"Nuestro Kafka" lo llama
Neruda. "Era un hombre callado, socarrón, singular. Fue un gran ocioso
que trabajó toda su vida". El mito de Alvaro Yañez, "Pilo" Yañez, Juan
Emar -su seudónimo- empieza a ser accesible. Hasta ahora, sólo muy pocos
conocían la obra extraña de este precursor ignorado por sus
contemporáneos.
por Carlos Ruiz Tagle
...... Pablo Neruda, generoso
prologuista del libro Diez de Juan Emar, recién editado por la
Universitaria, no da muchas luces sobre la existencia mortal de este
autor. Así empieza diciendo: "Conocí íntimamente a Juan Emar sin
conocerlo nunca..." He temido, por cierto, que jamás hubiese existido
este Juan Emar que no aparece en las antologías ni en los textos de
estudio. Hasta que, con alivio, he descubierto a una persona que lo
conocío, a un testigo presencial de su existencia. Era calvo Juan Emar;
nadie sabía si tomarlo por genio declarado o por loco no declarado.
Vivió incluso entre dos fechas, como todo mortal de existencia
reconocida: 1893 y 1964.
...... Voy a
referirme a lo que más me gusta de Diez, a los relatos de
animales de Juan Emar. El libro empieza con El pájaro verde. Este
loro, "cazado por el sabio profesor Monsieur le Docteur Guy de la
Crotale y muerto en el altar de las artes frente al pintor Henry-Guy
Silure-Portune de Rascasse, había vivido 85 años, 3 meses y 11 días...
Que en paz descanse".
...... Pero lejos de
descansar en paz, recién comienza la otra vida del loro. El autor cuenta
que lo trajo a Chile embalsamado, que al verlo un tío suyo lo llamó
-nunca lo hubiese hecho-: "¡Infame bicho! Exactamente con perderse el
último eco de la o final, el loro abrió sus alas, las agitó con
vertiginosa rapidez y, tomando los aires con su pedestal de ébano
siempre adherido a las patas, cruzó la habitación y, como un proyectil,
cayó sobre el cráneo del pobre tío José Pedro". Todo el término de este
sorprendente relato se refiere a cómo el loro acaba cruelmente con el
caballero.
...... Maldito gato, el segundo
animal de Juan Emar, es de una calidad más dispareja. Este autor suele
sumergirse con facilidad en su particular ambiente de locuras y
alucinaciones. Ahora divide los olores campestres de la siguiente
manera:
A) Alameda de algarrobos: olores útiles;
B) Camino
público: olores humanos;
C) Sendero de arrayanes: olores
silvestres;
D) Potrero final: olor a alfalfa.
...... Juan Emar convence menos con El perro
amaestrado, tercer animal de este libro. Sin embargo El
unicornio es toda una joya. ¿Cómo se inicia este relato? "Desiderio
Longotoma es el hombre más distraído de esta ciudad. Se vio obligado a
enviar a todos los periódicos el siguiente aviso: Ayer, entre las 4 y
las 5 de la tarde, en el sector comprendido al N por la calle de Los
Perales, al S por El Tajamar, al E por la calle del Rey y al O por la
del Macetero Blanco, perdí mis mejores ideas y mis más puras
intenciones, es decir, mi personalidad de hombre. Daré magnífica
gratificación a quien la encuentre y la traiga a mi domicilio, calle
Nevada 101".
...... Más adelante, este
personaje de nombre tan chileno, Desiderio Longotoma, reflexiona de la
siguiente manera: "Deseo contraer matrimonio. Sólo puedo meditar a la
sombra de algo. Deseo contraer matrimonio para meditar a la sombra de
dos cuernos". Sin comentarios.
...... Los
relatos de Juan Emar suelen ser mucho más atrayentes al principio que al
final. Lo que no quiere decir que decaiga del todo, porque siempre da
chispazos de genio, incluso en las páginas donde reina cierta confusión
y sobran imágenes.
...... Estos cuatro son
los animales oficiales de Juan Emar, los animales que aparecen en el
índice: El pájaro verde, Maldito gato, El perro amaestrado y El
Unicornio. Pero en los otros seis relatos que componen los Diez y
permiten bautizar de esta manera el libro, aparecen como quien no quiere
la cosa otros fantásticos animales que bien pudieran haber sido
recogidos por Borges para su Manual de zoología fantástica. Entre
otros, el vampiro negro y el lobo garú.
...... Y hasta aquí este comentario sobre uno de
los más notables y olvidados valores literarios del país. Diez,
relatos que ya fueron publicados en vida del autor, permite reconocer a
un escritor singularísimo que habla justamente de lo que los demás
eluden, mago del absurdo, surrealista de los buenos, inventor de
unicornios, pájaros verdes y otros animales menores.
En revista Qué Pasa Nº 28, 28 de octubre de
1971