Proyecto Patrimonio - 2020 | index | Elvira Hernández |
Autores |





 




Elvira Hernández: "El lenguaje en estado atómico"

Por Fabián Casas
Publicado en Diario de Poesía. Año 9, N°36. Diciembre de 1995



.. .. .. .. ..

Elvira Hernández nació en Lebu, provincia de Arauco, al sur de Chile, en 1951. Sus libros publicados son ¡Arre! Haley ¡Arre! (1986), Carta de viaje (ed. Ultimo Reino, Bs. As., 1989), La Bandera de Chile (Libros de Tierra Firme, Bs. As., 1991), El orden de los días (1991) y Santiago Waria (1992). De este último se tomaron los poemas que aquí se publican junto a otros inéditos. El reportaje se realizó a fin del año pasado en Santiago de Chile.

¿Qué función toma el discurso crítico en tu poesía?
—El discurso crítico, dentro de mi poesía, parte de que yo creo que la poesía tiene que ser pensante. El juego está subordinado al pensamiento. En este aspecto, sigo la línea heideggeriana, o sea creo en la importancia poética del pensar después de todas las desarticulaciones del lenguaje y las conclusiones de los estudios lingüísticos que han generado un estado atómico del lenguaje. ¿Y qué queda entonces? Lo que queda es recomponer, organizar todo eso.

Raúl Zurita dijo que cuando la poesía se pregunta por sí misma está muriendo.
—La poesía siempre se está preguntando por sí misma. Y tiene que ver con que es una interrogación con respecto a lo que es real.

Pensaba en el trabajo tuyo con los estandartes. Por ejemplo La Bandera de Chile.
—La bandera es el símbolo más patente que tenemos de nuestra patria. Y nuestra patria, a través de la bandera, tiene una administración, que es la administración militar. Acá hay un día de la bandera, se jura la bandera. Y las ofensas a la bandera son militarmente penadas. El libro tiene que ver con el momento en el que yo estuve detenida, en el '79. En ese entonces me pregunté qué podía decir. Y excepto a nivel simbólico, no tenía nada que decir. Por otra parte, había protestas, cosas muy concretas. Así que traté de decir algo a través de un símbolo que totaliza nuestra patria, nuestro territorio.

Oscar Hahn decía que escribir en el exilio le permitió crear una voz diferente.
—Bueno, yo escribí siempre sola, en el comienzo no tenía ningún contacto con los círculos literarios. Después estudié filosofa y ahí me acerqué a la gente de literatura y comprobé que lo que yo escribía no tenía ninguna relación con lo que ellos hacían. Así que dije, bueno, no cumplo con los requisitos...

¿Qué era lo que se estaba produciendo?
—Estaba Nicanor Parra, estaba Skármeta, estaba Dorfman... estaba la llamada Escuela de Santiago. Parra, a mi juicio, revitalizó la poesía; porque era el auge del sonsonete nerudiano y él con sus Antipoemas nos dio aire. En la época dictatorial nosotros comenzamos a sufrir, empezamos a perder contacto con todo y el lenguaje empezó a decaer. Uno empezó a encontrar metáforas en los discursos políticos. También apareció una poesía de denuncia, se cultivó una poesía social y se pensó que el deber del poeta era estar en los sindicatos y las barricadas. Pero ése era nuestro deber ciudadano, como poetas teníamos que pensar qué teníamos que hacer, pero eso se elidió. Entonces Parra decía que el poeta tenía que salir a la calle con la grabadora y grabar. Y de eso desemboca en su poesía política, la más pobre de él, a diferencia de sus Antipoemas. Yo pienso que partiendo de ellos hay que llevar la poesía hacia otro lado. La poesía no debe coloquializarse, tiene que tener distancia, buscar una connotación; hacer patente todo lo que nuestro proceso lingüístico e histérico trata de eliminar. He tratado de recuperar la autoconciencia del lenguaje. Para mí fue grave cuando los partidos políticos dejaron de funcionar como tales. Ahí ocurre un reemplazo. Ahora los jóvenes te dicen: 'Mirá, no estamos ni ahí". Es una gran desesperanza. Nada se consiguió y hubo una recomposición social, que son cosas nominales y que no contentan a nadie. Y acá volvemos a lo que hablábamos cuando me preguntabas por lo real; para mí la poesía es mucha imaginación. Recuerdo aquel poema de Parra El hombre imaginario, donde todo es imaginario salvo el dolor. La poesía trata de domesticar el dolor. Si el dolor sirve para algo, el dolor se puede soportar.

¿Cómo trabajás el habla inmediata, las jergas?
—Cuando uno ha perdido el diálogo, cuando no puede poner su palabra en contacto con la palabra del otro, ¿qué puede hacer? Sólo le queda el diálogo con el silencio. Yo masco y rumio, como te dije, la filosofía heideggeriana. Uno tiene que estar disponible, pendiente, para recibir lo que le están diciendo. En esta situación el silencio es fundamental. Yo trato de introducir un silencio para escuchar qué es lo que se está diciendo esencialmente.

¿Una depuración?
—Sí, un tanteo del ser.

¿Qué lecturas te dispararon  a escribir?
 —Nunca fui una buena lectora de Neruda, porque nací bajo su presión. Así que me retraje. Después empieza la lectura de la antipoesía. También me gustó mucho Eliot, sobre todo La tierra baldía. Yo hablo en mi último libro de la "tierra embaldosada", la gran modernización. Busco, en medio de la dispersión, qué es lo que nos puede dar un orden. Entonces se me ocurrió que podía ser el alfabeto. Una cosa arbitraria, pero que podía simbolizar un orden.

¿Así como Eliot utiliza formas del pasado para poder construir?
—El pasado tiene una gran sabiduría que el tiempo va borrando. Y la idea mía es, justamente, escuchar las voces del pasado. Pensemos en Heráclito, que dice que el camino de subida es igual que el camino de bajada. Nosotros estamos constantemente recreando. Para mí el pasado tiene más fuerza que lo inmediato.

Los presocráticos eran poetas puros; pensaba, en nuestro tiempo, en Wittgenstein y su oscuridad.
—Yo me muevo en las sombras. Creo que mi palabra es una palabra que busca la oscuridad. Y en ese aspecto las cosas alcanzan un punto de poder decir algo cuando hay un equilibrio entre luz y oscuridad, una distribución exacta. Pero la sombra está diciendo más que la luz.

¿Cuándo escribiste los poemas de ¡Arre! Haley ¡Arre!?
—Ahí también está la cosa antigua. Antes el hombre miraba hacia el cielo. Ahora ya no logramos mirar. Lo escribí en el año 1980, en realidad mis fechas de escritura no coinciden con mis fechas de publicación. Por ejemplo, La Bandera de Chile es de 1981 y creo que es, sin embargo, lo más antiguo que escribí. El Haley apareció en el '86. Lo escribí cuando ingresé a la publicidad. Acá la publicidad es a los poetas lo que Hollywood es a los novelistas. Muchos poetas trabajan en publicidad. Yo estuve un mes y a los 15 días me echaron. Era una agencia pequeñita. Así que me atrincheré y escribí eso. La vida de un poeta, por lo general, es muy antipoética. El poeta, para poder decir algo, tiene que apartarse y al mismo tiempo estar en todo. Una cosa loca, ¿no? No soy una poeta institucionalizada. Yo siento que hay en mí una sospecha y que hago poesía.

Como dice en la solapa de tu libro: ni de vanguardia, ni de neo vanguardia, ni marginal...
—Lo que pasa es que, como te dije, yo no pensaba que lo que escribía tenía algún valor. Pero entonces llega un momento en que aparece un catalizador que te arroja sobre el papel. En el Haley hay un poema dedicado a Pound que fue escrito a raíz de una situación que vi en la calle: detenían a la gente y, como a veces no encontraban motivo para hacerlo, simplemente los timbraban, los sellaban. Para, cuando los volvieran a detener, supieran que ya habían sido considerados sospechosos. Me acordé de los campos de concentración y me lancé a escribir lo que ya venía rumiando desde tiempo atrás. Por otra parte, no corrijo demasiado; si hay cosas que no puedo armar, significa que no las escuché bien.

El libro está publicado en una editorial de mujeres. ¿Existe una poesía de mujer?
—Yo no soy partidaria de ubicar a la poesía de las mujeres en otro lado; pero la poesía necesita de algunas cosas, la nacionalidad o el género, pero nunca una poesía puede definirse como una poesía de mujeres. Eso es solamente una necesidad del poema. Acá las mujeres se reúnen y tratan de observar en la escritura de la mujer una suerte de a priori. En una época se decía que la mujer escribía con el cuerpo, cosa que yo no compartí. La poesía, de todas formas, puede postularse de muchas maneras. En la necesidad de expresar, la mujer no se diferencia del hombre.

Hay hombres que escriben haciendo hablar a una mujer.
—En esos desdobles de voz a mí me interesa Maquieira y su "Tirana". También me interesó muchísimo Juan Luis Martínez y su trabajo con el silencio. El sentía que no había más que decir que la cita de toda la poesía. Al poner la cita en primer lugar buscar perder toda originalidad. Eso le da a la poesía que se está haciendo un punto para pensar eternamente.


* * *


de Santiago Waria, 1992:

BABA CAIDA

Baba caída
. . . . . . . . . 500 milímetros al mes

. . . .. Cielos corruptos

. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .
El tiempo no es
un remedio para nada. . . . . . . . . el buen tiempo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hay que tomar
pronto el tren. . . . . el Rápido
. . . . . . . . . . . . . . . un copetín en el snack bar
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . un gillette
. . . . . . . . . . . . .___________________________

. . . . . . . . . . .. La Estación Mapocho abre sus puertas
a la nada
. . . . . . . . . Para ustedes que creen estar viajando

sólo queda desembarcar

 

 

FUENTE NEPTUNO
Te tomo la palabra. ¡Bah! ¡Qué haces aquí! Esto es peor que cruzar la Avenida Cardenal Caro. O que Escilas y Caribdis en seco. No se respira el salobre mar sino amoníaco puro. Amén del monóxido y el hollín por mil. Es el Novus Orbis vomitado: Ngechén en la Cruz y en la picana. Es la noche bajo el tridente, dando tumbos por las escalinatas, por la Escala Unica sin un peso en los bolsillos. Pronto aparecerán tus pescados de acá, la corte milagrosa para el Mirón del Cerro. Los príncipes del peñascazo se quedarán en las laderas salivando un pito. Las reinas de la noche pasarán derecho al fornicatorio. Los caminos yacen atestados y el cerro se mueve como un pulpo. Los reyes del sablazo establecen pronto sus capitales. Los vampiros tienen puestos sus guantes de gasa. El Mohicano encendió su fogata y yo he lanzado mis cupidos a más no poder. Es mi única transacción la que se pierde en el aire, un chorro sin destino. Mojo la cara en tus aguas y no logro quitarme la sarna de maldito. Nunca tuve proposiciones que hacerle a la vida.

 

 

CIUDAD IRREAL

. . . . . . . . . . . . . . . . Ciudad Irreal
ayer almorzaba con Pedro Pérez
. . . . y era más que anteayer
. . . . . . . . . . . . . . . . era un sueño
una voltereta en mi cama sombría

. . . . . . . . . . . . los buldozer madrugan
la ciudad se levanta y se derrumba se levanta y
se derrumba se levanta y se derrumba se levanta y
se derrumba*

. . . . . . . .. . . . . .parece mar
. . . . . . . . . . . . . . . .tierra embaldosada
. . . . . hueso roído por hormigas
. . . container funerario parece
. . . . . . . . . . una gran maternidad de basura

• P. de Rokha

 

 

MALOS PENSAMIENTOS

. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . Malos pensamientos
. . . . la fealdad tiene Instrumento de Precisión
. . . . . . . . . . . . crece como mala hierba
. . . . . . . . . . . . . . . . . perdura
30 pisos sobre el nivel del horror
. . . . . . . . .lo otro se ha desvanecido
. . .ni los rieles recuerdan la Estación Pirque
. . . . . . . . . . . . . todo desaparece
la vereda donde desapareció Lucho Durán

 

 

VAN EN MASA...

. . Van en masa hacia el mundillo del arte . ¡Es la época!
Deberían entrar en él como se entra en un sueño: destapando
el techo (la puerta está abierta de par en par). . ¡Psch!
Prefieren el tour de tres meses y la pronta coronación
napoleónica en el taller marmicoc . .fin de siècle .Ya
saben que quedarán tocados de arte —por arte de
birlibirloque (como dijo Lihn)— de cabeza
a los pies ¡Ah! la triquina cultural nos
llevará muy lejos Es la animación de
los pueblos la culturización . .Un
derecho de su carta fundamental
¿Quién va a borrarles el sol
del mapa? ¿Quién le ofrece
su aullido a la luna? Al
camino de la imaginación
se le hace agua la boca .. .
Al fin se ha cortado con
pero la vida ha llegado ..un cortaplumas o algún otro
a ser un simple .. .. . . instrumento cortopunzante el
museo*.. .. . .. . nudo gordiano de la tradición

* A. Artaud

 

 

Inéditos, 1987:

SUBMUNDO IN SUBARU IN MUNDO

hoguera
tímpanos en estampida
batería . . . lanzando ritmo de voltios
fuegos artificiales
¿de quién es la fiesta?
embotado de sangre de narices
ahíto de arcadas derrumbada arquitectura
botado
la orina lava por su cuenta el vómito del piso
maniatado mi yo
FM a todo volumen
decibeles in estéreo
baile calato
cigarros incandescentes
hierro candente para la piel que escrota
se inflama grita
vuelo por la puerta trasera
carga fecal sanguinolenta
en camino de tierra

canto patente la patente a mi memoria
CE-HACHE-I ¡chi!

 

 

ESPIRITISMO

Esta noche los invito a mi mesa redonda
las tres patas de la vanidad
sin equilibrio
un programa intelectual de mi trasnoche
mi panel más importante
mi debut contra fantasmas
claros del antro craneano

Los invitados espíritus selectos de los aires
se comen las uñas en la espera
Elvira Erauzo espada en mano
Rosa de Lima pelada al rape
María Egipciaca tocando vulva como cítara
¡cuántas cuerdas!
Rosa Amalia Carrasco Reina de la Araucanía
Teresa de Mier bajo los hábitos

Están ahí para ustedes
para mí
un poco al más allá
a la espera



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2020
A Página Principal
| A Archivo Elvira Hernández | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Elvira Hernández: "El lenguaje en estado atómico"
Por Fabián Casas
Publicado en Diario de Poesía. Año 9, N°36. Diciembre de 1995