Felipe Ruiz lanza su poemario “Fosa Común” este viernes
Invitación a un entierro compartido
La nacion.cl Jueves 6 de agosto de 2009
“Todos estamos, de alguna forma u otra, enterrados", dice el autor sobre su nuevo trabajo que -pese a la mirada pesimista- esconde un atisbo de esperanza en el renacer a partir de una voz exterior. Una característica familiar en los autores de la generación post dictadura.
Según su autor, “Fosa Común”, -tercer poemario de Felipe Ruiz (31), es una obra que habla del entierro necesario para que los cadáveres vuelvan a tener un nombre. Un rito presente en todas las culturas, pero aun doblegado en nuestro país panteón que aún no recibe la última paletada necesaria. Tras “Cobijo” 
(2005) y “Arquero” (2008), el poeta revela que el trabajo que lanzará este viernes a las 19 horas en la Casa Museo La Chascona, de la mano de Editorial Fuga, es un trabajo que proviene de mucho antes y que tras esos años en la cava recién viene a “perpetrarse”.
“En realidad “Arquero” es un libro de transición, nunca fue pensado con las pretensiones que sí hicieron posible mi primer poemario. Yo diría que “Fosa Común” tiene más que ver, en cuanto a ambición, con “Cobijo”, y no sólo porque parta con una paráfrasis de un verso de aquel libro, sino porque considero que éste es un libro totalmente demarcatorio en mi poesía”, explica.
“Todos estamos, de alguna forma u otra, enterrados, enterrados en lo nuestro: nuestros miedos, nuestras incertidumbres, por lo que a veces pienso que no es necesario morir físicamente para estar muerto”. Esa motivación del thanatos engendra el breve texto de Ruíz con cariz sombrío y pesimista, pero que termina siendo una obra que le da una palmada en la espalda a una esperanza extraña. “Una esperanza que le viene al poema desde afuera, desde una suerte de voz exterior, creo que esa es la clave para comprender Fosa Común”, asegura.
El Bulling nuestro de cada día
La esperanza está depositada en todos aquellos heridos por el bulling, en tipos de oficina que andan con audífonos y celulares para desentenderse del dolor ajeno en las palabras de Ruiz. “Yo de alguna forma me siento absolutamente parte de eso y creo que esa es la lucha que aún da aquella conflagración de poetas que ha surgido en el Chile pos dictatorial”, dice sobre el estado del compromiso oficial con los autores.
- Contabas que este entierro tiene dentro los restos de tu folio anterior. Entonces debería entenderse como un rito de pasaje.
- Si uno lo proyecta a la naturaleza, podríamos decir, como hay un verso por ahí, que era la búsqueda de captar hasta el dolor de los árboles. Pero es eso, en realidad solo una búsqueda, porque en esencia ese dolor solo es la proyección de mis propios temores en la arboleda. Es un libro que podríamos llamar ya, de mi etapa madura de poeta, pese a que fue escrito, o comenzó a escribirse antes. Lo siento en relación a una apuesta tensa, que se resiste a madurar pero que también, en buena medida, le dice adiós a esa búsqueda apremiante, que estaba también en mi poemario anterior, por entender el dolor, un entendimiento que, si uno se pone a pensar, es una búsqueda juvenil de redención. Pero desde luego el dolor no redime y “Fosa Común” lo sabe bien.
- ¿Cómo ves el compromiso con los autores y la entrega de fondos para la actividad literaria a futuro?
- No hay dibujo, no hay mapa en el que uno pueda hablar, como mal hablan algunos por ahí, de industria cultural. Lo que hay me parece sigue siendo una labor de resistencia, precarísima en algunos casos, y que requiere mancomunar esfuerzos por inventar una imagen, un proyecto visible y visual frente a la desmedida avalancha de publicidad y marketing que nos invaden desde las vitrinas hasta el viaje en Metro.
- Has publicado bastante para tu edad. ¿Que feedback has tenido de autores más viejos?
- He publicado harto, pero hay otros cogeneracionales que han publicado mucho más. En realidad, hemos sido, en mi circuito, un grupo bien precoz, pero poco a poco, mis influencias se han ido apartando de aquellos autores que potenciaron mi acervo lírico en los inicios. A decir verdad, creo que he venido desarrollando una parada propia, muy personal, con autores que he ido encontrando por azar y casi en el camino. Uno de ellos es Pound, con quien creo la comparación siempre será sencillamente inconmensurable, ya que igual una empresa como Cantares requiere un esfuerzo descomunal que siempre será, en sí mismo un fracaso.
