La decadencia de la poesía
Felipe Ruiz
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Hoy por hoy, podríamos considerar que existen dos paradigmas poéticos en vigencia. No me refiero a escrituras, sino a paradigmas, es decir, a principios de concepción de un poema y de estructuración de los mismos, que deviene en sendas copias por parte de otros poetas, o bien, en moldes y modelos que se asumen, dada su antigüedad, como consabidos y que se utilizan a veces sin intención. Estos dos modelos son la antipoesía de Parra y la ex poesía de José Ángel Cuevas. No voy a ahondar demasiado en explicar en qué consisten ambos modelos, pero sí corresponde decir que la diferencia entre ambos se explica por la fama y reconocimiento del primero, y por la resonancia que, en muchos poetas, dentro de los que me incluyo, tiene el segundo.
La ex poesía de José Ángel Cuevas fue un modelo para nuestra generación. No así lo de Parra, porque Parra representaba la arista más visible de la poesía. Para los novísimos la ex poesía es un modelo paradigmatico que fue inspiración y sentido de fuerza para desarrollar una literatura anclada en lo político. Veo, empero, en aquellos que son los últimos poetas aparecidos en éste, el último rincón del mundo, una tedencia demasiado marcada a la uniformidad, a poemas sencillos de escritura y que no muestran estructuras complejas, donde no hay una búsqueda del lenguaje, y que tampoco muestran lecturas previas, asumiendo, más por los lectores que por ellos mismos, una antipoesía rabiosa y quinceañera.
Debo admitir que el panorama de esta poesía me desconcierta. El hecho es que muchos buscan polemizar a través de las redes sociales, sólo por el hecho de generar un escándalo artificial, y así, creo, obtener cierto reconocimiento. Sus libros son de pocas páginas y como he dicho no muestran la intención de aportar en el lenguaje, o en el descubrimiento de un lenguaje nuevo. Considero que esta nueva escena es el resultado de un “aparicionismo” permanente, la expresión de un momento en que muchos de ellos aparecieron como de la noche a la mañana, sin pasar por el curso natural de un ensamblaje en un circuito, y por tanto, generando polémicas con autores de mayor prestigio y envergadura.
No sé hasta cuándo dure esta escena, si se le puede llamar como tal. Lo cierto es que existe, en muchos, la búsqueda de un repliegue, de una zona de mayor tranquilidad y pertenencia a nuestras tradiciones literarias. La rebeldía, ya no es lo que era.