Proyecto Patrimonio - 2019 | index | Fernando Carrasco Nuñez | Autores |






 



EL LAMENTO DE LAS SOMBRAS EN LA CIUDAD DE LOS VIENTOS
El sendero de las sombras. Jorge Cabanillas. (Ediciones Rocinante, 2019)

Por Fernando Carrasco Nuñez



.. .. .. .. ..

I

Jorge Cabanillas (Huánuco, 1992) hizo su debut literario con la publicación del libro Cuentos impunes (Ediciones Rocinante, 2017). Las ocho historias de este primer texto reflejan una visión desesperanzadora de la realidad actual. Sus personajes se mueven en un mundo de miseria, desamor y violencia que los arrastra hacia finales aciagos.

Muchas veces, el universo ficcional que un autor irá construyendo con el decurso del tiempo (escenarios, personajes, temas, estilo, su visión del mundo) ya se puede entrever desde su primera obra de creación. Como veremos a continuación, este universo narrativo de Jorge Cabanillas, que ya se puede ver esbozado en Cuentos impunes ahora se incrementa y enriquece con la aparición de su segundo libro.

El sendero de las sombras (Ediciones Rocinante, 2019) está constituido por seis cuentos breves. En cada relato se aprecia los resultados de una ardua lucha de su autor por configurar un trabajo creativo, valioso, tanto en el plano de la historia como del discurso.

Como se puede advertir, el título de todo el volumen hace referencia al escenario (el sendero) y a los personajes (las sombras), dos de los elementos bien trabajados en el plano de la historia de los cuentos que componen el libro.


El sendero
En los cuentos de Jorge Cabanillas, el escenario es presentado de manera explícita como la Ciudad de los Vientos, una comarca atravesada por el río Huallaga, donde se aprecia también un cementerio, su comisaría y un malecón bordeado de árboles. Esta ciudad es pequeña y, por ende, allí todos conocen la vida de los demás. Cabanillas representa de esta forma a la ciudad de Huánuco. No hay mayores datos que pinten con detalles este lugar. No obstante, a partir de diferentes alusiones y referencias se logra configurar una representación simbólica de la misma.

En este sentido, el escenario de los cuentos de Cabanillas —aunque en algún momento se le compara con un “panteón”, es decir, un lugar habitado por muertos como en la Comala de Juan Rulfo— toma la forma de un laberinto borgeano, pequeño, pero a la vez complejo, oscuro, intrincado, que de súbito se torna en un infierno dantesco para sus habitantes. En esta línea, el cuento “Holocausto bajo la luna” se constituye en el principal referente. Aquí, el protagonista, de pronto, al parecer llevado por una alucinación, se ve extraviado en un sendero de sombras donde tendrá como guía al mismo Dante Alighieri.

Este es el espacio en el que habitan y padecen los personajes del libro El sendero de las sombras. Sobre este punto, en el cuento “Magdala” leemos: “Por esa razón, este valle terrenal era el lugar donde estábamos condenados a ser dichosos solo por horas, a llorar la muerte, a sentirnos tristes y traicionados” (p.23).


Las sombras
En el célebre poema del poeta italiano Salvatore Quasimodo titulado “Y de pronto anochece”, leemos: “Cada uno está solo en el corazón de la tierra / traspasado por un rayo de sol: / y de pronto anochece”. Así, en la vida de los personajes de Jorge Cabanillas, a causa de un acontecimiento terrible, de pronto se hace la noche y emergen las sombras.

Los personajes son seres que viven en un estado de sufrimiento constante, algunos muestran aficiones artísticas. Son solitarios. Lo han perdido todo y se expresan desde una completa orfandad. Estos “seres de papel” luego de llevar una vida monótona, sin mayores sobresaltos, debido a un acontecimiento extraordinario han perdido contacto con la realidad y se hallan extraviados en un sendero de sombras, que es un cementerio, la prisión, un manicomio o la muerte.

Estas sombras se sienten agobiadas a causa de una traición, una honda nostalgia, debido a sus culpas o a los oscuros recuerdos que los martirizan. Sufren también por la certeza de la llegada inminente de la muerte o la buscan con denuedo como una forma de evasión. Sienten a la muerte tan cercana que hasta la personifican. En el cuento homónimo del libro leemos: “En alguna ocasión la he visto llorar, debo de ser el único mortal que ha visto llorar a la muerte, a ese ser imponente de ojos hundidos y de manto largo, maldito manto que nunca me llega a cubrir del todo” (p.66).

Como vemos, estamos frente a sombras que transitan perdidas entre los pasillos y galerías de ese pequeño laberinto que es su ciudad. No obstante, no solo es dolor y sufrimiento lo que alberga en su corazón. A pesar de esa insondable melancolía que los abruma, guardan una pequeña luz de esperanza. Aun en aquellos, como Magdala, que ya se encuentran al otro lado de la vida, la esperanza palpita. Más allá de la muerte, la esperanza persiste.


II

Hay una serie de elementos importantes que podemos resaltar dentro del plano del discurso. La condición de sufrimiento y una desesperación reprimida que se percibe en los protagonistas les confiere a los cuentos un tono confesional y de angustia profunda. En cuanto al trabajo con la materia verbal se aprecia el uso de frases breves y cadenciosas, adjetivación mesurada y un nivel coloquial bien elaborado. Indubitablemente, Cabanillas muestra un desarrollo importante con relación a su primer trabajo creativo.

Dos aspectos podemos resaltar del plano del discurso o formal presentes en el libro El sendero de las sombras. Nos referimos al uso del monólogo interior y a los finales sorpresivos.

En la mayoría de los cuentos prevalece la utilización de la primera persona gramatical. En el cuento “En el nombre del padre” se recurre al uso de la segunda persona, pero este no es más que la representación de la conciencia del protagonista: “Quieres que me calle, pero no se puede silenciar a lo que vive dentro de ti, no tienes la fuerza para callarme, Felipe” (p.61). Y en el cuento que da título a todo el volumen se produce un contrapunto entre la primera y la tercera persona. En los cuentos donde se recurre al narrador heterodiegético o tradicional como “Magdala” y “Paroxismo” se insertan pequeños monólogos o se apela a un tímido manejo del estilo indirecto libre que nos acercan más a la conciencia de los personajes.

Entonces, en los cuentos que articulan El sendero de las sombras prevalece el uso del monólogo interior, aunque en el cuento “Carta desde la sombra” se acerca más a lo que se conoce como el flujo de conciencia, debido a lo caótico de la narración y al nivel de confusión que muestra el protagonista. Veamos un fragmento:

“Estoy en una habitación oscura, creo que no tiene paredes, creo que no tiene puertas o por lo menos eso aparenta. Ya he perdido la noción del tiempo. La verdad que ni siquiera sé si este lapicero tiene tinta ni si esta hoja existe realmente. Todo es tan aparente que parece irreal. De lo que sí tengo certeza es de mis recuerdos. Después de todo, esos me pertenecen, completamente desordenados, pero son míos” (p.73).

Aunque no todos los cuentos tienen una misma fuerza de impacto en las líneas finales, se percibe que se ha manejado con destreza la técnica del final sorpresivo o imprevisible. El autor ha asimilado la enseñanza de Édgar Allan Poe, quien recomienda escribir desde el final hacia adelante. Es decir, el autor debe partir con una idea clara de la impresión que se quiere causar al final del cuento. Con esta idea bien definida, el narrador se dirige desde la primera frase hacia ese objetivo.

Los cuentos que mejor desarrollan este recurso del final sorpresivo en El sendero de las sombras son “Magdala”, “En el nombre del padre” y “Carta desde la sombra”.

En síntesis, en los cuentos de Jorge Cabanillas se aprecia una visión desencantada de la realidad a causa de las caídas hondas en la vida. Esto, a su vez, denota una postura cuestionadora y de rechazo a los tiempos modernos. Sus personajes, dolientes y rebeldes, le dan la espalda a su entorno y buscan evadirse hacia la soledad, la locura o la muerte.

Quienes se internen en los senderos de este libro habitado de sombras pierdan toda esperanza de sonreír o ser felices al final del camino. No obstante, el goce estético está garantizado.



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2019
A Página Principal
| A Archivo Fernando Carrasco Nuñez | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
El lamento de las sombras en la ciudad de los vientos.
«El sendero de las sombras» de Jorge Cabanillas. (Ediciones Rocinante, 2019).
Por Fernando Carrasco Nuñez