Casi no tengo poemas malos
Y no tengo poemas
buenos
Eso es perturbador
a la hora de tomar decisiones
De ir aquí
y ahora
Casi no tengo rigor y
a veces ni siquiera convicción
Carezco
de lo más elemental
en lo que se refiere a arte
La necesidad
Desafino
a diario diría
si escribiera todos los días
si no leyera todos
los días
El origami del lenguaje me supera a cada intento
en cada
conspicuo dobles
que se efectúa inconsciente
Comprensión de
lectura desviada
Ideas desestructuradas al hilvanar
Como que las gueas que
quiero escribir
quedan en una fuking caja de difícil acceso
Esto
es permisivo si tuviera un fin
Una competitividad mínima
en lo se
refiere al acertar
Una visión de una imagen clara
Pero en el hacer
todo se nubla y luego se tumba
El no lograrlo
La envidia de los que son
mejores
porque lo superas en la cantidad de fracasos.
..
.. .. .. . .... .. . *
Ahí es donde empezó todo
Tener
miedo de morir por no creer en nada
La edad de la renuncia
A la mitad de
algo seguro
Entre lo que no fuiste y lo que podrías ser
En el pescuezo
todo
Y ya no sabes hasta cuando
Hasta miras los parlantes de un equipo de
sonido
a ver si suenan
Hasta empiezas a mover los labios cuando lees en
silencio
Y a veces hasta murmuras las palabras
O te distraes con el vaso
de vino vacío
Y ya no escribes porque se te olvido para qué
Pero
sigues tu vida dibujándola en un comics
En una serie de cuadros que
alimentas
por engorda.
.. .. .. .. . .... ..
. *
Me debería ir a acostar
Dejar de fumar y
No
hablar en todo un sueño.
.. .. .. .. . ....
.. . *
Con un tabaco Monterrey
All of me en
Frank Sinatra
Y un criollismo caballo a la hora de los quiubos
Los caminos
del invierno en mi ventana
más bien son otoños repentinos
donde
el claxon fija la vista en la neblina.
.. ..
.. .. . .... .. . *
.. .. .. .. .. .. .. ...
.. .. .. . .... .. . . . .... .. . .
.... .. . (a Carolina Beiger
1967-2003)
Estuvimos aquí sunshine
a punto de perder
la cordura con la última bocanada
Enmoheciéndonos
a oscuras
Nunca
escribimos en silencio porque ya era muy tarde
Nothing is real
Quizás.
..
.. .. .. . .... .. . *
Uno
Petardo esta letra que
siente cerca esa hora
La de chingarse y no dar
La de levantarse de la cama
con la sensación
de que te quedaste en ella para siempre
Y que todo
lo que haces no existe
Que todo es inútil porque ya estas muerto
Desde
esa mañana en que abriste los ojos
Y olía mal
Y los gatos
se atravesaban en tus pies camino al baño
Como si te quisieran
..
.. .. .. . .... .. . *
Cuatro
Soportar
Ver
apenas
Lo que depara una caída
DEJAR DE ALETEAR EN PLENO VUELO
..
.. .. .. . .... .. . *
Es mejor que creer que estos metros
recorridos no son nada
Mi camino no senda
y el fulgor en este esfuerzo
reclama
su cabida en el sueño
Y ya más
una pena profunda
Una pequeña
alforza sobre mi frente
pesa de haber ido
en las costas tras esa niebla
río
arriba
fragancia de las piedras
al rapto de esta huella
ingenua al merodearme
pero
permisiva noche de las noches
la única noche de todas
al curar los
hilos de la senda
a cada tranco en estos charcos.
..
.. .. .. . .... .. . *
Tuerto el halcón
Que pretende a su presa mal herida.
.. ..
.. .. . .... .. . *
IV
Tanto sacarle punta a este
lápiz
Tanto repuesto
Tantas horas
Para que por fin
en algún
lugar de una puta avenida
los tipos de siempre
descubran o no un buen poema.
.. .. .. .. . .... .. .. .. . ...... .. .. .. . ....
.. . .. . .. .. .
A Ernesto González.
..
.. .. .. . .... .. . *
A ver quién punza más
hábil este lápiz
al cuello de un suricato que se yergue en la
planicie.
.. .. .. .. . .... .. . *
La
madre contempla al hijo que escribe
El hijo contempla a la madre que llora.
Madre
El
polvo sobre la mesa
Es el viento de otras madres
Otros llantos de paños
sacudidos.
Hijo
¿Qué hemos hecho?
Contemplarnos
Madre.
..
.. .. .. . .... .. . *
No basta clavar el vástago
en la hilera
o que la alambrada cerque
el chiquillo no estallí
mudó
de mudo
arrancó de bufanda
y no sabe el arte de fumar un cigarrillo
ni
menos escribir
merodea de ciudad
cava punta de sus extremos
como apretujado
el chiquillo ya no es
se convirtió
rozó el ala su capullo
como
fierro que se arrastra en el cemento
a gran velocidad
dobló la esquina
sin
siquiera verle el pelo
ahora ya es tarde para lazos
para redadas de pan
que
duro ya estará al caer
la noche a la verdad hay medio día
el
chiquillo ya no quiere que le digan lo que tiene que hacer.
(o "ya no
quiero que me digan lo que tengo que hacer")
..
.. .. .. . .... .. . *
He recorrido cicatrices sin la menor
atención
Arcos peninsulares mal amados
Teorías marítimas
enfermizas que llegaban a puertos
He fumado mucho
De Heráclito
y Virgilio conozco poco
Pero comparto en ellos el descubrir los secretos
Y
dejar la verdad a los pies de Artemisa diosa de Éfesos
La verdad
también tiene un espejo
Un hombre de bien y mal
De carácter
religioso no de religiones
Con dioses hasta en los bolsillos del pantalón
¡Un
Píndaro en cada farol de la city!
De pronto Caronte
llevándose
su propia alma cuatrocientos cincuenta y un grados Fahrenheit
Aunque a
veces nada
Tengo un cuerpo zodiacal taurino
De cabellos largos y barba
almidonada
La pereza de unos cuantos
Y una sed que no me saca de apuro
Sidarta
se fue con la camisa del noventa y cuatro
Con todo esto y más
Cargo.
.. .. .. .. . .... .. . *
Algo
más que la memoria
se escapa de las manos
Algo más
que la canción más sabida
entre los amigos más antiguos.
..
.. .. .. . .... .. .
.. .. .. .. . .... ..
. *
(No es Pedro Navaja)
Al filo de una fumada
un
guapo se acerca a la noche
Escribe en una calle que une calles
Blandea su
quisca
Se peina
Se arregla el nudo de los zapatos
Bebe el último
sorbo
y se mira al espejo
Cabeza gacha se aleja
Se pierde
Amanece
sin
temor
Arrepentido de ganar
De dejar heridas
De cicatrizar de pronto
No
gusta en el barrio
Porque no saluda
Porque no conoce a nadie
Porque nadie
se mete con él
Todos los suyos lo abandonaron
Y sigue juntando
cabezas de escritores.
.. .. .. .. . .... .. .
*
Al no decirte lo que escribo
Lo escribo mil veces más
A
ver si lo descubres
Cuando escudriñas mis papeles
En busca de infidelidades
..
.. .. .. . .... .. . *
Sigo dilatando la espera
dentro
de días pequeños
se van acercando mis idos
a este umbral que
no llego
Sabrán en cuclillas reventar la maleza de sus pastos
Juntaran
sus manos a menera de ternura
para luego abrir sus brazos
y levantarse
O
al menos poner muérdago a mi llegada
Me recordaran acaso
O
solo es el animo oscuro de la noche
que retira de pronto una sabana
un pedazo
de pan del suelo
o a pies pelado camina hacia alguna Virgen.
Al menos
mi llegada inadvertida
Mi cerveza en un bar de miradas en el espejo
En la
hilera de la barra
Donde se toma y no se habla.
Asi me recibiran mis idos
Con
mirada ajena
Quizas a como un niño
Que aprende sus primeros pasos
No
un abyecto corredor
que lucha su vida en postas de cien metros
Ni el cuadro
ignorante del pintor por jubilado
que lo exhibe
Ni el escritor que produjó
más dinero que poemas
Si el puerco espín que se eriza en la maleza.