A Revista Paula, y la desdicha.
Esto es sencillamente un lío de faldas
Hay un hombre, dos mujeres y un niño;
Hay un hombre con los brazos pintados y falda
Caminando descalzo sobre el hielo
Sus pisadas implorando a los focos que lo perdonen
La voz de la conductora llamando a su hermana de testigo
Hay inútiles ruegos sobre un mar de lágrimas
Y todo el silencio de las iglesias escarchadas bajo el hielo
Se congela la foto
sobre la pantalla un sueño de muerte cruza el umbral
Jóvenes vaciando sus pertenencias a la entrada del estadio
Y tickets que se venden por centenares
Vamos a ver, sí, vamos a ver
Se agolpan en la boletería las madres
Y las filas giran la cuadra
Vamos a ver, sí, vamos a ver
Mientras se prepara en el escenario las tres sillas
los reflectores
alguien podrá decir: es necesario dar el ejemplo
ella dirá: que le corten la cabeza
mientras en las graderías más cercanas mis mejores amigos aplauden y gritan
al fondo del estadio la población entera aclama
Todos piden un golpe
Y la música suena en el tímpano como silbidos de vaho sobre un glaciar
Que no te escuchen ellos – me dijeron
Y es que las ánimas penan en el cemento seco bajo los pies
Arriba un avión avanza con una pancarta
Y a esa hora los tres se sientan en sus sillas
“cuéntanos tu historia”, sí, “cuéntanos tu historia”
tras bambalinas hay una audición de sufrientes esperando su turno
Son esas puertas giratorias en cada oficina donde dejar tus antecedentes
Y puercos comiendo la inmundicia de los estantes abiertos con hombres fichados
Es la llave del deseo se grita desde el palco
Y cuando ella estalla en llanto todos vuelven a sus casas a beber vodka
Y así y todo no me hice trizas de hielo sobre el pavimento
Así no me verán hecho astillas congeladas sobre la calle
Cuando caiga el ocaso sobre este escenario
Y aquellos desmoronándose ya no tengan que ver “tragedia de amor”
Yo me desdoblé para ver mi cuerpo en el espejo
Detrás mío
Y centenares de tumbas con mi nombre en cada uno de mis pasos
Estamos aquí esperándote, dijeron
Y mis mejores amigos tenían palas y picos
Pusieron el rostro de mi chico subiendo a la luna
Con los recuerdos me reflectaron sobre el lienzo
Mis peores poses
De pelo largo y barba me desdoblé y fui el Cristo del manicomio
Y si te digo esto es porque estamos aquí
Y no en la luna
Y si te digo esto mi chico
Es porque “tragedia de amor” no la repiten a la una y media ni a las cinco
Verás tu rostro marchitándose hasta el grado cero
Donde el reloj se congela y ya no te sirven los segundos
Dirás entonces: amén
Y con tus manos en señal de duelo le aplaudirás a todo el público
Reza por ellos, que la desdicha de estos hielos se desmorone por tus lágrimas
Este es el libreto entonces:
Este es el sagrado libreto