Te molesto nuevamente, Amoroso Señor,
no sin antes agradecerte tu respuesta categórica
a mi oración por Colo Colo, merced
a la cual ese equipo pudo salir
campeón de América;
esta vez
mis preces no son para que las almas
azules por las cuales elevo esta compasiva súplica
alcancen la gloria de lo máximo
sino para que se libren de irse miserablemente
a los potreros
sitio inhóspito y triste como un salar.
Imagínate a la U enfrentándose a Colchagua
sacándose la mugre para ganarle al esmirriado
por no decir rasca, Señor, equipo de Iberia.
Acuérdate de los tiempos de oro del Ballet Azul:
Centro de Sánchez cabezazo de Campos
Oscar Coll toca para Luis Eyzaguirre éste driblea,
repta, se esfuma y toca
suavemente para que entrando Fumaroni
venza a Walter Behrens.
Días increíbles de los clásicos universitarios:
A horario nocturno mi amigo Simón Berti
llevaba radio a pila al estadio, compraba
el banderín más grande con la foto del alado
Ballet Azul
que hoy no baila ni cumbia
pierde ante Everton
Osorno, Palestino, Arturo Fernández Vial,
qué triste, Amoroso Señor,
me recuerda la canción "Venecia sin ti" de Charles Aznavour,
me recuerda la cara de Leonel Sánchez
en la tapa de la revista Estadio el año 1964.
Todo porque el diablo, Señor, separó el fútbol de la Universidad.
Qué culpa tiene el fútbol, Señor, de los ejecutivos jóvenes
haz algo para que la U empate al menos con Antofagasta
si la U se va al ascenso se irá la poesía del campeonato,
nos quedaremos aburridos sin amor sin magia.
La U es el único equipo mágico del campeonato,
tú lo sabes,
tiene ese no sé qué místico del que carecen actualmente
todos los demás equipos.
Ponte las pilas, Señor, no abandones el ámbito del fútbol.
Olvida por este mes (quedan solamente algunas fechas)
tus preocupaciones cotidianas.
Deja el Vaticano, que el Papa se las arregle sin ti,
explícale que debes viajar a Chile para estar apoyando a la U,
él entenderá,
Tú eres la última esperanza, como siempre,
ven ahora a los corazones azules,
ahora dile a Alberto Quintano que yo lo quiero mucho
pese a todas las tonteras que ha cometido
(iba a decir una palabra fea, Señor, perdóname)
nadie hace las cosas por mala intención,
a lo más por flojera o idiotez,
inspira a los dirigentes a que te oren
en vez de pasarse dando explicaciones en la tele.
¿Cuándo la U contratará jugadores como Juan Carlos Sarnari?
¿Cuándo volverá la U a disfrutar de un Manuel Astorga?
¿Qué se hicieron esos tiempos de esplendor
de Rubén Marcos y Braulio Musso?
Mira, Señor, lo que han hecho del notable Reinero
(tal vez el jugador más dotado del fútbol rentado actual),
lo han achatado asfixiado...
¿lo están alimentando mal?
Diles a los confundidos aguateros que lleven
galletas de cuáquer a los estrenamientos,
no son malos los jugadores, lo sabes tú,
son buenísimos estuvieron a punto de ganarle a la UC,
casi empatan con Colo Colo (en la primera fecha)
yo escuché el partido en la Sintonía Azul.
Les falta fe a los cabros no más, Señor,
la fe que sólo tú les puedes dar,
la fe que tú traes a los corazones
cuando yo oro por tu ayuda
cuando los equipos realmente creen en el poder de la oración
y abren sus corazones a tu fuerza amorosa
como flores de árboles primaverales
que vuelva a florecer la primavera en el jardín del Chuncho. Amado,
y vuelva a la U a ganarle al cachetón equipo de Colo Colo
que desde que es campeón de América se cree la película
olvidándose completamente que ganó gracias a ti,
pues sin ti nada pasa
y contigo hasta los burros se pueden convertir en cisnes,
así que creo todavía en que la U pueda mantenerse en la división de honor,
Si tú intermedias
Si tú mueves los hilos, goleador del infinito
Que se salve la U,
aunque sea arrastrándose.