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InteLihneal:
Variaciones entorno a "La aparición de la Virgen" de Enrique
Lihn,
la dictadura y sus crímenes-sucesos.
Por
Juan Carlos Moraga Fadel
"No
hay documento cultural que no sea a la vez una crónica de la barbarie"
Walter
Benjamin
"La
realidad es el único libro que nos hace sufrir
La realidad es la única
película que nos quita el sueño
Las apariciones de la Virgen
serán irreales no así la aparición de los agentes
de la
realidad
Ellos son los únicos autores terribles
Ellos son los únicos
sádicos cineastas
La película con muchos años de royo
que ellos hacen en sus recintos secretos
Esas si que desvelan a sus actores"
*
"A ocurrido un asesinato: si es
político, es una información, si no lo es un suceso"
(1).
"La Aparición de
la Virgen" de Enrique Lihn se publica, en Chile, en 1987, un Chile que se
encuentra entonces aun bajo la dictadura de Pinochet , que ha detenido y hecho
desaparecer sistemáticamente a mas de 3000 personas ya. Las políticas
de transformación del estado, convirtiéndolo en uno de los iconos
del neoliberalismo naciente, marchan sobre ruedas. El
15 de junio de este año se lleva adelante la "Operación Albania"
también conocida como la matanza del Corpus Christi donde son asesinados
por la policía política chilena 12 cuadros del Frente Patriótico
Manuel Rodríguez.
"(…) el suceso procede de una clasificación
de lo inclasificable, es el desecho inorganizado de las noticias informes, su
esencia es negativa, solo empieza existir allí donde el mundo deja de ser
nombrado" (2).
Cuando
la política desaparece del lenguaje, queda un vacío, vació
que es llenado por medios que construyen un sola mirada, univoca, hegemónica,
fundada sobre el plomo, el plomo de la prensa y el plomo de las armas, toda desaparición,
todo asesinato, todo exilio, deja de ser político, ya que lo político
no existe más, si bien "de hecho" ya no "de derecho".
Entonces todo asesinato, toda desaparición, todo exilio pasa a ser un suceso.
Lihn no se situaría en la proclamación de algunas verdades
históricas, sino en la desconfianza de los paradigmas sobre los que se
ha construido la nueva realidad de una historia política, "un intento
reiterado por desenmascarar las múltiples y engañosas trampas del
lenguaje" (3). En "La Aparición…"
Lihn realiza entre líneas (o mas bien entre Lihneas) una analogía
cruel de la simetría entre la aparición y desaparición de
las imagen de la virgen, y la aparición y desaparición, que tras
un 11 de septiembre, no solo de 3000 personas, sino de todo un país.
Parte
del proyecto literario de Lihn consistiría entonces, según sus propias
palabras en "presentar a mi país, como en un 'espejo de verdad
y vicio'" (4). Poesía como
espejo de una realidad, no como testimonio, sino como reflejo, invertido, a veces
borroso, de algo que aparece, o desaparece, frente a él.
"Dios
me libre de ser escrito con sangre por uno de esos autores no
Identificados
Que
filman y escriben en vivo y en directo
En sus cárceles secretas"
Los
crímenes y los sucesos
Barthes realiza una interesante
taxonomía del crimen político y el suceso en su artículo
de 1962, "La estructura del 'suceso'".
El asesinato político
remite, nos explica Bathes, necesariamente a una situación extensiva que
existe al margen de él, antes que él, y en torno a él: la
política, la posibilidad de comprensión de este hecho, el asesinato,
es directamente proporcional a la comprensión de algo exterior y anterior
al hecho mismo, que lo ubicara como pieza en un enorme mosaico infinitamente mas
complejo pero que lo explica e incluso lo justifica en plenitud. No es independiente
si no que pertenece a una concatenación de otros fenómenos pretéritos,
y será inmediatamente gatillante de futuros hechos. Pertenece a un mundo
complejo con una historia propia, la política, y es inseparable de él.
Donde en su propio orden se unen inseparablemente actores singulares:
"Vigilante
y vigilados
Perseguido y perseguidores
Poseedores y desposeídos
Agredidos
y agresores
Degolladores y degollados
Allanados y allanadores
Venid y
vamos todos"
El asesinato político carece de estructura
propia, se subordina a otra mayor que le da sentido, significado (5).
Pero,
ahora bien, ¿ y si esa estructura significante es "suspendida"
de la realidad? ¿Si en el estado particular propio de una dictadura se
borra lo político y junto con ello una tradición, una historia y
los activos participantes de esta?
En este estado peculiar de lo político,
que es la dictadura, el primer desaparecido de los aparato de terror del estado
es siempre lo político como sistema de significantes al que se puede apelar
para dar sentido y contexto, dar un pasado y un lugar en un futuro de acciones
encadenadas, a una acción.
Cuando desaparece esta matriz de sentido
del espacio del lenguaje se convierte en objeto privado de grupos que lo mantiene
"secuestrado". Este sistema significante ausente, lo político,
deja un vacío; un vacío que traga, como un agujero negro, el contexto
del la acción. Ya no habrá mas acciones políticas si no hay
política. Ya no habrá mas asesinatos políticos, si no hay
política. El asesinato, la desaparición, se transformaran en un
suceso más.
La "desaparición" empieza a cobrar
su verdadero peso simbólico con esto.
El suceso es una información
amorfa, que se agota en sí misma, que puede llenar los espacios de los
medios y pasar desapercibida, "es una información monstruosa,
análoga a todos los hechos excepcionales o insignificantes, es decir anónimos"
(6).
Víctima del vaciamiento
de sentido, una acción no remitiría a nada fuera de sí misma,
en un fatal solipsismo: "no es preciso saber nada del mundo para consumir
un suceso" (7); y si bien no es ajeno
a la complejidad de la realidad, sus circunstancias sus causas su desenlace, sin
duración y sin contexto, constituyen un ser inmediato, total. No hay bisagra
que lo articule a un relato histórico mayor (8),
exterior al suceso en sí, que se encuentra desaparecido y pocos parecen
recordar, sino que se encadena inmediatamente al relato mismo, casi tautologicamente.
El
suceso es transparente, o mas bien produce una incandescencia que deslumbra, ya
que nos permite verlo en su totalidad, agotándose en si mismo, sin ocultar
nada; toda posibilidad de unir este suceso a un sentido exterior o su concatenación
con otros hechos parece nula, ya que el suceso se encuentra vacío y aislado.
Este vaciamiento transforma el hecho. Por ejemplo, la aparición de un desaparecido
o los caídos en enfrentamiento con las fuerzas del estado, es algo transmutable,
como en la terrible analogía de Lihn, con las apariciones esporádicas
de la Virgen, que siempre aparecen y desaparecen, sin más pena ni gloria,
de los medios: "Si la Virgen no estaba allí otra cosa habría
en su lugar (…)".
"Lihn no se situaría en la proclamación
de algunas verdades históricas, sino en la desconfianza de los paradigmas
sobre los que se ha construido (…) la historia política. (…) hay un intento
reiterado por desenmascarar las múltiples y engañosas trampas del
lenguaje" como los intentos de los medios que pasan a actuar, descaradamente,
como aparatos ideológicos del estado de facto, legitimando el terror poniéndose
al servicio de una transformación de al subjetividad que presenta por ejemplo,
la lucha armada no en una acción política si no en un gesto de puro
terror.
Como ya no está lo político, una operación
genocida que acaba con el asesinato de cuadros "subversivos", la desaparición
sistemática de miembros de la oposición al régimen militar
no serán entonces hechos en una acción coercitiva que busca neutralizar
mediante la fuerza elementos que intentan y amenazan con "convertir"
o "conquistar" al estado o a las "masas": aparece como un
acto de desestabilización, casi una anécdota, acto que a la vista
de muchos sólo apela a "una agresión viral en nombre del principio
del Mal" (9). Un principio absoluto
al que no hay divergencia que oponer, un sistema autopoiético del mal,
nacido del mal del estado o del mal de la subversión -es indiferente, el
mal es el cordero pascual que redime de la memoria, de la historia, del contexto
"Si
los irreconocibles se llevan a tu hermano, ten la seguridad de que era una
criatura
de humus
Rayana en la existencia
Intrínsecamente condenada a desaparecer
Gracias
a ti nuestra Señora de al Seguridad Nacional lo desactivo como se merece
(…)"
se agota en sí mismo, transformándose en suceso.
Aquí
aparece otro elemento interesante y terroríficamente frecuente: la inmanente
causalidad del suceso. "Cada ves que queremos ver la causalidad del suceso,
nos encontramos con una causalidad ligeramente aberrante" (10).
Una causalidad que siempre aparece como una "perturbación", algo
al margen de la naturaleza, algo inexplicable: "lo inexplicable se reduce
a dos categorías de hecho: los prodigios (como la aparición de la
Virgen) y los crímenes" (11).
"Que
te decreten en el acto inocente
Y el ángel de la guardia te abra la
celda
(…)
Buen hombre, no serás intrínsecamente perverso?"
Aparece
esta perturbación de la naturaleza como un hecho anómalo, que se
justifica a sí mismo en su particularidad por su extravagancia. Está
ligado a una naturalización, una normalización que permite lo anormal,
un centro que permite justificar la diferencia como excentricidad y por ello atentar
contra la naturaleza misma, la norma, el centro, justo equilibrio. "La ideología,
en tanto sistema de pensamiento, cuando ocupa roles hegemónicos tiende
a la naturalización o proceso por el cual los mecanismos simbólicos
de una determinada ideología pasan a fundirse en una estructura, incluso
inconsciente, que legitima cualquier acción como válida por distorsionada
y represiva que sea"(12).
Esto
nos remite a cierto lugar común que cómodamente explicaba y aliviaba
cada hecho terrible, cual panacea, que ligado a la política, aparecía
ahora ligado a la nada: "Algo habrá hecho…".
"Gracias
a ti que dispones de un buen Juicio Final
Los que desaparecen son diablos"
Ante
el "algo habrá hecho" aparece la segunda "relación
que puede articular la estructura del suceso: la repetición de un hecho
(…) la repetición siempre mueve a imaginar una causa desconocida (…)"(13).
Y es que repetir es significar. Entonces, la repetición del hecho y de
la explicación, el "algo habrá hecho", juega como perverso
sistema de regeneración de sentido, vaciado de lo político, matriz
explicativa que concatena el hecho con una historia, se sustituye por un enunciado
tautológico, panacea del sentido, que ante la repetición del suceso
busca una significación, un sentido, el "algo habrá hecho"
ratifica el solipsismo del suceso, lo cierra al sentido exterior y a la historia
y lo condena a explicarse en sí mismo.
Una "fatalidad inteligente
-pero ininteligibles (…)"(14).
El
suceso es resultado de una necesidad de significación, que en un estado
de dictadura apela a los sentidos permitidos que pululan, a las matrices que obedecen,
sobreviven o son asimiladas al régimen ante la sistemática desaparición
llevada adelante por los aparatos ideológicos, "ambigüedad de
lo racional y lo irracional (…) históricamente necesaria en la medida en
que el hombre todavía necesita signos (lo cual le tranquiliza), pero necesita
que esos signos sean también de contenido incierto (lo cual le responsabiliza)"(15).
Como quizás comentaría Lihn:
"Nos quemamos los ojos
para verte mejor"
Notas:
* Todos los fragmentos de Enrique Lihn pertenecen
a la versión íntegra de "La Aparición de la Virgen".
Ed. Eloisa Cartonera, Buenos Aires, 2004. Los fragmentos del mismo libro en Porque
Escribí, antología de Enrique Lihn, a cargo de Eduardo Llanos
Mellussa, en la colección Tierra Firme. FCE, Santiago de Chile, 1995.
-
(1) Barthes, Roland. "Estructura del suceso", Ensayos Críticos. Seix Barral, Bs. As, 2005.
- (2)
Barthes, R. Op. cit.
- (3) Barthes, R. Op.
cit.
- (4) Enrique Lihn citado por Oscar Barrientos
Bradasic en "Enrique Lihn: las aristas de un narrador sorprendente",
Revista Mapocho Nº54, edición electrónica.
- (5)
Para explicar el concepto de sentido nos remitimos directamente a una nota al
pie que realiza Barthes en el articulo citado: "Entiendo por sentido el
contenido (el significado) de un sistema significante y por significación,
el proceso sistemático que une un sentido y una forma, un significante
y un significado"
- (6) Barthes,
R. Op. cit.
- (7) Ídem.
-
(8) Ídem.
- (9)
Baudrillard, Jean. "La transparencia del mal, ensayo sobre los fenómenos
extremos". Anagrama, Barcelona, 1991.
- (10)
Roland Barthes, Op. Cit
- (11) Roland Barthes,
Op. Cit
- (12) Oscar Barrientos Bradasic,
Op. Cit
- (13) Roland Barthes, Op. Cit
-
(14) Roland Barthes, Op. Cit
-
(15) Roland Barthes, Op. Cit