HOMBRE VIL PEINANDO SU CALVICIE
pujan por su miseria
un auditorio de fabulaciones desconcertadas
derrama su frustración
por las goteras de esperanzas inasibles
y esa humillación es premonitoria
apenas un entrenamiento
porque su certeza es un peine enorme
para las cejas de un rostro acostumbrado
al desamparo de su calvicie
descansará en su trabajo
enunciará lo insignificante
riéndose de su amargura
la luz acaba de volver
las horas otra vez tienen sentido
el hombre vil peina su calvicie
frente al espejo
realidad más auténtica
fragmentaria
repetición
invertebrada
(de “Desidia”, 2009)
LA ROPA
La ropa que deja de usar mi hermano mayor
es usada por mi hermano mediano.
La ropa que deja de usar mi hermano mediano
es usada por mí.
La ropa es una segunda piel compartida
y hay que extenderle la vida lo máximo que se pueda
remendándola con rodilleras, coderas y parches
que es el arte de mi madre.
Si el invierno durara cuatro estaciones
mis hermanos y yo
no sufriríamos el frío
porque estamos unidos, remendados
con rodilleras, coderas y parches.
(de “Fábula de un hombre desconsolado”, 2014)
REUNIÓN
Mamá trabaja menos
y me abraza más.
Va a esperarme
a la salida de la escuela
con una torta de manzana
(no importa que yo
haya cumplido 30 y pico).
Mi hermano mayor
no ha perdido el empleo.
Por suerte,
ha dejado de fumar
en nuestro dormitorio.
Mi hermano mediano
ha dejado de romperse
la espalda por los demás
y abre un vino caro.
Mi padre
-que ha dejado de beber-
regresa a casa
y pide perdón.
Lo perdonamos.
Sonreímos para la foto
mientras lloro de alegría:
toda mi familia reunida
en este poema.
(de “Fábula de un hombre desconsolado”, 2014)
TESTAMENTO
He decidido morir.
He decidido morir y heredarte
un almácigo de viento y carne
en la perfidia del recuerdo,
una caja de palabras
herméticamente triste,
un dolor taciturno
en el tedio mitómano,
un temblor de lágrimas
en las columnas del tiempo,
una cárcel de júbilo
ofuscada de cáscaras,
una catástrofe natural
pervertida de sosiego,
y otros conjuros y vanidades,
reunión carburante,
sin sentido.
He decidido morir.
He decidido morir y renacer
sólo por intentar desheredarte.
(de “Cuerpo roto en cuatro puntos cardinales”, 2018)
PARA GISELLE (soneto con estrambote)
Te muerdo el cuello y pierdo la cabeza.
Tan hondo me adentro que un niño nace.
Llora de angustia para que lo abrace.
Me corrompe y se muere de pureza.
Te beso con repugnancia y rudeza.
Tu beldad en mi boca se deshace.
Se tensa la trama sin desenlace
y me alegro si huyes de mi tristeza.
Te grito con enjundia silenciosa.
Me acallas con sordera y sin mesura.
Me apalabras de forma voluptuosa.
Te agravio ferozmente y con ternura.
Me absuelves con audacia temerosa.
Me condenas a una pena futura.
La escritura me indulta y te confiesa:
te muerdo el cuello y pierdo la cabeza.
(inédito)