Pablo Salinas [1969], construye un álbum sustancioso de retratos de hombres cuya vida y
obra son, a todas luces, increíbles. Gente de esfuerzo sobrehumano echándose la cultura,
la investigación científica, el arte, al hombro. Existencias profundas que son parte del alma
nacional, que moldearon nuestro espíritu y visión, que siguen teniendo algo que decirnos
urgente. Todos estos hombres de gran mérito y capacidad de trabajo, de remar a la contra
su época o las dificultades, anclaron además en el litoral central de Chile y fue significativo
en su vida y obra a la luz de los hechos. Un nexo no solo superficial en todos estos casos
que Pablo Salinas nos presenta, sino bastante más comprometido y visceral, a sus propias
vidas y trabajos, en relación a la costa central de Chile, esos 30 kilómetros. Por otra parte,
el estilo de estas estampas biográficas, que se dejan leer con placer, van al grano con
sagacidad, es que contienen mucha sabiduría mezclada con conocimiento, se equilibran
con el mote justo, dan cuenta de lo importante sin irse por las ramas y de manera breve,
cosa dos veces buena. Sin cometer la pluma, pincel o tecleo de Salinas, todos esos juicios
de valor, torpes y ridículos, a destiempo, que cometen tantos escritores actuales con el
ayer y sus figuras retratadas. Pablo Salinas, sabe escribir sin ser pretencioso o aburrido
sobre temas bastante difíciles, sabe dejar una semblanza en lo alto tanto como comprimir
en pocas páginas el genio de una vida, sin especular chorradas oportunistas. En otra
palabras, deja aparecer. No los carga con su yo. Y lo hace con un estilo simple, directo,
limpio, que no olvida la ligereza, la brevedad, la concisión de la frase, la claridad
conceptual. Tampoco se olvida de transmitir, a mi juicio, lo más importante, la pasión con
que estas vidas trabajaron, amaron, vivieron, respiraron, cerca del mar, con los pies en la
arena o tierra y se impusieron más allá del rompeolas nacional, las boyas de su época, tan
limitantes. Este libro construye una escuela mental, cultural y artística para todo el que
viva y desarrolle su arte en la zona, como en cualquier parte de Chile. Un compendio con
parte de nuestra mejor gente ahora que la mediocridad empuja hacia abajo. Un libro que
espero pronto se amplie a más figuras o comience el tomo II, que no me cabe la menor
duda será tan significativo como lo es este compendio iluminador, tanto para entendidos
como novatos, que acabamos de leer. Un gozo viajar en la lectura con este libro que
reflota a Rodolfo Philippi, Aureliano Oyarzún, Juan Francisco González, Alberto Valenzuela
Llanos, Manuel Magallanes Moure, Pedro Subercaseux, Alfonso Leng, Enrique Soro, Pedro
Prado, Tótila Albert, Vicente Huidobro, Manuel Rojas, Pablo Neruda, Pepo, Nicanor Parra,
María Elena Gertner, Adolfo Couve. El Litoral Central de Chile, o Litoral de los poetas,
nunca estuvo tan iluminado que cuando salió este libro que hace las delicias tanto de la
corona como de los piratas. Un tesoro que brilla a la luz del sol o de la luna, además es
una edición bellísima, con fotografías significativas, pulcra y elegante, que no se roba la
película pero subraya a estos maestros bastante bien para la posteridad dejando esa
moda actual de revisionismo huero, que este libro, con su generosidad y tarea educativa y
estética de fondo, se echa al bolsillo, ágil y ducho para los que nos gusta no solo conocer,
sino ser poco más sabios.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com "Constelación litoral"
del artista visual y escritor Pablo Salinas
[Ediciones de “Los diez”, 2023]
Por Ernesto González Barnert
nuestro espíritu y visión, que siguen teniendo algo que decirnos
urgente. Todos estos hombres de gran mérito y capacidad de trabajo, de remar a la contra
su época o las dificultades, anclaron además en el litoral central de Chile y fue significativo
en su vida y obra a la luz de los hechos. Un nexo no solo superficial en todos estos casos
que Pablo Salinas nos presenta, sino bastante más comprometido y visceral, a sus propias
vidas y trabajos, en relación a la costa central de Chile, esos 30 kilómetros. Por otra parte,
el estilo de estas estampas biográficas, que se dejan leer con placer, van al grano con
sagacidad, es que contienen mucha sabiduría mezclada con conocimiento, se equilibran
con el mote justo, dan cuenta de lo importante sin irse por las ramas y de manera breve,
cosa dos veces buena. Sin cometer la pluma, pincel o tecleo de Salinas, todos esos juicios
de valor, torpes y ridículos, a destiempo, que cometen tantos escritores actuales con el
ayer y sus figuras retratadas. Pablo Salinas, sabe escribir sin ser pretencioso o aburrido
sobre temas bastante difíciles, sabe dejar una semblanza en lo alto tanto como comprimir
en pocas páginas el genio de una vida, sin especular chorradas oportunistas. En otra
palabras, deja aparecer. No los carga con su yo. Y lo hace con un estilo simple, directo,
limpio, que no olvida la ligereza, la brevedad, la concisión de la frase, la claridad
conceptual. Tampoco se olvida de transmitir, a mi juicio, lo más importante, la pasión con
que estas vidas trabajaron, amaron, vivieron, respiraron, cerca del mar, con los pies en la
arena o tierra y se impusieron más allá del rompeolas nacional, las boyas de su época, tan
limitantes. Este libro construye una escuela mental, cultural y artística para todo el que
viva y desarrolle su arte en la zona, como en cualquier parte de Chile. Un compendio con
parte de nuestra mejor gente ahora que la mediocridad empuja hacia abajo. Un libro que
espero pronto se amplie a más figuras o comience el tomo II, que no me cabe la menor
duda será tan significativo como lo es este compendio iluminador, tanto para entendidos
como novatos, que acabamos de leer. Un gozo viajar en la lectura con este libro que
reflota a Rodolfo Philippi, Aureliano Oyarzún, Juan Francisco González, Alberto Valenzuela
Llanos, Manuel Magallanes Moure, Pedro Subercaseux, Alfonso Leng, Enrique Soro, Pedro
Prado, Tótila Albert, Vicente Huidobro, Manuel Rojas, Pablo Neruda, Pepo, Nicanor Parra,
María Elena Gertner, Adolfo Couve. El Litoral Central de Chile, o Litoral de los poetas,
nunca estuvo tan iluminado que cuando salió este libro que hace las delicias tanto de la
corona como de los piratas. Un tesoro que brilla a la luz del sol o de la luna, además es
una edición bellísima, con fotografías significativas, pulcra y elegante, que no se roba la
película pero subraya a estos maestros bastante bien para la posteridad dejando esa
moda actual de revisionismo huero, que este libro, con su generosidad y tarea educativa y
estética de fondo, se echa al bolsillo, ágil y ducho para los que nos gusta no solo conocer,
sino ser poco más sabios.
