Sobre Centrífuga, de Alfonso Grez
Publicidad, Televisión y transgresión
Felipe Ruiz
Bien poco se había escrito, en poesía, sobre los mecanismos de la publicidad. Cuando ello había ocurrido, generalmente había sido de modo moralizante. Y el sentido de creación externa rodeadaba el ejercicio de adentramiento en esta realidad tan cotidiana, tan del día a día, pero en ningún caso, la poesía había podido penetrar en los intersticios lógicos y estéticos que conllevan la relación publicidad – mass media, y en ningún caso, a mi modo de ver, esto se traducía en un aporte concreto a la producción crítica de este medio.
Este es el caso de Centrífuga, de Alfonso Grez (Ediciones del Temple, 2010). En realidad, este libro es una compilación de textos aparecidos en una muy cuidada edición de Ediciones Ventilador, que reúne la obra de este autor en una trilogía. Pero me referiré a Centrífuga porque se trata de una obra que puede estar en librerías y por tanto accesible a cualquier lector.
Lo primero que llama la atención de Centrífuga es la soltura con que Grez se desenvuelve en el plano de la significaciones múltiples de los media¸ es decir el nivel de destreza con que maneja los recursos propios de la televisión sobre todo, pero también de la publicidad mediática en general. Parece conocer, sin equivocarme, desde dentro el manual de corta palos con que la publicidad maneja sus tramas virtuales y su manufactura interna, así como también aquello que digna de llamarse “lenguaje” dentro de este campo.
Grez desarrolla una poesía desenvuelta y a ratos, seca, sin dejar entrever una crítica moralizante sino más bien mostrar los códigos desnudos que se tejen y destejen dentro de los media. El tema es obsesivo en esta obra, aunque hay que destacar que también hay otros, como la poesía amorosa que a veces deja traslucir una lírica de corte romántica, que permite al lector entender que efectivamente los recursos de Grez no se limitan a la poesía de corte concreta, sino también puede desplegar un ala de recursos tradicionales.
El “corte” del verso deja entrever la influencia de la poesía inglesa experimental en Grez, y además, permite comprender el tipo de influencia notoria y notable que dicha poesía tiene a efectos de producir una literatura anclada en lo mediático. Sin embargo, Grez es un poeta chileno, y como tal, también hay aquí visos de antipoesía, mejor, notorias “influencias” de antipoesía que indican que la dirección de su creación apunta al concepto de ironía y parodia, que maneja con soltura.
A partir de dichos apuntes uno se abre a la inquietante pregunta si este no sería el primer poema que en concreto aborda el tema de la publicidad como problema que no es (y no debe) ser ajeno a la poesía. La publicidad, como decíamos, también es lenguaje y acaso uno se pregunta si no se trata por esencia del lenguaje antagonista de la poesía. Hasta el momento, la poesía parecía carecer de recursos para abordarla críticamente desde el terreno de la ironía y la parodia. Grez parece ofrecer una prueba que esta contra ofensiva es posible y necesaria; que en el fondo de Centrífuga se ofrece una prueba al lector de que el poema puede reinventarse en manos de un corazón caliente, pero también de una cabeza pensante, que aborde de modo inteligente el verso y el problema enorme, y vasto, en cuestión.
