

- ¿Cuándo escribes necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
- El papel y el lápiz para que aquella “bebida espirituosa” no se evapore. 

- ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
- Que rimbombante suena.
Le doy muchas vueltas en la cabeza. Investigo, me documento. Acostumbro a trabajar una idea desde más de un ángulo y luego ella se desarrolla en una secuencia de poemas. A veces, el poema jamás se termina.

- ¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
- Lo único que recuerdo de mi profesor de Temuco son estas palabras:
“¿Arte por arte o arte por compromiso? –qué piensan ustedes- "
Para mí es la médula de como vemos el mundo, la forma de asumir nuestras verdades. Yo admiro la valentía de quienes optan por el compromiso; la emoción y el peligro que ese riesgo conlleva.

- ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
- Algunos he tenido el privilegio de conocer y escuchar de sus bocas palabras de aliento y,  de otros, vómitos de menoscabo -ambos- con una sabiduría imperturbable. Más que dar nombres me han marcado aquellos que han sido capaces de cagarse en todo con maestría, obligando a sus detractores a asumir su derrota. Aquellos que son indispensables, pues su vacío se nota y se notaría. Stella Díaz Varín, Ramón Riquelme, Jaime Huenún, Gonzalo Rojas. Manuel Rojas, Rimbaud, Vallejo, Whitman, Coloane, por nombrar algunos.

- ¿Qué me puedes decir de la poesía chilena contemporánea?  ¿Que autores destacas? ¿ Qué me dices de tu promoción chilena?
- Difícil. No soy estudiosa del tema. Quizás conservo una opinión vaga, deforme, prejuiciosa, muy temperamental a los hechos. Admiro la promoción de poesía escrita por mapuches. Ellos, quizás han conseguido en menos de 100 años lo que la literatura winka en todo el bicentenario… aunque el balde se está saturando de basura que tapa el oro.

- ¿Qué opinión te merece los talleres literarios?
- Para mí, la poesía se “talla” en colectivo. Y el taller te entrega eso: técnica, oído,  ritmo, etc. Creo en los ripios que son necesarios limpiar para que aflore la sustancia del poema. La sustancia no te la dan los talleres. ¿Cuál es tu sustancia?.

- ¿De tu obra si tuvieses que elegir un poema o fragmento...cuál?
- " …¿Cómo era posible que desde un instrumento tan fino manaran los gemidos más cobardes?  Inclusive aquella dote alojaba en su interior la fisiología de la mentira, ese gran secreto que nadie se atrevía a reconocer porque todos mentían, al fin y al cabo, no importando el motivo de la farsa, su continuidad en el tiempo, o su oscuro tejido…”
(Los Intrusos, novela de la colonización alemana.)

- ¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
- Los que no me agarran.

- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
- Los dones previsibles. (Estela Díaz Varin)
Los Castigo (Ramón Riquelme)
 Víctor Jara y Violeta Parra deben ser leídos y no sólo cantados.

- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
- No me acuerdo. Hace dos años que no me topo con la poesía.

- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
- Cuentos.

- ¿Cómo ves hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?
- Plata,  contactos y cantinfleo.  El talento es un asunto que no le mueve una mecha a nadie. Hay malos poetas con influencias, plata y mucha labia,  y convencen a cualquiera en un recital poético.  Hay poetas buenos, sin labia, ni contactos… y ya sabes el resultado.

- ¿Qué piensas de los Premios literarios?
- Medirse es natural y necesario. Pero, como dice Bolaño, uno debe tener claro que ya perdió.  Y yo me pregunto: ¿Por qué uno insiste entonces?. Esa es la gracia de este cuento.

- ¿Quién te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
- Están muertos.

- ¿Qué te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
- …

- ¿Qué palabras dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, que ha decidido ser poeta?
- Bueno, pienso que sólo los curas dan sermones. Yo busco mis lecciones en los libros y en  los viejos anónimos que son diablos correteados, que se lo han vivido todo, que uno no les va con teorías ni pirotecnia.

- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas leer?
- Dejo la estantería abierta.

- ¿Qué opinas de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura?
- El problema no es la difusión, a mi juicio, sino discriminar la mierda de las perlas.

- ¿Qué cosa últimamente te quita el sueño?
- Parar la olla en el mundo civil,  para dedicarme a mi trabajo en el mundo simbólico.

- ¿Qué te escandaliza?
- La soberbia mal usada. Aquí en Santiago he visto a muchos que te echan la caballería encima gratuitamente.

- Me gustaría que a ti mismo te hicieses una pregunta – que nadie más te ha hecho- y te la respondieras. Una que nadie ha tenido la gentileza de hacerla.
-  ¿De qué se esconde usted?
...

- Y por último ¿A qué le tienes miedo?
No a la vejez sino a perder la cordura. A cagarme en los pantalones. A que otros decidan por mí.

 

 

* * *

 

P o e s í a

 

Cuando llegamos de Hamburgo,
 esos primeros días nos conformamos
 con roer los duros bizcochos que sobraron del viaje.
 Mi hermana Friederika nació en el barco;
 pero nunca más supimos de Vitorio,  
 el traficante de golosinas ,
de las españolitas enfermizas,
 ¿qué habrá sido de ellas y su piojera rota?
 Allí viene el añejo aparador,
 el trinche de la Oma ,
el camastro, sus fierros oxidados, 
 y la bolsa del correo.
 En este Lanchón Cisne
 de espaldas a la miseria
 se aventura mi corazón emigrante.

 


Si me expulsas de tu tierra
antes, escucha:
porque algo de tu historia
vive en mi sangre de winka.
Si nos echan, si con el dedo nos apuntan,
de mis muertos que abonen tus chacras
prendera una costilla,
y un pedazo tuyo vendrá conmigo
a vivir el destierro.

 


Soy la liebre entre los hualles
 te acecho cazador bajo la lluvia.
 Soy la tierra madre, muslos de puma,
los agito en el combate,
 ¡doy un salto en la neblina
 y ahorco el fusil de tu garganta,
 atravieso tus entrañas,
 galopo tu pecho civilizado!
 En esta hora que tus caderas me buscan
 ¿qué harás para seducirme?

 


De la grieta caliente de la sangre
la hija nació en pie:
mi madre fue el sur rural y jugosa, 
mi padre fue la Europa de azules ojos; 
 las dos puntas de esas venas a muerte.
 Me trajo al mundo
ese nudo de sangre, me dio la vida,
y llevo sus nombres:  civilización y selva,
y llevo sus nombres:  exilio y patria leche nueva,
y llevo tu nombre: mestiza

 

Fragmentos
QUILACO SEDUCIDO,  Pucón 2003,
Prólogo de Thelma Muñoz y Ramón Riquelme

 

 

* * * * *

 

 

No hubo aquí
cerveceras ni cooperativas agrícolas,
latifundios, ni patrones crueles
que azotaban a los indios o los colgaban de los pies;
ni les hicimos firmar algún papel dudoso
ni licores a cambio de tierras.
Yo me quebré la espalda en una carrera
y una madrugada
el viento incendió las ganancias,
el taller, las herramientas.

 

La vida nos ligó al mismo árbol, tu brote y el mío,
erguidas nuestras hojas, enredadas.
En tiempo de cosecha
unimos los pedazos de un mural secreto,
en el carozo, en el jugo, en la pulpa, 
se estruja lo rubio y lo moreno.
No fuimos cerezo ni manzano
sino un injerto de lenguas
un canto de huesos y nervios.

 

Así nos fuimos encogiendo, apagándonos,
viniéndonos abajo como pichones heridos.
Seguíamos aguantando aquí, allá,
husmeando con nuestros hocicos,
marcando provincia, adiestrando a los cachorros,
en la pelea del colono blanco.

 

¿Qué sabe un forastero sobre tomar un buen mate? 
Nadie le dijo como se ceba:
amargo,  untado en miel,
hojitas de cedrón, cáscaras de naranja;
que el agua no se deja hervir,
que amaina el apetito y sosiega la mente.
¿Qué piensa?
Quizás aprenda a degustarlo, le complazca,
y un día se instale con su bombilla
en la arena movediza de la yerba.

 

DÜNKLER

Bajo la luna de los emigrantes
en las sombras brilla un secreto.
Allí respiran criaturas, se aman,
lo deforme y lo bello.

 

Del libro: Füchse von Llafenko
(Zorros de Llafenco), 2007

 

* * * * *


Geister der Schule /  fantasmas de la escuela,
del libro
Füchse von Llafenko
(Zorros de Llafenco), 2007

 

Mi amigo Karl era fuerte, macizo, soberbio,
pero yo veía sangre y me desmayaba.
El ruido de las Winchester en las cacerías de patos
me hacían orinar en los calzoncillos.
Si jugábamos a los pistoleros
terminaba convirtiéndome en el traidor
que se unía a los comanches.
Me encantaban sus juguetes de milicia
sus águilas, sus banderines,
Improvisar batallas en la arena,
campos de tortura en la jungla,
aviones bombardeando ciudades enemigas.
A veces, también me fastidiaba todo aquello
y prefería cazar perdices con mi honda 
o juntar digüeñes.

 

Galopan tus piernas sobre el coligue,
el hocico de tu bestia es un trapito
y  tu cabello al aire son las crines.
La adolescencia te pilló brincando en los montes
y silvestre bajo la luna maduraste.
Descalza, carita sucia, hiedra que monta los barrancos,
hija del gran cacique aún no entiendes de modales.
A cruzar los espinos que se doblan en las cercas,
a burlar a los adultos que te impiden el paso,
con tus sueños prendidos a las riendas
invítame a jugar contigo.

 

Tuve compañeros
que soñaban con ser agentes del SS.,
o enfermeras de campaña.
Karl  poseía una colección de submarinos
que eran la envidia de la escuela
y hasta los cholitos de las reducciones
morían por jugar con nosotros.

 

Tras oír las lecciones sobre historia de las razas,
lo dibujábamos pronunciando su discurso en los balcones,
o condecorando a niños valientes y a madres esforzadas.
“Ustedes algún día también serán el orgullo de sus padres”
nos repetían, y era nuestro objetivo a lograr,
pero mis notas fueron las peores ese año.

 

En las reuniones nos encendían
el honor que significaba, para nosotros
formar parte del Sandesgruppe Chile 1.
A engrosar las filas en los puntos de apoyo
en Berlín o en Santiago,
a servir a la causa como fervientes multiplicadores
Mi padre no vio dudas en la madre de Karl,
que dio un paso al frente.
Él las tuvo y me obligaron a traicionar su amistad.
La valentía fue para mí un accidente.


EL ADIOS

Las mujeres acopian el bote con leña
y los perros escarban la playa teñida de pilo-pilo2.
Para campear el fresco atizan el fuego, se frotan las manos
y descargan las truchas pescadas a la maleta.
Ya partimos en el Marichen con destino Villarrica.
Ellos se quedan allí anclados a la arena, a las escamas,
a las espinas de un amor que los atraviesa.

 

 

FLUß TRANKURA

Reír con Chaplín es un agrado
no así para el  ahora joven Karl
que de buena gana escupiría sobre el rostro del bufón
aburrido, deseoso de partir a la guerra
ahora que la patria lo reclama en alemania.
El Trankura también se ríe de ellos
batiendo sus quijadas de agua sobre las piedras.
Quizás una noche, tras los escombros,
sentado sobre los muertos de la jornada,
aquel muchacho contemple la foto de su abuelo
y se pregunte quién fue ese loco.


ANCHIMALLEN

Nos advirtieron sobre brujos y huecuves,
maldiciones, tragedias, hechizos,
y bolas de fuego celando los montes.
Crematorios, cámaras de gas,
sacrificio de niños deformes,
jabones y peinetas fabricadas a base de humanos.
Era todo aquello una historia que paraba los pelos
a chicos y grandes,  pero nadie creyó.

 

Me acordé de Karl y su pasión por la guerra.
Cuantas jornadas me sentí un ganador junto a él
chapoteando en los barriales.
Zorro bruñido, sabueso de las quebradas,
¿qué habrá sido de él después de tantos años?.
Quiero pensar que llegó a ser un gran barón
y estuvo al mando de sangrientas escuadrillas.
Que derribó a miles, torturó a cientos,
y no tuvo un gesto amable con sus rivales.
Quiero suponer que mi amigo vive oculto
en los archipiélagos del sur,
quizás allí encuentre clemencia.


En los cuarteles nos admiraban
porque les recordábamos al gran pueblo elegido,
al Führer y su doctrina de limpieza.
Pero nadie hablaba de ese asunto.
Para bien o para mal,
nos llevaríamos el secreto a la tumba.


En este nicho descansan los restos mi abuela:
aquí la vi cruzar el río, y al otro lado,
mi linaje fue a su encuentro.
Aquí descansa -y que no se me olvide-
una mujer que luchó y fue amada.

 

Llafenco3 era un puma que seguía respirando,
oculto en la sierra, lamiéndose la herida
y volviendo a su silencio un día bajó a tomar agua.
yo también seguía aquí, resistiendo,
negándome al turismo y a sus carreteras,
a la locura, al asilo, a la dictadura del abandono;
como un tractor oxidándome bajo la lluvia,
como tejas pudriéndose,
como ratones meando en los graneros,
seguíamos aquí esperando el juicio final.

 

1 NSDA (AO) Grupo Local Nazi Chile.

2 Sophora Cassioides, también conocido como Pilo-pilo, Pilo o Pelu-pelu. Diminutas semillas color amarillo que inundan las playas de Villarrica y Pucón.

3 Agua de toronjil.

 

 

 

 

 

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