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González Barnert | Autores |
Alexis Figueroa
Por
Ernesto González Barnert
Alexis Figueroa ( 1956, Concepción) Pienso en su escritura
–en cada uno de sus libros- como en los pedazos de un naufragio que
aunque cada vez diferente, no dejan de dar cuenta de un naufragio,
personal y colectivo. Sin duda, delirante y brutal, actual y manierista,
oscuro y eterno. Pero lleno de sutilezas y de ingenio formal y lingüístico,
siempre bien escrito, como si fuera el chaleco salvavidas y también
la pesada cruz atada a ese destino, a ese estado mental, apuesta donde
el autor intenta llevar de la mano arte y vida a cierto orden y es
obligado a volver a empezar en el caos, atravesado un buen número
de páginas, y a hablar como un loro amplificado por tamaña porfía.
Y eso para mí es hermoso.
- ¿Cómo llegaste a
la Poesía?
- Por un proceso de acostumbramiento, una suerte de “llegar a ser”
del que no tuve yo mismo conciencia. En cualquier caso no fue una
elección, sino más bien, seducción. Siempre me gustó leer, más que
ver. Y de las palabras, el ritmo, el sonido. La materia primera de
la poesía. Posteriormente fue una elección, sobre todo cuando, ya
con los años de trabajo y arte descubres muchas formas de expresión
literaria y definitivamente te quedas con la poesía. Acaso de la misma
poesía, me gusta su posibilidad de libertad: en la literatura, es
la forma más inútil de trabajo y por lo mismo, quien la asume lo entiende:
no se encuentra entre sus posibilidades el constituirse como un suceso
comercial. Es un arte –en su sentido moderno-, no un espectáculo.
La poesía es libre, como un vagabundo sin moneda ni hogar. La poesía
no entretiene, sino, más bien tiene la pretensión de revelar. La poesía
golpea la puerta de sus desinteresados lectores sin nada en las manos.
Excepto el descubrimiento. Esto es lo único que entrega. Y para poder
aceptar esto, necesariamente debe haber un eco interior. Un eco que
ha formado una oreja dura e incomprensible, hasta que con los años
su vida –tus propios textos- golpea como un desconocido, pidiendo
refugio en tu corazón. Llegué a la poesía por las mismas razones que
un astrónomo inspirado llega a la sicoastronomía: por necesidad de
un instrumento que permita otear las partículas del dharma que estructuran
y permanecen en la voluntad de lo real.
- ¿Qué ha significado para ti la Poesía?
Una pasión amable y voluntaria en una percepción estoica. Un gesto
de elegancia espiritual. Un don absolutamente personal. Una posibilidad
desesperada: mi arma, mi testimonio de combate por una luz humana
sin fronteras que nos de la vida, al amparo de la mentira y la crueldad.
- ¿Para quién escribes?
- Para mí. Para mis múltiples yo. Para los bodisatvas náufragos. Para
aquellos que respiran la atmósfera del arte por su necesidad. Para
quien tiene oído de poesía. Para quien me quiera leer.
- ¿Cuándo escribes necesitas algo a tu alrededor,
alguna cosa, haces algo en particular, etc.?
- Procesador, vino y cigarros. Espacio para dame vueltas. Una pieza.
Capacidad de mantener un cerebro en blanco, mientras algo o alguien
recorre su sustancia: un pescador. El pez de la poesía. Una red-pez.
- ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo
trabajas hasta concretar un poema?
- Parodiando un lenguaje de ordenador, por un examen heurístico de
las percepciones y contenidos de mi conciencia, ensamblando luego
una imagen constituida de fragmentos que portan elementos del código
que busca el examen. Imagen no en el sentido visual, sino de instantánea
compleja, que reproduce en su forma un contenido múltiple, abierto,
integrada por todos los datos que posibilitarán luego una expresión
constituida en metáfora, anáfora, metonimia, ritmo, distribución espacial,
acción, sinestesia, diseño, intención, realidad.
- ¿Es necesario que el escritor sea un
hombre comprometido?
- ¿Qué es “comprometido”? ¿Un actor, debe ser comprometido? ¿Un ingeniero?
¿Un obrero? ¿Con qué? ¿Debe un escritor ser algún modo de ejemplo
para su comunidad? ¿Debe un escritor ser una figura, un referente
ético y moral en su sociedad? ¿Con qué se compromete un escritor?
¿Con su futuro? ¿Con sus responsabilidades familiares? ¿Con su proyecto
humano? ¿Con su patria, época, su tribu? Un escritor, como cualquiera,
debe estar comprometido con aquellos valores que conforman la humana
dignidad. Más esto vale para todos los que aspiren a una justa humanidad,
en un mundo en manos de los ricos y poderosos. Está en sus manos,
más no les pertenece ni por derecho, ni divinamente. Tampoco por una
consecuencia natural. A pesar de todo lo que dice la Historia, las
Religiones y la Filosofía. Les pertenece, porque a sangre, a fuego,
a maldad y abuso, desde el primer golpe en el primer día del mundo,
han construido una idea de la vida en que sólo ellos son personas.
Mas no son sus valores, reforzados por la Razón Histórica con mayúscula,
los valores ciertos de nuestra posible humanidad. Esto se ve en Chile
de hoy, por ejemplo. Un país donde en 10 por ciento de chilenos es
el dueño del país. Ellos, los Humanos, Ellos, su imaginería, dicta
lo que es y los que son. El resto, en el caso de Chile, pueden ser
clasificados en delincuentes y deudores. Al menos, los poetas -los
hombres, las mujeres-, desde las vanguardias modernas y a pesar de
sus fracasos se comprometen cuando jóvenes con la pasión moderna de
su dionisiaca juventud. Con la búsqueda de vida, de una vida que se
encuentra acaso en “otra parte” -generalmente para los jóvenes la
vida se encuentra siempre en otra parte, por ejemplo, más que en casa,
en la calle- y justamente por esto es vida posible y que aparece ante
sus ojos mientras son valientes, dignos, independientes, serenos.
Y cuando el poeta es viejo, y tiene la experiencia de los años pasados,
acaso su destino sea el mostrarse frágil, débil, abandonado de su
musa, atado al compromiso de su voz: una voz que ama, aclara –la claridad
es la esencia de la luz-, sostiene, hermana, da esperanza y por sobre
los lenguajes y los gestos de esta u otra vida, hace verdad.
- ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias
han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
- Son muchos, casi demasiados. Habré leído unos trescientos o quinientos
autores que considero queridos e importantes para mi formación artística
y espiritual. Como ejemplos hablaré de textos y autores, sin distinción.
Mencionaré al Señor Ginsberg y su humanismo rebelde y secular; “Lugar
de origen” de Jesús Sepúlveda; el concretismo brasileño; “Búsqueda
de la poesía”; el “Poema de siete faces”; el señor Vallejo; “A una
muchacha que corre como el viento” de Yeats, el señor Sidarta y su
definición del nirvana. Adso de Melk y su despedida de los sueños
de la vida en la última pag. del “Nombre de la Rosa”, página cuya
elaboración retórica y temática copia paso a paso el final del libro
“Juliano el apóstata” de Gore Vidal; la poesía de Germán Carrasco;
Damsy Figueroa volviéndose ajena a su voz de poesía, la última pag.
del “Gran Gatsby” y la metáfora de las luces que se pierden a lo lejos,
llevadas por el río del tiempo, que es el río de nuestra imposible
vanidad. El señor Julio Espinoza, Zen para peatones, algunos poemas
de Harris, otros de Elvira Hernández, otros de Malú Urriola, la fuerza
vital del Sr. Memet; La “Tierra baldía”, Santiago irreal. Los experimentalismos
del Sr. Novoa; el decimonónico blog de Carlos H. de Valpo, la Odisea,
la versión de “Gilgamesh” publicada en formato comix, capítulo a capítulo,
en una revista argentina en los 80; la ciencia ficción. Los cadáveres
barrocos de Perlongher. Algunas frases de los textos de V.H. Díaz.
Las estructuras sonoras de Carmen Berenguer; los silencios oscuros
tras de las palabras de Guillermo Valenzuela, el Romancero Gitano,
etc. Absalón, Absalon; Informe sobre ciegos, etc.
- ¿Cómo ves la poesía actual chilena?
¿Y dentro de ella a tu promoción y a la más joven?
- Esto es muy largo de responder. Para otra vez. Acaso sean estas
preguntas apropiadas para un espíritu anlista y crítico. Sin embargo,
referente a mi generación diré que el tiempo nos desdibuja a todos.
Nos perdemos en su niebla, poco a poco. Aunque es cierto, muchos de
nosotros hicimos textos dignos, en que la dedicación por la palabra,
la experimentación, el trabajo, en fin el arte de la poesía, se manifiesta
y se manifestará A pesar del tiempo ya nombrado. Por otra parte, creo
que la poesía chilena como un todo, padeció bastante tiempo de soberbia
amparada en la leyenda de ser “única y especial”, leyenda construida
alrededor de la figura de sus antiguos vates, en especial, en el entorno
latinoamericano. “En Chile levantas una piedra y sale un poeta” se
decia. Puede ser cierto, pero lo que sale es un poeta malo. Pienso
que fueron los poetas del 90 y posteriores, quienes “añadieron” a
la poética nacional, el conocimiento fuerte de otras tradiciones -anglosajona
por ejemplo-, introduciendo también una función de “narratividad”
en el espacio del poema, amén de un lirismo anecdótico, casuístico,
menor, apropiado para aterrizar las Grandes Voces de Yo poético de
nuestros chilenos antepasados. A la poesía y a sus poetas, hombres
y mujeres los veo en una misma y permanente situación:
Prefacio a una página en blanco.
Considerad monjes peregrinos
El homenaje silencioso de esta página.
La he dejado en blanco como ofrenda,
como tributo a las artes de la carne,
por consideración a vuestra devoción tan solitaria.
Aquí queda, virgen que no ha sido fecundada,
incitando con su albor tan primigenio,
que recuerda el primer día del mundo,
esa luz antes de todo y las estrellas.
Considerad este anhelo por lo gestos,
el verles en acción sobre el vacío,
grabando las esquelas de la vida
sobre esta lápida marmórea.
Rúbrica pondrán. Es vuestro intento
el echar en los surcos la semilla.
Pero a la vez de crear vida
dejarán ruinas tras la mano,
signos que serán sin ser vosotros,
dólmenes vacíos, eriales fúnebres,
cuencas, cuencas, en las que sólo quedan ecos
-no vosotros, peregrinos-,
la sacra reliquia de la tinta en sus osarios.
- ¿Qué opinión te merece los talleres literarios?
- He trabajado en varios talleres literarios. Tuve uno en el Departamento
de Jóvenes de la Municipalidad de Concepción, otro, en la facultad
de Filosofía de la Universidad de La Serena, otro, en Balmaceda 1215,
etc. Generalmente fueron talleres para jóvenes interesados en narrativa
y poesía. Fundamentalmente, eran lugares de encuentro y reflexión
en donde fueron los propios integrantes quienes determinaron su dinámica.
En las sesiones descubrieron sus pares, se leyeron, comentaron, criticaron.
Descubrieron muchas veces la raíz adánica de su esfuerzo, al verse
reflejados una y otra vez en otras voces. Por mi parte, mi trabajo
ha consistido en presentarles contenidos: escritores y poetas de otras
tierras y épocas, poetas de su inmediata contingencia, poetas conocidos
y olvidados, para brindar un mundo de elección espiritual. Entiendo
que hay muchas tradiciones de taller. Desde el taller del vate potente,
al taller de escritura. Desde el taller vocacional al aspiracional
de cuiquerío. Los talleres son una herramienta que entrega al artista
una posibilidad. Nada más. Por mi parte, hace tiempo que no hago ningún
taller.
- ¿De tu obra si tuvieses que elegir un
poema o fragmento...cuál?
Coda.
Así como la gota de tinta tiñe el agua un instante de
breve color,
y después vuelve el agua a su luz transparente de vacío espejo,
así un libro escribe un momento en la suma del tiempo
de tu corazón. Palabra. Rueda de tuerca. ¿Que aprieta?
¿Qué suelta?.
Como una gota de tinta se difunde en el agua,
el libro se disuelve
y se va...
- ¿Qué libros nunca has podido terminar
de leer?
- Los libros de sicoficción- autoayuda, tipo Derek Chopa (no sé como
se escribe) y Castaneda. El Sr. L. Rampa me interesaba más. Otro,
“El perfume”. Libros “espectáculo”. Libros que pretenden decir más
de lo que pueden decir.
- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado
de la poesía chilena?
- Son varios. En realidad, más que el criterio de “olvidados”, preferiría
hablar de libros acéntricos, de otro perfil en la “tradición”. Por
ejemplo, “La Estrella negra”, “Transmigraciones”, “Aka: sólo para
tus ojos”; “Arte Cortante”; “Miramar Hotel”, etc. Acaso debí señalar
también sus autores. En general, libros que integran otra historia
de la poesía chilena.
- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena
que leíste?.
- Sumatra, de Julio Carrasco. Un libro de Jorge Ojeda. Muestra de
Poesía (18 jóvenes de la región metropolitana). Rascacielos de Enrique
Winter. A duras penas “Coma”, un libro repleto de falsos apocalipsis
y en donde la verborrea funciona como metáfora física de la agresión
por exceso, de la realidad. Es un libro fantasmal, espejo de si mismo
y su propio vacío, demasiadas páginas hablando de todo, da lo mismo
qué leas, cómo, dónde, o dejes de leer: siempre se arma como fantasma
incompleto, esquizoide. Pienso cómo alguien gastó tanta plata y papel.
Sin embargo supongo que es el apropiado ataúd para un poema en coma.
Como sea, me gusta. Es un caleuche barroco con incrustaciones de vacío
y neón
- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
- Estoy releyendo “Años luz, mapa estelar de la ciencia ficción en
Chile” Compilación de Marcelo Novoa. “El peregrino secreto” de John
Le Carré. “El secreto del universo” de Johanes Kepler.
- ¿Cómo ves hoy por hoy la industria editorial?
¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?
- Chile no tiene gente suficiente para sustentar una industria editorial
que se considere rentable conforme demandas y ganancias que tomen
por modelo las posibilidades de consumo de países más poblados. Por
otro lado su tradición lectora, su riqueza cultural esta semi destruida
tras los años de dictadura militar y la seudodemocracia de emergencia
posterior. Así, Chile es un mercado marginal de esa industria. No
es un asunto de internet y medio electrónicos más o menos. Lo que
sí existe y adquiere dimensiones ricas y variadas, son los proyectos
editoriales mínimos y a la vez, bien constituidos. Son proyectos vocacionales,
artísticos, de publicación y difusión, en que la apuesta editorial
implica una estética, amén de una sobrevivencia comercial en base
a una distribución y comercialización focalizada, artesanal. Le siguen
a esto, algunas editoriales de rango medio, que trabajan ya situadas
en la formalidad institucional, recibiendo alguna que otra ayuda gubernamental,
a través de los programas del Fondo del Libro, Cooperación universitaria,
fondos concursables, etc., y que cuentan ya con un departamento de
distribución y comercialización nacional de sus productos. La industria
mayor, que en Chile es ciertamente conformada tan sólo por divisiones
menores de las grandes casas editoriales de occidente, se mueve obviamente
en base a un trato mayor. Como éste: el del “Maletín literario” propiciado
por el gobierno de Chile. Esto, como “política cultural” no pasa de
ser una ayuda desvergonzada a la Industria Editorial transnacional.
No veo a ninguna editorial chilena propiamente tal, a ninguna editorial
menor, a ninguna editorial de vocación cultural, en condiciones de
postular a este proyecto. La iniciativa del famoso maletín es simplemente
un gesto espectacular, postulado por autoridades culturales que no
tienen la menor idea de dónde están parados. Como en todo. Muchos
funcionarios de gobierno, no conocen otro Chile que el de su confortable,
idílico, autocomplaciente metro cuadrado. “En chile no se lee” dicen
“no hay cultura”. Hagamos un maletín con tres cuatro libros y regalémoslo
a las familias chilenas…. Obviamente, el “maletín literario” propuesto
por el gobierno, intenta remediar esta situación. Remediarla en términos
empresariales, pues aunque como “iniciativa cultural” es de una pasmosa
imbecilidad, augura un necesario poder de compra editorial, por parte
del estado chileno. La plata del cobre. Nuestra plata. Leo en “La
Tercera” del Viernes 27 de julio, 2007: “Por otro lado, el director
de Random House, Pablo Dittborn (¿?), plateó otra duda. Según sus
indagaciones, para imprimir los miles de libros –cerca de 400.000-
que demanda el maletín se requerirían 535 toneladas de papel. Una
cantidad que por lo menos este año no estaría disponible en Chile”.
Acaso entonces no entendemos cabalmente la iniciativa de gobierno,
pues es multisectorial, se trataría no sólo de cultura sino también
de una eficaz ayuda, al fomento de la industria de la celulosa nacional,
amén de la revalorización de cartonero, como profesión informal. Somos
tontos, no pesados.
- ¿Qué piensas de los Premios literarios?
- ¿Existe, es posible, una sociología de los premios literarios?.
Pienso que sí. Sin embargo diré: están bien para quien los ganan.
Cada premio tiene sus selecciones –que no son nunca inocentes-pero,
si tú estás dispuesto entrar a concurso, es un hecho que debes simplemente
aceptar. Un premio siempre representa un reconocimiento…o algún odio,
entrega a veces dinero, a veces prestigio, a veces posibilidades,
todo junto o separado, pero entrega. Si tu ética te lleva a renegar
de los premios bien por ti. Nadie te obliga a concursar por nada.
Los premios siempre tienen el sesgo de quien da el dinero, el prestigio,
la posibilidad, pero esta condición, esta presente en cualquier trabajo
o acción en que “vendas” tu esfuerzo. Es tu decisión.
- ¿Quién te gustaría que recibiera el Premio
Nacional de Literatura?
- No lo sé. Hay muchos que se lo merecen, pero … un premio nacional
¿a qué “país” representa?. ¿Quiénes eligen la artística representación
del país? Un premio nacional es un reconocimiento oficial y más aún
gubernamental. Particularmente y sin criticar los favorecidos de hoy
y mañana, no creo en la sapiencia y los dones de nuestra institución
cultural y aún menos en sus estructuras de representación. Ahora,
que si yo diese los premios, como un dios griego semi omnipotente,
pasional y liviano diría: Carmen Berenguer, Elicura…
- ¿Qué te parece este Chile ad portas del
Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
- En Chile la política cultural es una política de espectáculo. Además,
¿Bicentenario de qué? No reconozco un país construido artificialmente
en base a un punto de partida que fija su existencia fantasmal en
un punto de miserable ignorancia unicultural situado 200 años atrás.
Me crié, viví, me forme en los últimos años de la cultura Hippie –por
más extraño que esto te parezca- y las nacionalidades me parecen un
insulto en la cara de la esperanza humana. Un mundo sin países ni
religiones. Si, es casi imposible, pero es el mundo que quisiera ver.
- ¿Qué palabras le dirías a alguien que
está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser
poeta?
- Conforme mi fatalismo oriental, conforme a lo que aparece como radical
indolencia, diría que “estaba escrito” “es el destino”, y le haría
leer Edipo rey, para que tuviese una acercamiento poético al sentido
de esas frases cliché.
- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas
leer?
- Libros o trozos de libros:
El Antiguo testamento.
Moby Dick
El Canon Pali.
La Tierra Baldía.
Ciudad.
El rey del salón oscuro.
Alicia en el país de las maravillas.
Frankenstein o el nuevo Prometeo.
Desciende, Moisés.
La Odisea.
En realidad, hay muchos. Los suficientes para espantar a cualquiera
que no guste de leer.
- ¿Qué opinas de las nuevas formas de difusión
literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre
literatura?
- Está bien. El exceso de realidad destruye la realidad. El exceso
de información acaba con el sentido básico de lo que es información.
Está naciendo un mundo nuevo. De este mundo saldrá, en algún momento
una humanidad desconocida, apenas entrevista en la ciencia ficción.
¿Qué “tipo” de humanidad”? No lo sé.
- ¿Qué cosa últimamente te quita el sueño?
- Mi precario futuro como ser social. No tengo previsión ni salud.
No tengo oficio reconocible ni profesión conforme un cartón. Practico
muchos oficios, según se brinde la vida. Soy uno más de los pelagatos
que soportan día a día las espaldas de los poderosos, espaldas que
sin embargo simplemente no pueden tener sin nosotros. En el derecho
romano el único derecho del esclavo era el trabajo. En el siglo XXI
nuestro único derecho es consumir. Sin embargo, esta angustia es sólo
momentánea. Como aprendiz de filósofo estoico en Babilonia, apelo
al vino blanco del sur. En realidad, duermo bien.
- ¿Qué te escandaliza?
- Un sueño que se repite: estoy, junto a miles, en una especie de
revolución. Integrando una horda –“viene de hordas un turba fiera”-
saquemos las casas de La Dehesa. Hay chillidos y gritos. Por un par
de días, elegimos casas, piscinas. Matamos. Cuando nos estamos bañando
en la alberca de una mansión arrasada, llegan comandos, helicópteros,
ejércitos, pacos…nos matan a todos. Despierto sudando con un eco de
voz que dice “el resentimiento destruye la paz”: estoy en mi cama,
en casa de mamá. Con la conciencia de ser hijo de una familia de clase
media, un hijo que a los 51 años vuelve a vivir en casa de mamá…Me
escandalizan mis sueños, incongruentes, brutales…
- Me gustaría que a ti mismo te hicieses
una pregunta – que nadie más te ha hecho- y te la respondieras. Una
que nadie ha tenido la gentileza de hacerla.
- No tengo, por el momento.
- Por último ¿qué te causa miedo?
- Puedo enfrentar todos mis miedos. Vivo en un submarino amarillo.
- Selección
de textos -
Nombres.
Fueron labios pálidos.
Fue la forma del sonido.
Fue en la estación de invierno.
Fue con la primera luna.
Fue cuando la pupila se abrió en el Teatro de la luz.
Fue el resplandor de un cascabel,
Fue el brillo de un cardo reposando en la espesura.
Fue cuando el aire estaba frío.
Fue en el abanico congelado de los juegos de agua.
Fue cuando el silencio se extendía como una escena medieval,
fantasmas en un paisaje blanco pintado al óleo
sobre tablas.
Fue un témpano cayendo del espacio.
Fue una mancha de cal en la pared.
Fue otra versión para los días del cosmos
Y en el silencio fue el esfuerzo de una
.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. voluntad
de percepción.
Fue la edad construyendo uno a uno los ladrillos
De si misma,
Fue la edad iniciando el combate por el Yo.
Fue el momento de abrir la puerta al mundo ajeno,
fue la llave girando en el portal de la ciudad.
Fue el reflejo de cualquiera.
Fue tu sombra, llegando escondida al corazón.
Fue una sombra en la mecánica.
Fue un lugar oscuro.
Fue una tabla de cera al alcance de las cifras y la mano.
Fue el lugar del festín de Babilonia y un lagar.
Fue un huerto personal de sangre y calcio,
Fue vivir hasta el momento de dormir sin despertar.
Fue el daño de la lumbre y el aliento,
Fue la hoguera de un madero con forma de ataúd.
Fue en el río.
Fue en el agua de los muertos.
Fue Narciso acariciándose en el eco de las aguas.
Fue entre los nombres de las cosas.
Fue en el puro aliento de animal.
Fue en el ruido de planetas y sus cielos
Como el ruido de un secreto roedor entre las sábanas.
Fue durante el arte de la fotografía.
Fue en el artefacto de los despojos planos.
Fue una ruina extraída con el fasto de un tesoro.
Fue en el reino de Heráclito Efesino. Y tú un huésped de hotel,
al que se visita para agasajar la memoria.
Fue la voz, tu voz.
Fue un ojo albino grabado en la puerta principal de un templo negro,
Fue un portal con vocación de carrusel,
Fue la N,
Fue la entrada al país de la memoria.
Fuiste tu, como la luna reflejándose en un paisaje helado.
.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..
.. .. .. . .. .. . .. .. .. .. . .. .. Inédito
Fui a hablar con la cabeza olmeca de mi población.
Muertos de harina arcillosa.
Se les dijo: busquen el amor.
Galga sucia de los vegetales.
Se les dijo: busquen el amor.
Parejas drogotas, sudacas, mexicas.
Ojo de cíclope, catedral cueva oscura.
Se les dijo: busquen el amor.
Pavores, pelusas de la humanidad.
En los mundos de arriba y los mundos de abajo,
el jade esmeralda, corazón sin costilla,
. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..busquen
el amor.
Sin luna, sin torre ni estrella.
No pidan de merca, no pidan remedio.
Busquen el amor.
Pescado de padre y redoma de madre.
Busquen el amor.
Pupilas de lobo,
en las gotas de sangre de las amapolas,
busquen el amor.
Bestias que comen de la mano oscura,
iluminen el fuego,
acompañen la hoguera,
busquen el amor.
Fui a hablar con la cabeza olmeca de mi población
.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .
.. .. .. . .. .. .. .. . .y me dijo:
recuerda los témpanos blancos de los condenados,
recuerda el ajenjo y sus dientes,
jadeando en la oscuridad.
Cuando se abra el Terror, cuando caiga la torre,
cuando caiga la estrella.
Entonces, entonces busquen el amor.
Amor polvo de torres limadas por el viento oscuro.
. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .Estrella
encendida en su cripta
. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .de ciega
y carbón.
de Gótico urbano de confesión
(Poética de los dones de los condenados.
En casa del ahogado el ponche es de piedra y agua.
En casa del fusilado el aire es de viento oscuro.
En casa del ahorcado cardan la cuerda de la campana.
En casa de las suicidas ordenan un calendario:
lleva escrito los días y la forma en que hay que morir.
En casa de los quemados el sol y la cicatriz.
En tu casa, en la mía, en casa de Todo, el reloj.
En casa de los amantes, la sangre.
. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .Bebida
en un vaso de dos.)
de Gótico urbano de confesión.
Cosas. (Lírica del campo bajo fuerte luz.)
Cuando las cosas son de color blanco,
y vienen alineadas como dientes.
De muerto, como dientes de piano.
Cuando quien te habla es una boca
con dientes de marfil con huecos negros.
Cuando en el blanco hay costra o caries.
Cuando vienen cosas, cosas,
con forma de ataúd.
Y la voz les sale desde un hueco,
una voz con manchas negras,
salpicada.
Cuando vienen más, y vienen más,
con tos blanca de bronquios sin saliva,
cosas mondas, secas, sin carne y piel.
Cuando escuchas el ruido de las cosas.
Todas redondas, haciéndote rodar.
Cuando son de color blanco
y vienen con demasiada luz.
Cuando el silencio está manchado,
cuando gira, cuando es sábana
y es engranaje de molino
y el polvo cae, cae, ceniza, harina,
cal de hueso,
y ya no hay fuego.
Cuando pasas, como una piedra negra
sobre blanca,
llevando tu propia leña hasta la hoguera.
Y exhibes tus días ensartados, blancos, como perlas.
Redondas perlas.
Con un centro negro, un agujero.
Con un eje oscuro en el centro de la vida,
haciéndote rodar.
Cuando estás solo.
de Folclórica.doc
Vacas.
Oh tests de Roscharch ambulatorios.
Oh semifractales de arte op.
Oh alfombras rústicas
que paseáis entre la alfalfa,
ajeno el día en que os degollarán...
Ganado al viento sobre el campo,
vacas blanquinegras
cubiertas de,
cubiertas de pelaje corto.
Leche y noche en el pellejo,
le dan con palo corto y con el largo
en la panza en el bonete
en el librillo y cuajo.
Luna y noche...
estas máquinas de carne que aquí ves...
. .. .. .. .éstos muss de calcio y carboncillo...
. .. .. .. .. .. .. .. éstos poufs de
sicodelia sesentera...
Al atardecer regresan lentas al cercado,
mientras la luz leve,
gris,
somera,
desdibuja sus mantillas de ajedrez.
En el silencio
muu...
en el silencio
muu...
mujen.
de Folclórica.doc
Canción de las girl-friend (María Madonna)
Soda pop soda pop soda pop en las mañanas
Soda pop soda pop Bianca (blanca) yo soy.
Soda pop soda pop ven a mis brazos
Soda pop soda pop Bianca yo soy
Soda pop soda pop chica pin-pon
Soda pop soda pop chica pon-pon
Soda pop soda pop chica pin-up
Soda pop soda pop chica ap (up) and soda pop
Soda pop soda pop son mis orgasmos
Soda pop soda pop soy vespertina
Soda pop soda pop vivo de noche
hasta ver las luces
hasta ver las luces
matutinas.
Soda pop soda pop en fin mientras aguante
soda pop soda pop chica pin-pon
soda pop soda pop soy reuiuna, princess, bianca
.. .... .. ..... .. ..... .. ..... . ..... ..
..... .. .... .. .. (blanca)
soda pop soda pop chica Pon-Pon.
de Vírgenes del sol inn cabaret.
La mujer nazca
la mujer tierra.
la mujer nazca.
una mujer.
La muralla china es un ojo en la cara.
Las líneas de Nazca un tajo en el vientre.
El aire es líquido amnótico.
El cuerpo es visible desde la altura.
Las luces de las ciudades son por la noche:
cuentas brillantes de cuarzo transparente
enhebradas en un collar dando vuelta al cuello.
Nada se distingue más allá de los cien mil quilómetros.
Pero si descendemos.
detrás del ojo está el cuerpo,
detrás del tajo está el vientre,
adentro del aire, la gente.
Las ciudades no son cuentas de cuarzo si bajamos más.
La muralla china es la muralla china.
Un ojo en la cara es un ojo en la cara.
Las líneas de Nazca son las líneas de Nazca.
Un tajo en el vientre es un tajo en el vientre,
el aire es el aire, la piel es la piel.
Y el líquido amniótico:
la atmósfera en que nacemos de nuevo a cada instante.
El cuerpo no es sólo visible desde la altura.
El cuerpo es visible desnudo en la cama o sobre cualquier cosa.
El cuerpo es como observado en cámara lenta
en película porno,
ofrecido desnudo, abierto, amarrado.
Aunque si bajamos más: en el líquido amniótico los
cuerpos flotan entre miles y miles de iguales.
Aunque si bajamos más: el cuerpo está amoblado
para los ojos y en venta.
de Vírgenes del sol inn cabaret.
Summa teológica de la fuente de Narciso.
Brilla el cuchillo bajo el agua.
Es lo blanco gran metáfora del miedo.
No se agota la fuente de Narciso
hasta que todo pueda verse en su interior.
Brilla el filo en el líquido del verbo.
Entre sombras y reflejos se hace el ojo.
Gira y gira en carrusel en la pupila.
Gira y gira la rodela de los iris.
Empapándose en el agua del estanque.
El mar original de los deseos.
El miedo y la inútil retórica de excesos.
Padre, Madre, nacer, quiero vivir
y acaso vuelva
poseyendo la estricta lucidez de algún círculo infernal.
¡Ya vienen, vienen más,
gritad, ya vienen otros¡
Con el celo de los múltiples deberes hacia el arte,
con ladrillos de zigurats de Babilonia,
con pequeños estandartes de la torre de Babel.
Y vienen más y vienen más a darle cuerda
al reloj con manecillas de cuchillo.
Había tan temprano un cuchillo bajo el agua:
allí, cuando miré, fue lo primero.
Fuente alba en que desciende el ruido suave,
el sueño regular de la corrupción de su color.
(Gesto bárbaro que ejercitas la poliandria del espejo,
note quiero. Escribir,
como en la superficie del agua ante la luna.
Hay mucha luz cambiando los matices de la formas
para un arte tal de poesía).
Ahora venida, mirad,
el agua es un perpetuo laberinto y todo es hueco.
O algo es muro: vienen más, ya vienen otros¡.
Algo de luz: el filo es blanco, está empapado.
Brilla el borde en el líquido del verbo.
Se hace luz ayudado por lo húmedo.
SE hace luz,
para vernos en la sombra que nos dobla
.. .. . y nos separa:
qué Historia es entonces nuestra historia,
la hoja del cuchillo apareciendo bajo el agua
de El laberinto circular y otros poemas.
Rosas rojas sobre lápidas marmóreas.
Amo la sangre viva y palpitante
de los cauces cárneo y trenzados de la piel.
Amo el fruto líqyudo del árbol de la vida,
amo el surtidor, el fuego fatuo de la herida.
Amo el beso dado hasta la sangre
y el sabor brusco que intercambian los amantes.
Amo la saliva tiñiéndose de a poco,
hasta hacerse un torrente carmesí.
Amo la curva feble de tus labios,
amo la espantosa suavidad de sus rompientes,
rosas rojas sobre lápidas marmóreas,
rosas rojas sobre un muro de hospital.
Rosas rojas, ternura de los días,
amo la sangre viscosa y combinada
con tus cálidos afluentes del amor.
Amo sangre oscura y madurada,
en el lagar, en la cisterna,
que rebalsa ante la luna mes a mes.
Amo el túnel, la boca natural de tu gran río,
amo el fiel calor de sus orillas,
prolongándose en tus piernas de marfil,
amo cuando duermes y estás toda empapada
.. .. .. .. . en lo rojo,
y eres fuente en la que mana tu rubí.
Y tú, eres una especie de ataúd.
Estás dormida y algo escurre de tu cuerpo,
como sangre de una herida deslizándose,
entre tablas olorosas de nogal.
“Vedla allí –imagino- joven, muerta,
nívea, blanca, con el tajo de la muerte
entre las piernas, y la serpiente
asomándose rojiza al exterior”.
Leda y cisne, blancas alas son tus dientes.
Teñiría de ocaso boreal a tu plumaje,
yo, Vlad tepes, Hijo del Dragón,
Destructor de los Infieles,
Cambiaría en amapolas la alba curvatura de tu cuello.
de El laberinto circular y otros poemas.
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