Proyecto Patrimonio - 2015 | index | Francisco Ide | Autores |
Francisco Ide o el poeta que no podía morir
Por Alex Miranda Henríquez
Revista de Libros. Domingo 1 de Febrero de 2015
.. .. .. .. ..
Alex Miranda Henríquez A Francisco Ide (1989) le gusta escribir en el Tequila Bar, un local oscuro y bastante vacío ubicado cerca de Irarrázaval con Vicuña Mackenna. Adentro se oye una radio romántica y también un canal deportivo sintonizado en un televisor que nadie está viendo. Aquí, Francisco dice sentirse tranquilo, nadie lo molesta, conoce a los trabajadores y puede escribir largas horas seguidas.
Ide ya tiene dos libros de poemas publicados, Yakuza (2014) y el ganador del premio Roberto Bolaño Poemas para Michael Jordan (2014), con 
pocos meses de distancia entre ambos. Dice que ahora está trabajando en una novela que se llamará "Los sueños de Kurosawa" y en otros dos poemarios.
- ¿Abordó la escritura de sus dos libros de la misma manera?
- No. La naturaleza de los libros es distinta; por ejemplo, en Yakuza hablaba de un mundo que no es Occidente, entonces tenía que empaparme de esa cultura. En cambio, Michael Jordan fue parte de mi infancia, junto con MTV, Macaulay Culkin y el animé de básquetbol Slam Dunk. Iba siempre al persa a comprar revistas de la NBA y tenía pósters de Jordan y Dennis Rodman. Fueron procesos diferentes. Antes de escribir lo de Jordan no sabía mucho de él. Después quedé tan maravillado que me puse a ver documentales sobre el tipo. La idea era hablar del cuerpo y del amor corporal, entonces me tiré al tema así no más, como creía que Jordan piensa en esas cosas . En el segundo libro yo ya sabía quién era mi personaje. En Yakuza, no.
- ¿Por qué dice que el amor es un tema subversivo?
- El momento de la escritura es como el amor: es el momento en que la muerte se suspende, en que mi personalidad puede no ser la mía y en el que no puedo morir. Las voces de mis libros no tienen que ver conmigo, entonces no morirán conmigo. Y alguien que no le teme a la muerte y trabaja con la palabra puede ser el ser más peligroso del planeta. Por eso el amor es un tema subversivo.
-¿Por qué es tan importante amar?
-El otro día leía una cita de Zurita que hablaba de la urgencia de amar, porque nos vamos a morir. Para mí la experiencia de la vida es definitiva. La política me afecta un montón, pero lo que más me preocupa es la muerte. Entonces voy a tratar de vivir una experiencia importante, alcanzar con mis textos algo real. Creo que antes los escritores eran así, quizás es romántico e ingenuo decirlo, pero los escritores en los que me quería convertir eran tipos que dejaban todo por ser esa persona que querían ser, al margen de las consecuencias que pueda tener eso. Me muero de miedo de que no resulte, pero la idea es por lo menos intentarlo.
-¿Se considera alguien subversivo?
-Yo no creo que sea subversivo, creo que las temáticas que abordo son las subversivas. Alguien que escribe de amor puede ser... no sé, como Cristián Warnken, un tipo que habla de la poesía como si fuera un territorio inaccesible y sagrado. Eso no es subversivo. Para mí tiene que ver con una cosa mucho más de la calle, y yo trabajo la temática del amor así.
-¿Por qué inventa personajes para escribir?
-Yo escribo de las cosas que me pasan y que cuajan dentro de mí y cobran sentido. Pero por pudor o por una cosa estética, hablo desde otro lugar. ¿Qué interés podría tener alguien en las cosas que me pasan? Hay gente que escribe desde sí misma, como Enrique Lihn, y a mí me interesa muchísimo qué piensa Lihn. Pero yo prefiero no escribir así, confío en que el lector sabrá que al final está leyendo mis ideas. Creo tener algo que decir, al igual que todos. La diferencia es que yo ya encontré mis vías para hacerlo.
